Sin duda alguna, SOBER se encuentran en un momento dulce de su carrera. Hace un par de años se reunían con una primera actuación gratuita a las puertas del Hard Rock Café a la que seguían unas cuantas citas antes de volver al estudio para grabar ‘Superbia’, su primer trabajo tras su vuelta. Una gran acogida confirmó que el grupo había vuelto para quedarse, y otra prueba de ello es la Morfologira actual, en la que recuerdan su disco de 1999, interpretándolo al completo junto a algunos himnos de otros trabajos. Carlos Escobedo responde a nuestra llamada telefónica antes de que este fin de semana pisen Barcelona y vayan a Viña-Rock el lunes, para repasar un poco los últimos años y comparar la época en la que salió ‘Morfología’ con la actual.

Antes de meternos de lleno en hablar de la Morfologira, me gustaría saber cómo recuerdas el momento que vio la luz ‘Morfología’: aquella época, cómo era cuando salió, como lo vivisteis…

Sí que es cierto que con esto de Morfologira hemos vivido muchos momentos incluso como aquellos. Fue un disco muy esperado por nosotros, porque llevábamos cuatro años componiendo, teníamos una compañía discográfica detrás que se preocupaba, alguien que te daba la oportunidad de grabar en un buen estudio coincidiendo con el productor a todos os niveles, musical y personal, y nos dimos cuenta de que estábamos creando algo grande, fue un subidón tremendo. Fue la consolidación de un sonido que llevábamos buscando cierto tiempo en el local; por fin estábamos viendo el resultado, que era un equilibrio entre el rock, el metal y la riqueza melódica que aportaban las voces. Entonces yo creo que ‘Morfología’ significaba mucho por eso para nosotros y de ahí este homenaje; otros discos como ‘Reddo’ o ‘Paradysso’ podían haber funcionado mejor para un público masivo. Pero para nosotros tenía más sentido algo como Morfologira y recordar esos momentos, porque fue el momento el punto de partida de SOBER donde cogimos las riendas del asunto. También tuvimos la experiencia de salir de Madrid; ir por ejemplo a Valencia y tener a 200 o 300 personas que iban allí a cantar sus canciones. Era otra época, no había internet y había mucha más incertidumbre, todo funcionaba más por el boca a boca; alguna ciudad funcionaba de la ostia y otra nada.

Ahora los tiempos han cambiado, tanto la escena, la industria, el público… pero ¿qué ha cambiado tanto en SOBER como en Carlos Escobedo?

Yo creo que el espíritu a día de hoy se conserva, el de emocionarse a la hora de hacer una canción o subirse a un escenario, eso sigue igual. Pero a nivel de madurez y de afrontar las cosas de una manera más responsable por así decirlo, sí que ha podido cambiar con el paso de los años, entender la música, la industria, discográficas y todo lo que hay alrededor de la música.

Alrededor de la música y de manera muy activa están las redes sociales, donde los cuatro miembros estáis muy metidos de manera muy cercana con los fans.

Claro, era un poco lo que antes te contaba, saber de primera mano lo que el público piensa; por ejemplo, leer un par de días después de un concierto una crítica del mismo. Todos los artistas deberían tener, con una pequeña frontera, esa visión del juicio que te pueda hacer la gente. Esa conexión es muy buena.

Ahora salto en el tiempo y me voy al 2010, momento en que editáis ‘Superbia’, que tiene gran acogida y críticas, buenas ventas para los tiempos que corren, tenéis fechas en Sudamérica, aquí presencia en festivales multitudinarios como Sonisphere y En Vivo ante miles y miles de personas… ¿Esperabais una vuelta tan a lo grande?

Realmente no. Lo primero que nos conmueve cuando nos juntamos son las ganas de subirnos al escenario para tocar las canciones que llevábamos años sin interpretar. Aunque habíamos estado con SAVIA y SKIZOO no sabíamos muy bien cómo estaba el panorama, discográficas… y cuando decidimos componer un nuevo disco, estábamos un poco perdidos. No pensábamos que el público fuera a estar ahí, y algo que me ha sorprendido muchísimo en esta Morfologira ha sido ver en las primeras filas a muchísima gente joven, que puede que cuando saliera el disco tuvieran ocho años; ahora se te acercan después del concierto diciendo que sus hermanos mayores les daban la brasa con el grupo y por eso empezaron a escucharnos. Eso demuestra que las nuevas generaciones se están enganchando al grupo y se juntan con la que ya teníamos antes; y para una banda de rock eso es muy grande.

Ya sabes que mucha gente entiende este tipo de giras como una manera de recaudar dinero cuando en realidad es un aliciente para que la gente vea en directo canciones que están olvidadas, o que no tuvieron oportunidad de ver en su momento por la razón que fuera.

Lo tengo que decir muy sinceramente: para hacer caja lo hubiéramos hecho con un disco como ‘Paradysso’ que lo conoce muchísima gente y es más mayoritario. El hacerlo con ‘Morfología’ fue básicamente por nosotros. Fue cosa mía, un día escuchando el disco pensé “joder, esta canción no la hemos tocado nunca en directo, qué se debe sentir… ¿quedamos y preparamos ‘La duda’?”. La preparamos para el disco, pero luego no entró en el repertorio o por temática, o porque ya teníamos nuevas canciones preparadas de ‘Synthesis’. Realmente pensamos “¿cómo sonarían ahora canciones como predicador con Manu y ese show tan enérgico que hacemos?”

Empezamos a tocarlas un par de días y pensamos que la gente de esa época tenía que escuchar esas canciones y rememorar esos tiempos que vivimos entonces. Quien lo quiera ver de otra forma… nosotros no.

Además tiene que ser bonito el juntar bajo un mismo disco dos generaciones distintas separadas por varios años.

Ya te digo, si ves las primeras filas ves a gente de 18 años que se saben todos los temas. Muchos se te acercan después y te dicen cosas… incluso el otro día en Ceuta nos vinieron un padre e hijo, y es muy anecdótico; esas cosas te llenan.

Me gustaría que describieras la sensación tanto de la primera vez que ensayasteis los temas antiguos en el local, como la de volver a empezar un concierto con ‘La Prisión del Placer’.

Más que empezar con ‘La Prisión del Placer’, que la segunda canción fuera ‘Loco’, que normalmente es el subidón para la fiesta final, que es la canción emblemática para cerrar nuestros conciertos y donde vuelcas toda la emoción… es raro. Ahora ya nos hemos acostumbrado, pero al principio era una sensación extraña, que nos mirábamos todos, pero a día de hoy nos sucede lo contrario. Nos da un subidón que hace que el concierto vaya rápido hacia arriba.

Respecto a los ensayos, yo no me había preparado las letras el primer día, date cuenta de que he escrito ya ciento y pico… y la memoria ya va haciendo mella. A la hora de empezar a tocarlas, las letras parecían estar almacenadas en alguna parte de mi cerebro, esperando el día a ser recuperadas, y según salían los acordes iban surgiendo de manera natural. Había fallos, claro, pero en los primeros ensayos las canciones tenían un alma que nos hizo entender por qué en su momento tuvieran un empuje tan grande.

 ¿Hay alguna que os haya llamado la atención por encima de las demás a la hora de funcionar en los conciertos?

Por mi parte te diría que ‘Predicador’ o ‘Lluvia de Dolor’ eran canciones que estaban muy olvidadas y que ahora el público las canta de principio a fin.

Antes hablábamos de cómo han cambiado los tiempos, pero ¿cómo lo ha hecho la escena? Este mismo año habéis tenido acompañándoos a bandas como KILLUS, DARKNOISE o ROMEO…

Ahora tenemos un montón de bandas que requieren apoyo, nos gustaría incluso ayudar a más grupos en la medida de lo que se puede. Ahora mismo en Cube estamos produciendo a un grupo de Zaragoza que se llama CUBE. Hay creatividad y mucha gente con ganas, pero un sentimiento general de presión, y hay que cambiar un poco el chip. En 1993 había cuatro bandas que se llevaban todo y el resto se pudrían en los locales de ensayo, pero de alguna forma el sentimiento de lucha a antes era mayor. Ahora hay grupos que sacan un disco “no ha funcionado, ya veremos si sacamos el siguiente…”. Nosotros nos juntamos en el 93 y hasta el 97 no sacamos un disco, y luego hasta el 99. Pasaba el tiempo, seguías trabajando, seguías haciendo conciertos… y ahora algunos parece que lo quieren todo YA: me junto, estoy un año, hago estos temas y me voy a la carretera. Todo merece su tiempo para que cuando los grupos salgan tengan tablas y la gente se crea lo que estás haciendo. Aún así creo que hay muchísimo talento, en mi muro suben muchas bandas cosas y te quedas flipado.

En relación a eso, ¿`por qué cuesta tanto dar oportunidades a los grupos de aquí?

Yo creo que el producto nacional lo ven un poco en plan “bueno…”. Nosotros siempre hemos creído en las bandas que han estado con nosotros. DARKNOISE tienen esas ganas, ilusión y actitud que tienen que tener una banda, la de coger la furgoneta de Murcia a Victoria para salir a dar un bolo. Otras intentas dar un concierto y bueno… En Barcelona lo hicimos con HEDTRIP en su momento y directamente entraron en nuestro camerino a robarnos las botellas de whisky y les pilla el road manager; hay que madurar un poco en ese sentido, esa no es la actitud.

El setlist de Morfologira lo acompañáis de ‘Diez Años’ y ‘Paradysso’, ‘Hombre de Hielo’ en ‘Reddo’, ‘La Araña’ de ‘Superbia’ y ‘Sombras’. ¿Ha sido complicado hacer una selección tan corta para representar otros trabajos?

No es complicado realmente, todo lo contrario. En principio queríamos meter más, pero tocar más de dos horas es imposible hoy en día con las salas que te ponen limitaciones de tiempo, y más si llevas un grupo telonero. Buscábamos tener un setlist que no tuviera momento para bajada, con temas emblemáticos que forman parte de nuestras sensaciones igual que ‘Morfología’. Que de principio a fin sintiéramos cosas.

Este fin de semana actuáis en Barcelona, el lunes en Viña-Rock, en Mayo tenéis un puñado de fechas y en Junio vais a Venezuela. ¿Allí vais a llevar este mismo set?

En Venezuela, aunque forme parte de la Morfologira y nos dejen unas dos horas y cuarto, haremos un resumen con siete ocho canciones, y el resto repasar un poco los demás discos. Allí nos conocen por internet, por Youtube, por los singles, y ‘Vacío’, ‘La Nube’ o ‘Cientos de Preguntas’ tienen que estar presentes en el repertorio. También estamos preparando cosas para México de cara a Noviembre.

¿Hay mucha diferencia entre el público latinoamericano con el de España?

Muchísima. Allí te pasas más tiempo firmando autógrafos después del concierto que tocando propiamente dicho. Recuerdo una vez en Mexico DF después de tocar en una sala de 400-500 personas donde pagaban 250 pesos, unos 15 euros (que es mucho por allí), salimos por la parte de detrás, nos encontramos un puesto de merchandising pirata, supercurradas, nos regalaron una a cada uno, y te encontrabas a todos los que habían estado dentro, fuera para hablar contigo y que firmaras algo. Exactamente igual que cuanto yo tenía trece años e iba a ver a Barón Rojo, lo viven de una manera muy grande el rock.

¿Y después del verano, qué? Antes me comentabas de volver a Sudamérica…

Acabamos de cerrar con un manager que va a trabajar toda Latinoamerica. Iremos a Colombia, queremos hacer una gira bastante extensa por México, (Monterrey, Guadalajara, Puebla)… ampliar y mejorar lo que ya habíamos hecho. Creo que vamos a hacerlo de la manera que nos gustaría hacerlo.

¿Os habéis puesto ya a componer nuevos temas de cara a un futuro disco?

El otro día en la furgoneta ya estuvimos escuchando tres maquetas de cosas nuevas. Yo la verdad es que no paro, tengo un pequeño estudio en casa, me encierro y me pongo a hacer temas… De ahí a que nos pongamos a trabajar en ellos va bastante. Quizá en Octubre hagamos un concierto de despedida de ‘Superbia’ para después meternos de lleno en la preparación del nuevo disco, que además formará parte de alguna manera del veinte aniversario de la primera vez que nos juntamos; queremos un disco especial.

Hablando de especial, el concierto de Madrid se grabó para editar un DVD, pero no se anunció hasta dos o tres días antes del día. ¿Fue una decisión de última hora?

Queríamos un concierto con la actitud de Morfologira, no uno que se anuncia que se va a grabar para tener más público u otro tipo de concierto; lo queríamos igual que los demás. Lo anunciamos para que hubiera constancia, pero llevábamos meses trabajando con la gente de cámaras y todo el equipo que han grabado el vídeo de ROMEO, viendo posibilidades. Queríamos un concierto más, y simplemente se grabó. Ya hemos podido ver una previa y pensamos que va a quedar un dvd superbonito y muy anecdótico.

¿Supongo que no habrá fecha aproximada de lanzamiento todavía, no?

No. Puede ser que si hacemos ese concierto de fin de gira lo mismo esté ya el DVD y lo regalemos con la entrada, en plan homenaje a todo este año que hemos tenido.

Para ir terminando, antes mencionabas otros discos quizá mayoritarios en la carrera de SOBER que quizá hubieran funcionado mejor para una gira así. ¿Dejáis la puerta abierta para el futuro?

Si sentimos lo mismo que sentimos cuando pasó lo de Morfología, ¿por qué no? Pero ahora mismo no los sentimos. Con este teníamos todas esas anécdotas, las emociones que vivimos en esa época… pero no vivimos lo mismo con ‘Synthesis’, ese punto de virginidad que tenías a la hora de entrar en un estudio y afrontar todo. La pena es que ocurrió hace muchos años y no tenemos material gráfico, pero sí recuerdos que nos vamos contando entre nosotros. Ese tipo de cosas hace que no las olvidemos, pero lo que hemos sentido con Morfología es difícil que lo sintamos con otros discos. No se descarta que se haga con ‘Reddo’, ‘Paradysso’, ‘Synthesis’ o ‘Superbia’ porque sí, porque te apetezca.

Varo ( varo@themetalcircus.com )