Segunda parte de la entrevista a Jordi Zelig Tàrrega sobre su ópera prima escrita: “Shock Rock: Sexo, Violencia y Teatro”. En esta segunda parte se habla sobre el Shock Rock hispano, sobre la originalidad y el ser el primero en hacer algo, la aportación de Marilyn Manson y las bandas definitivas sobre Shock Rock. En definitiva, otra mirada más sobre lo que se esconde bajo la máscara y lo que se oculta tras las pinturas de guerra salpicadas por purpurina.

TMC: España siempre ha ido un pelín a remolque de lo que se cocía en otros países, ¿ha habido grupos de Shock Rock? ¿Hay actualmente alguno?

JT: “En primera instancia había un capítulo para el Shock Rock hispano, pero me metí en ello y pronto vi que daba para otro libro. Llegué a entrevistar a Decibelios, Bella Bestia e inicié contactos con La Orquesta Mondragón, McNamara, Mägo de Oz, Nancys Rubias, Gothik Sex, Noctem, Amset o La voz de la Orgía, pero tuve que olvidarme de ello. Es algo que me gustaría retomar algún día. Ha habido en España grandes provocadores, especialmente en la transición y con la mal-llamada movida madrileña. Sin lugar a dudas La Orquesta Mondragón son los grandes del Shock Rock y los pioneros, sólo hay que ver las fotos de Popocho vestido para matar, pero sobretodo merecen un capítulo sólo para ellas las Vulpess y su mítica aparición en TVE. El punk vasco de principios de los 80 también iba cargado de mucha provocación y crítica feroz. Mägo de Oz han ofrecido unos conciertos con grandes presupuestos y han llegado a tocar en catedrales y barcos, pero desgraciadamente parece que el globo se deshincha. Actualmente hay grupos que ofrecen espectáculos interesantes, pero no termino de entender que con la crisis que hay, y lo jodido que está todo, no surjan bandas reivindicativas capaces de aportar mala leche y meter el dedo en la llaga”.

TMC: Como bien sabes, sale un artista haciendo algún gimmick original  y de seguida cientos hacen lo mismo, no crees que tanta proliferación hace disminuir el interés?

JT: “Es el ciclo de la vida, no hay más. El primer tipo que sale con una buena idea es el “genio”. El segundo que la copia es obviamente “el listo”. El tercero es “el artesano”, ese que reconoce a los dos anteriores la idea primigenia y realiza eso mismo con sumo gusto y dedicación. A partir del cuarto llegan los “gilipollas”. Aún y así prefiero ver en este libro a todos los que han participado y aparecen como “artesanos” (Risas). Las discográficas ven un filón en ello, copian ese sonido y buscan a grupos que hagan eso mismo a la espera de que suene la flauta. Cuando el merado está saturado todo se viene abajo y se mantienen los primeros, los originales. Pasó con el rock and roll, pasó con el punk, el glam, el heavy metal, el grunge, el power metal estilo Helloween, el metal gótico con vocalista femenina teñida de pelirrojo y ahora sucede con el viking metal y los imitadores de Manel. Colapso de mercado hasta que surja alguien con una propuesta, no nueva, sino diferente, y vuelta a empezar.

TMC: De Alice Cooper a Lizzy Borden, o de Slipknot a Mushroomhead… como se puede ver la cosa va transformándose, crees que aún hay un más allá de estas performances que conocemos hoy en día? Crees que puede salir alguien aún con la capacidad de sorprendernos?

JT: “Difícil… Evidentemente saldrán bandas con propuestas vendidas como nuevas pero serán una buena mezcla de otras. El mejor ejemplo son The Darkness, gran banda que mezclaba Van Halen y Queen a la a perfección, pero nada nuevo. Enforcer empiezan a demostrar que valen pero me recuerdan a Wolf y a la vez tributan a un sonido y a una estética ya manida, por muy bien que lo hagan. En cuanto a trucos de directo vamos a ver si aparece algo novedoso, pero lo veo realmente difícil. Para mi el truco de Theatres Des Vampires con Sonya Scarlett dando de beber su sangre al público es de lo más innovador que ha aparecido estos últimos años. Por cierto, en la entrevista no quiso confirmarme si realmente la sangre es real o no… Lo que sí puedo decirte es que esta chica sabe perfectamente lo que hace, es muy culta, conoce el negocio y que el resto de la banda ama Kiss por encima de todas las cosas”.

TMC: Uno de los personajes más polémicos surgidos últimamente es Marilyn Manson y que parece que con cada vuelta de tuerca de su personalidad va perdiendo seguidores….

JT: “Marilyn Manson supuso un soplo de aire fresco al negocio y sus primeros pasos fueron extremos y provocativos. No creó nada nuevo pero sí que supo conjugar elementos de los más grandes. Guerra de escupitajos propia de las primeras bandas punks, musicalmente bebía de Ministry e incluso ocupó el trono que iba destinado a los de Al Jourgensen. La imagen y provocación eran propias de Alice Cooper y crear una imagen distinta para cada disco era propio de David Bowie. Su gran innovación fue la de que, a diferencia de Cooper, su personaje seguía fuera de los escenarios y no desaparecía cuando morían los focos y terminaban los aplausos. Manson vivía su criatura el día a día, pero eso conlleva ciertos riesgos pues su vida privada y su éxito lo apalancaron e influenciaron al personaje. No queda rastro del Manson que grabó el “Antichrist Superstar” y su esperpéntico concierto hace unos años en Bilbao es de las cosas más desastrosas que he visto sobre un escenario”. A pesar de ello hay que reconocerle muchos méritos y el Shock Rock le debe mucho a Manson”.

TMC: ¿Cuál es para ti de los músicos que has entrevistado, el más psicotrónico? ¿Y el más auténtico, el que lleva su papel más allá de los escenarios?

JT: “Creo que las bandas de punk de finales de los 70 y 80 que siguen siendo muy fieles a sus actitudes de sus inicios y eso les honra y les da una gran autenticidad. Hay muchos otros que en el escenario hacen un papel pero luego, fuera de él son auténticos y avispados ejecutivos, pero vaya, también lo respeto pues tiene doble mérito. Cooper siempre será Alice Cooper y Manowar o Kiss tienen sus pros y sus contras pero que así continúen. En lo personal el tipo que más me sorprendió fue Seth Putnam de Anal Cunt, muerto recientemente. Posiblemente me concedió su última entrevista en vida y fue caótica. Contacté con él por Myspace, aceptó al cabo de un mes, le pasé las preguntas, y dos meses después, cuando ya daba por perdida la entrevista, llegaron las respuestas. Le agradecí pero ya no volvió a dar señales de vida. Un provocador nato y un superviviente… hasta hace poco. Ofreció ruido, violencia y excesos y todo con una ironía y una parodia a la que nadie ha llegado. Se insultaba a si mismo, a lo que amaba y a lo que detestaba. Si hay una persona que es capaz de sobrevivir a un coma y luego titular un tema como “Hahahaha, estás en coma”, es que está realmente enfermo o que es bastante más inteligente de lo que la gente piensa. Putnam reunía los dos requisitos”.

TMC: ¿En el libro hay algún anecdotario? Ya sabes, un poco de chismorreo siempre es gracioso de leer…

JT: “Algo hay, pero no he podido crear un epílogo o un anexo sobre ello. También quería reunir las películas más influyentes en el Shock Rock pero había problemas de espacio. Lo bueno es que hay protagonistas contando su versión sobre las leyendas urbanas que circulan. Mortiis recuerda como una discográfica vendió una trivial historia como un suceso sumamente importante o nos recuerda que dijeron en su momento que había apuñalado a su madre. Lizzy Borden nos relata cómo fue arrestado en Alemania por no lavarse la cara y tomar el avión con restos de sangre falsa en la cara, la relación de Cooper con Dalí… Cabe tener en cuenta que muchas bandas saben que estas historias les hacen leyenda y hacen que hablen de ellos, así que de muchas no sabremos nunca si realmente ocurrieron o no. A veces la verdad no es tan bonita como la historia contada. Lo del pollo y Alice Cooper… no hubo tiempo para poder preguntárselo… Y la entrevista con Calico (su hija y ayudante de directo) finalmente no fructificó”.

TMC: ¿A quién crees que va dirigido tu libro, a todos los amantes de la música en general o a los metaleros más arraigados?

JT: “El libro está pensado para que cualquiera pueda engancharse siendo fan del punk, metal, heavy o rock en general. No hay en las páginas la enésima biografía de Iron Maiden, Kiss o Alice Cooper y sí un repaso a su trayectoria deteniéndonos en los momentos de directo más importantes o en sus hitos. Pocos recuerdan , por ejemplo, que el concierto de despedida de Bruce Dickinson incluyó un directo con un mago que utilizó trucos muy sangrientos. Me interesa tratar temas poco tocados o manidos por más que sea inevitable hablar de lo recurrente. Por otro lado he dado entrada a bandas muy poco conocidas para que los amantes de estilos muy definidos conozcan a grupos menores. Los Warrant alemanes y su encapuchada mascota, Virgin Steele y su espada en llamas, The Mentors con su rock violador en el que defendían la violación de mujeres, Notre Dame y su espectáculo, los coloristas The Sweet, la primera banda que se metió en el rollo satanista en los 60: Coven, las motosierras de Jackyl, los afortunadamente olvidados Nitro o la cabalgata de desgracias de Great White. Estoy seguro que el avezado lector que ya sea de por si una enciclopedia del rock en patas, seguro que encontrará algo diferente o nuevo. Para quien desconozca todo este mundo creo que es un viaje espectacular en el que cada grupo posee una bonita, triste o escabrosa historia que ser contada. He incluido una guía en la que he recopilado los mejores temas, videoclips, discos y videos de Youtube”.

TMC: ¿Podrías hacerme un retrato robot del grupo shock rock que para ti fuera el definitivo? ¿Cómo tendría que ser para ti la banda definitiva: con pinturas, máscaras, fuego en escena….cómo sería tu banda ideal?

JT: “Uffff, difícil me lo pones… Sangre, sexo, pirotecnia, luces, lásers, decenas de miles de fans… Es imposible que un grupo pueda conseguir todo ello y encima crear buena música. Es como ponerse máscaras y pintarse la cara, sería renundante e innecesario. Me quedo con la frase que inicia el libro y que me respondió uno de los padres del invento, Arthur Brown: “La mejor canción de Shock Rock es la que definitivamente abre la mente de alguien en una ocasión particular”. Ese tema que te atrapa, te llega y tiene algo que no sabes. Ese algo es un mensaje que posee más contenido del que pensamos, pero las máscaras, pinturas y humo hacen que no lo descifremos. Para poder intentarlo descifrar, se ha escrito este libro, una mirada a lo que se esconde tras la máscara”.

TMC: Gracias Jordi, gracias a tu bestial dedicación ya tenemos el regalo perfecto para todos nosotros, enfermos como tú  de este tipo de música.

Jaume Bellini