Lo de Sólstafir en los últimos años está siendo un ascenso imparable. Desde que “Otta” sirvió para lanzar definitivamente a la banda en toda Europa, sus giras no han cesado y los fans no han dejado de llegar. Son la banda de rock and roll atmosférico más gelda del mundo y a la vez, transmiten más que cualquier otra. Actuarán en el Download Festival de Madrid junto con grandes como System of a Down, Prophets of Rage, Linkin Park y muchos otros, el 22, 23 y 24 de Junio. Ahora preparan el lanzamiento de “Berdreyminn”, su nuevo disco y no podemos dejar de hablar con su líder, Adalbjörn Tryggvason. Sergi Ramos se encarga.

Lo de Sólstafir en los últimos años está siendo un ascenso imparable. Desde que “Otta” sirvió para lanzar definitivamente a la banda en toda Europa, sus giras no han cesado y los fans no han dejado de llegar. Son la banda de rock and roll atmosférico más gelda del mundo y a la vez, transmiten más que cualquier otra. Actuarán en el Download Festival de Madrid junto con grandes como System of a Down, Prophets of Rage, Linkin Park y muchos otros, el 22, 23 y 24 de Junio. Ahora preparan el lanzamiento de “Berdreyminn”, su nuevo disco y no podemos dejar de hablar con su líder, Adalbjörn Tryggvason. Sergi Ramos se encarga.

Tras el drama desatado en los últimos dos años ¿supone la edición de “Berdreyminn” un resoplo de alivio en Sólstafir?

“La verdad es que no tuvimos tiempo de pensar en un nuevo disco de estudio hasta el 1 de septiembre del año pasado, cuando comenzamos a trabajar en este disco. Desde entonces hemos pasado cada uno de los días dándole forma: grabando, mezclando, masterizando, diseñando la portada, haciendo entrevistas, diseñando camisetas… Y eso que aún no se ha editado.”

“Las circunstancias han sido ciertamente diferentes. Es un nuevo disco con una nueva formación y todo ha sido diferente”.

¿Ha sido reconfortante simplemente dejar que la música fluya y olvidarse de los problemas legales y los posts incendiarios en redes por parte de Gudmundur, vuestro ex-batería?

“Es lo suficientemente extraño por sí solo tener a un nuevo miembro en la banda. Es un cambio sustancial. Pero si además tienes un veneno para la creatividad alrededor tuyo como es un problema legal con abogados y demandas y odio y rencor… pues las cosas son complejas. Es un enemigo de la creatividad, por supuesto. Hemos librado una batalla para tener la mente fresca y en paz. Tienes que estar en paz contigo mismo para poder crear adecuadamente. Necesitas concentrarte y conectarte con tu yo creativo. La inspiración no se nutre de conversaciones en abogados. Creo que nadie escribe buenos discos sobre abogados quemando dinero.”

Bueno, Pink Floyd hicieron uno bueno, “A Momentary Lapse of Reason”, mientras se sacaban los ojos -legalmente hablando- con Roger Waters.

“Pero es eso exactamente: el puto David Gilmour y el puto Roger Waters. Mira de quien estas hablando. Nosotros no somos Pink Floyd. Somos una pobre banda de Reykjavik! Tio, no hemos llegado ahí todavía. No somos Axl Rose y Slash! Entiendo lo que dices pero estamos a mucha distancia aún. Al final, hablamos de cuestiones humanas. Roger Waters es un tío normal, claro, y se puede sentir traicionado. Es algo que también ha pasado en nuestra banda, claro. Lo de tener que pasar por los juzgados es algo que no me cuadra con esta banda, la verdad”.

La banda ha crecido sustancialmente desde “Ótta”, en eso me has de dar la razón. No obstante, tengo curiosidad por saber por qué viene dado todo el conflicto cuando la mayoría de bandas del tamaño de Sólstafir lo único que tienen son deudas, sea con discográficas, bancos o lo que sea. Mi pregunta es ¿había tanto pastel para repartir como para que se produzca semejante guerra abierta entre Sólstafir y Gudmundur?

“No es sobre el dinero, porque no hay dinero, por así decirlo. No estamos a ese nivel. Todo eso se basa en el orgullo, el ego, la amistad y el respeto. Cuando tienes un poco de ego, éste puede ser tu peor enemigo si se hace muy grande. Si no procesas el ‘no’ como respuesta, puedes volverte loco al no conseguir lo que quieres. Terminas pensando que eres más importante de lo que eres. Estoy intentando ser cuidadoso de no hablar mal de nadie pero cuando la gente me pregunta por esto intento escoger mis palabras cuidadosamente.”

“Como te decía, no fue por el dinero. En su momento, todos éramos amigos y eso murió. En la práctica, la gente se casa, se ama, van a Disneyland juntos y todas esas cosas. Al final, todo eso se pudre. El amor se convierte en odio. Pasa cada día. Eso fue lo que pasó en nuestra banda, aunque yo nunca pensé que nos pasaría. Yo y Gudmundur teníamos un rollo a lo Ulrich/Hetfield, Jagger/Richards, donde la tensión ayuda a crear. En muchas bandas existe. En los últimos cinco o seis años la relación estaba empeorando debido a muchos motivos: el ego, el control, la bebida, las drogas… Pero pienso, honestamente, que habríamos sobrevivido a eso. Cuando Gudmundur se cargó su relación con Svavar, el bajista, las cosas se volvieron tan personales que nos volvimos un tres contra uno y un uno contra tres. De repente, ya no hablábamos como banda. Giramos durante meses sin hablar. Difícilmente nos decíamos ‘hola’. En una ocasión viajamos de Portugal a New Jersey para un mes de gira en Norteamérica y nadie habló.”

¿Ni una palabra en el avión?

“Ni una. Fueron dieciocho meses así. Luego Gudmundur pensaba que seguiríamos así indefinidamente y no vio el cambio que se acercaba. A veces tu ego te impide ver que puedes ser prescindible y que estás actuando mal. Es como decirle a todo el mundo que tienes una planta en casa pero nunca la riegas. Es más, le echas gasolina de vez en cuando (risas). La jodida planta se va a morir. Entonces, cuando la planta muere no puedes decir ‘realmente amaba a esa planta, era preciosa’. Tio, la estabas regando con gasolina!”

“La gente tiene ideas extrañas sobre su propio comportamiento. Creo que me he excedido un poco respecto a tu pregunta original pero son cosas que pasan. Es muy típico de mi”.

¿Crees que todo este conflicto tiene algo que ver con el carácter islandés y la dificultad para tratar los conflictos?

“No, porque al final todas las bandas que llevan veinte años pasan por cambios de formación. Si estás veinte años de gira, eventualmente te encuentras con problemas. Algunas bandas consiguen resolver sus problemas y otras no, especialmente aquellas que beben en exceso y se drogan. Tampoco es efectivo para resolver problemas lo de follarte a la novia de tu compañero de banda. Van a haber problemas, obviamente”.

Parte del asunto era que, según vosotros, Gudmundur no era un buen baterista. ¿Como habéis vivido el hecho de grabar “Berdreyminn” con un nuevo baterista y poder estar más tranquilos en ese sentido?

“Me alegra que me lo preguntes. Gudmundur no fue despedido de la banda por ser un mal batería. Para nada. ¿Era un buen batería? No. ¿Era un buen miembro de la banda? Si. Se involucraba mucho e hizo muchísimo trabajo para el grupo. Nunca nos centramos en su estilo como batería, porque la química entre todos funcionaba. Eso lo curaba todo. Es como un matrimonio: si hay química, si te gustas, si te gusta estar alrededor de la otra persona no importa nada más. Da igual si el batería lo hace mal o si el bajista lo hace mal a veces. Se pasa por alto. Lo que importa es la unidad y la química entre la banda. Cuando esa unidad y química mueren te quedas con un mal batería o un mal bajista. El fuego desaparece y no hay nada que sustente aquello. Y no puedes ir a un supermercado a comprar uno nuevo.”

“Cuando empezamos a grabar el disco con Hallgrímur, nuestro nuevo baterista, observamos que si, que era un mejor baterista. ¿Somos una banda que vacile de lo grandes músicos que somos? No, nunca lo hemos sido. Hemos editado un nuevo tema del disco, una canción muy fácil a nivel de batería. La gente ha dicho ‘vuestro nuevo baterista es muy malo, devolvednos a Gudmundur’. Yo pensaba “¿estáis de broma?”. Si hubiésemos editado un primer single con partes de batería supercomplejas, la gente diría que estamos intentando demostrar algo. No puedes ganar en esto.”

“¿Quieres cafe? No, quiero té. ¿Quieres té? No quiero café. Así es la gente. Lo importante es que podamos disfrutar de la química entre nosotros y hagamos la mejor música que nos sea posible. ¿Podemos pedir un poco de paz mental para componer música juntos que sea buena? Sabemos por nuestra experiencia pasada que podemos tener buena química. Es lo que estamos buscando ahora.”

“Cuando compusimos ‘Otta’ estábamos muy confiados, porque hicimos ‘Svartir Sandar’ en tres meses. La química era la adecuada. Ahora tenemos otra química y eso tarda en construirse. No puedes pretender tener en un año lo que tardaste veinte años en construir previamente. Lo que se es que, en base a este planteamiento, el próximo disco será mucho mejor que este. El disco se llama ‘Berdreyminn’, que significa ‘soñador de eventos próximos’, por así decirlo. El nuevo disco es bueno y el siguiente será mejor. Se que sueno como un político o un vendedor de teletienda. pero creo firmemente en lo que estoy diciendo y lo sé”.

¿Porqué tanta gente se está haciendo fan de Sólstafir? ¿Es el elemento exótico? ¿Atraéis a un público hipster por ser distintos a lo habitual? ¿Es solo porque estáis en un punto álgido musicalmente?

“Es una pregunta larga y tiendo a olvidarme de lo que me preguntan sobre la marcha. Intentaré hacerlo lo mejor que puedo. Pienso que en parte tiene que ver con el hecho de haber girado mucho. Hacemos como doscientos conciertos al año. Eso ayuda. Hacer un disco jodidamente bueno, también ayuda. ‘Otta’ es un gran disco. Si me dices lo contrario estás sordo o no tienes gusto musical. No pienso que la banda sea hipster. Hace muchos años que se dice que somos la banda ‘favorita’ de ese mes, de ese año. No, tío. Esto ha sido todo pasito a pasito. Yo, que vivo y respiro esta banda cada día, no veo una diferencia entre los discos. La gente dice ‘¿por qué habéis cambiado tanto?’ y yo no pienso que hayamos cambiado. Si ‘mola’ escuchar a Sólstafir, es que hemos hecho algo bien. Me siento halagado. Me gusta poder hacer buenos conciertos. Me gusta hacer buenos discos. Me gusta generar una buena respuesta en el público. No creo que haya nada de malo en ello.”

“¿Hacemos algo distinto al heavy metal típico? Si. Creo que somos distintos a la mayoría de bandas de nuestro género. Me gusta pensar eso. Si me preguntas por mis cinco bandas favoritas de los últimos diez años, te diré que ni idea. No he escuchado ninguna. Me gusta el heavy metal, sea Thin Lizzy o Autopsy. Me gustan los clásicos. Respeto a las bandas que están haciendo algo bueno hoy en día. No me gustan Opeth pero están haciéndolo genial, rompiendo barreras para el género. Les da igual lo que piense la gente, creen en lo que hacen. Si las bandas no cogiesen y llevasen la música del punto A al punto B, seguiríamos escuchando ‘Smoke on the Water’ o ‘Born to be Wild’ o algo por el estilo. Algo nuevo ha de suceder. Pienso que somos parte de ese cambio. No se, pienso en voz alta”.

El metal se ha ido a por todos los extremos en los últimos veinte años y parece que ya no hay más que innovar. La mayoría de nuevas bandas optan por volver al pasado y replicar lo ya hecho. El movimiento “retro” que parece haber actualmente, vaya. El sonido de Sólstafir no deja de ser un viaje al pasado, en su mayor parte. Por ejemplo, el nuevo temam¡ “Ísafold”, es muy Thin Lizzy, mismamente. ¿Es ir hacia atrás la única manera ir hacia adelante?

“Cuando era un adolescente, recuerdo el primer disco de Cannibal Corpse. No había habido nada como eso hasta entonces. Pensabas que no quedaba nada por explorar después de eso, pero mira como ha evolucionado el death metal décadas después. Si escucho el death metal técnico de hoy en día me siento anciano. Es muy extraño sentirte viejo al escuchar música, porque me gusta el death metal, pero lo de hoy en día es casi como un deporte. Ya da igual el heavy metal o el rock and roll: es un deporte y ya está. No me gusta ese planteamiento. Me gusta que un baterista toque blastbeats, me encanta escuchar Terrorizer y decir “wow”, pero lo de hoy en día es simplemente excesivo.”

“Nosotros queremos hacer música rock que no tenga fecha. No creo que estemos yendo hacia atrás. Claro que no solíamos usar influencias de Thin Lizzy, pero es algo puntual. No hay más temas en el nuevo disco con influencias como esa. Es sencillamente una banda que he escuchado bastante últimamente. También, gracias a mi novia, estoy escuchando mucho Radiohead últimamente. Una banda que pasó de ser flor de un día, de un solo éxito, a volverse absolutamente rompedora. Es el tipo de música que nunca se ha tocado antes. Hacen algo nuevo. Eso es lo realmente valiente. Que una banda consiga ir de 310bpm con el doble bombo a 320bpm…no me aporta nada. Es como Ben Johnson o Carl Lewis. Uhm…me acabo de dar cuenta de que los chavales de hoy en día no sabrán quien es Carl Lewis”.

Di Usain Bolt y resuelto.

“Oh, claro. No lo había pensado (risas). La cosa es que cuando escuches nuestros discos dentro de treinta años no dirás “esto suena a 1995” o “esto suena a 2005”. No es como ‘Turbo’ de Judas Priest, que sabes que es un disco de los 80. No es como Deep Purple en los ’70, que sabes que es de los 70. O el “Downward Spiral” de NIN, que sabes que es totalmente de los ’90. Intentamos, sin esforzarnos, inconscientemente, componer música atemporal”.

Nos veremos en el Download Festival de Madrid en Junio. Espero que no te de por sacar la estelada catalana como en Barcelona la última vez, que está el tema calentito últimamente.

“Tranquilo, que me conozco las reglas (risas).”

Bueno, Dave Mustaine apareció en Barcelona hace unos años diciendo “hey, buenas noches Madrid” y aún se habla de ello. 

“No me jodas, ¿en serio?” (risas) Nunca he metido una cagada como esa, aunque he estado muy cerca. Una vez estaba muy resacoso en Austria y no quise decir ‘buenas noches ciudad x’ porque no sabía ni en qué ciudad estaba.”