Trivium: “No planeamos nada, componemos sin establecer límites”
En los albores del metalcore, Trivium dio un golpe sobre la mesa con ‘Ascendancy’ y acaparó las portadas de los grandes medios metálicos. Pero esa llama fue apagándose y, desde entonces, el cuarteto estadounidense ha trazado su escalada a fuego lento.
Con nueve discos a sus espaldas y una personalidad más depurada, Trivium presenta ‘What The Dead Man Say’. Música, artes marciales y gastronomía se funden en esta charla con el líder de la formación, Matt Heafy, quien asegura sentirse un artista “más libre que nunca” en su nuevo álbum. Explica que hay ciertos discos del pasado, como ‘The Crusade’, ‘Vengeance Falls’ y ‘Silence In The Snow’, en los que trataron de “limitar Trivium”. “En estos trabajos optamos por no desviarnos de ciertas rutas, establecimos normas y fronteras”, confiesa Heafy. Detalla que en ‘The Crusade’ se impusieron determinados límites a sí mismos, con el fin de “contrarrestar” lo que significó ‘Ascendancy’, mientras que en ‘Vengeance Falls’ y ‘Silence In The Snow’ permitieron que un productor “pilotara la nave” y les dijera qué era lo que debían hacer. El líder de la formación estadounidense asegura que, en los otros seis discos, han realizado las canciones que querían escuchar y tocar como fans de la música: “nunca pensamos sí al público le gustarían o no”. Por ello, Heafy ve como algo natural que los últimos dos álbumes suenen como un resumen de toda su trayectoria.
Una de las piezas clave para el salto de gigante que ha dado Trivium es su actual baterista, Alex Bent. Heafy indica que, gracias a su inclusión, la banda cuenta ahora con una formación que es “capaz de sacar cualquier cosa adelante” y asegura que la libertad creativa que han alcanzado está “directamente relacionada” a ello. “Con Alex en el grupo y los cuatro integrantes en el mismo método de cara a practicar nuestros instrumentos, sentimos que no existen los límites”, afirma el carismático frontman. Heafy remarca que algunos de los bateristas que han pasado por Trivium “eran increíbles en técnica y velocidad, pero no brillaban en la simpleza”. Mientras que otros “eran realmente buenos en lo simple, pero no podían llegar a ciertos extremos”. En ese sentido, alaba la labor de Bent, ya que es capaz de “transitar entre ambos mundos” y eso es, según Heafy, “lo que Trivium necesita”. Detalla: “solemos pasar de una canción minimalista, lenta y melódica, a otra progresiva, rápida y técnica. Somos capaces de adaptarnos a esos cambios y, en estos momentos, los cuatro sentimos esa libertad en el espacio que compartimos”.
“Con Alex Bent en el grupo y los cuatro integrantes en el mismo método de cara a practicar nuestros instrumentos, sentimos que no existen los límites”
Trivium ha cambiado de responsable a las baquetas hasta en cinco ocasiones –hecho sobre el que la propia banda ironizó hace un par de meses en redes sociales–, pero el líder del cuarteto confía en que Alex Bent continuará en el grupo a largo plazo. Espera que “nunca sea infeliz” junto a ellos y tampoco les abandone “por la heladería o algo parecido”, bromea. La gran armonía que reina actualmente en el seno del cuarteto es evidente: “le amamos y es increíble, es el tipo que hemos estado buscando durante toda nuestra trayectoria”. Heafy va más allá y destaca que Bent es “el mejor baterista” con el que ha tocado nunca y “uno de los mejores” que ha visto en directo. “Espero que se mantenga a mi lado hasta el día en el que no pueda tocar más música”.
El trabajo colaborativo a las guitarras entre Corey Beaulieu y Matt Heafy es otro de los aspectos fundamentales de la banda, y la esencia de la dinámica de trabajo entre ambos se mantiene imperturbable al paso del tiempo. “No ha habido un cambio tremendo en lo que respecta a fuentes de inspiración o los objetivos a alcanzar. Simplemente, hemos seguido tocando la guitarra, actuando en directo y mejorando paso a paso”. Heafy relata que han progresado “de forma lenta pero consistente” en todo lo que hacen, se considera “mejor cantante y guitarrista” y siente lo mismo hacia el resto de los integrantes de la banda. En cuanto al proceso creativo, intentan “no forzar” las cosas y que la inspiración “fluya con naturalidad”. Heafy expande: “algo que aprendimos muy pronto en nuestras carreras es que no funcionamos bien si fijamos un momento determinado para escribir riffs o discos, somos mejores sin esas limitaciones”. El mismo día en que se realizó esta entrevista (18 de mayo) el artista estadounidense tuvo un momento de tremenda inspiración: “estaba haciendo un directo en Twitch, tocando canciones de Trivium, y de golpe me ha salido algo que sin duda se convertirá en una nueva canción de la banda. He guardado el vídeo en Youtube y he borrado los playbacks para que nadie lo pueda ver, ya que es una de las mejores cosas que he escrito nunca, quizás incluso la mejor”. Para Heafy, ese es el modo adecuado de escribir.
Con el paso del tiempo, Trivium ha experimentado una evolución estilística sustancial, pero Heafy afirma que “no han planeado nada” ni han incidido en ningún aspecto en particular a la hora de crear los últimos dos discos. “Simplemente componemos, sin establecer límites. La única regla que pensamos para el nuevo disco fue la de hacer nueve canciones”. Normalmente, Paolo, Corey o el mismo Heafy crean un riff, una colección de riffs o incluso un tema entero. Hacen una demo por su cuenta, la mandan al resto de compañeros para que la puedan escuchar durante un tiempo y, una vez en el local, la convierten en una canción de Trivium. “Puede cambiar del 1 al 99%”, asegura Heafy. Una vez que sienten que la base es “lo suficientemente sólida”, presentan las canciones a su productor, Josh Wilbur, y vuelven a pasar por el mismo proceso, del 1 al 99%. Heafy indica que esta puede parecer una respuesta “decepcionante”, pero opina que de ese modo tiene “un valor aún mayor”. Habla sobre bandas que establecen reglas y parámetros a la hora de componer, “deben hacerlo para que funcione, porque no se conocen lo suficiente como artistas”. Pero el caso de Trivium es diferente: “Paolo, Corey y yo llevamos tanto tiempo juntos que realmente no necesitamos palabras para expresar por dónde queremos ir”. Heafy cree que esto es también una parte fundamental del sonido del cuarteto, su intención es siempre “dejar el escenario abierto para cualquier suceso musical”. A ello se debe la existencia de canciones como “What The Dead Men Say”, Heafy explica que contiene “una melodía de Europa del Este que se funde con el black metal a mitad de la canción. Las partes más sencillas del inicio se transforman de forma seguida en algo con más técnica y thrash. También incluye un estribillo grande y abierto, melodías barrocas… tiene todo lo que nos gusta”, sentencia.
“Afronto las voces y la guitarra más como atleta que como músico”
Como vocalista, Heafy ha vivido grandes altibajos desde el comienzo de su trayectoria y tocó fondo en 2014, cuando se dañó las cuerdas vocales y tuvo que ser operado: “tuvimos que cancelar giras y pensé que cantar había terminado para mí”. Pero en esa época, empezó a practicar con su profesor de canto, Ron Anderson, quien le obligó a hacer borrón y cuenta nueva. “Había cantado y gritado de forma equivocada durante toda mi carrera y tuve que reaprenderlo todo”. Al mismo tiempo, el vocalista de Trivium comenzó a practicar el jiu-jitsu brasileño, arte marcial que le enseñó lo que significa “volver a construir algo desde la base”, sin olvidar los directos en la plataforma de streaming Twitch. Heafy explica que esto último se ha convertido en algo “especialmente beneficioso” para su voz, ya que cuando está en directo suele pasar la mayor parte del tiempo interpretando canciones de Trivium por petición de sus seguidores. “Mantener esas tres cosas durante los últimos tres años ha sido bastante intenso” asegura. Heafy retransmite en Twitch cinco días a la semana y dos veces cada día, lo cual equivale a entre una y seis horas diarias de canto melódico y gutural fuera de las giras: “afronto las voces y la guitarra más como atleta que como músico, para mí ya no hay días libres”. El joven artista quiere estar “siempre en forma”, de modo que pueda hacer un disco o ir de gira “en cualquier instante”. En el caso de ‘What The Dead Men Say’, cada músico practicó de modo intensivo individualmente, y después hicieron lo mismo como banda en el local, antes de pisar el estudio. Debido a ello, la grabación de Trivium duró solo 16 días, cuando la mayoría de bandas, según Heafy, “suelen necesitar entre uno y tres meses”.
Entre los nuevos hábitos de Heafy destaca el jiu-jitsu, ya que le ha servido como ejercicio de introspección. “Aprendes mucho sobre ti mismo y creo que los egos, las reacciones negativas y la actitud de estrella del rock de muchas bandas serían corregidas de forma muy rápida si tuvieran que afrontar el jiu-jitsu”. Heafy explica que “no importa lo fuerte o increíble que te creas, cuando empiezas en esto no eres tan bueno como el resto de personas en la sala y caerás, una y otra vez”. El frontman de Trivium remarca que “siempre habrá alguien que le dedique más tiempo que tú” y ser consciente de ello es algo “muy importante”. Expande: “no empecé con el jiu-jitsu porque sentía la necesidad de ser disciplinado, mi padre trabaja en la Marina y mi madre es japonesa, por lo que siempre he sentido que provengo de un entorno de mucha disciplina”. El jiu-jitsu le ha mostrado otras cosas y le ha enseñado a ser “siempre humilde”. Heafy aún recuerda el día en el que luchó con alguien por primera vez, después de finalizar su aprendizaje básico. “Me enfrentaba a un chico de 16 años y la mitad de mi tamaño, y pensé que le ganaría sin problemas, pero el chico me dejó fuera de combate en 30 segundos”. Aquel momento le enseñó que el jiu-jitsu es “algo que nos convierte en iguales”. Este arte marcial ha cogido tanta importancia en la vida de Heafy, que ha aplicado sus fundamentos “a todo” lo que le importa en la vida: “la guitarra, la voz, incluso los videojuegos, me he fijado en los malos hábitos que debo mejorar”.
“Los egos y la actitud de estrella del rock de muchas bandas serían corregidas de forma muy rápida si tuvieran que afrontar el jiu-jitsu”
Recientemente, Twitch es otro frente que ha tomado especial relevancia en la vida de Matt Heafy y, en tiempos del coronavirus, cree que ha sido de “gran ayuda” para sus fans. “Cuando hace tres años comencé en Twitch lo hice enseñando canciones de Trivium a nuestros seguidores por lo que el público principal proviene de la banda, no de la propia plataforma”, explica el frontman de la banda estadounidense. Asegura que “siempre” ha querido dar todo lo posible a sus fans, ya que son ellos los responsables de que Trivium pueda ganarse la vida de este modo. “Ahora todos estamos en casa, algunos no tienen empleo, otros deben cuidar de sus hijos y trabajar al mismo tiempo… quise que mi canal fuera un lugar de alivio”, detalla Heafy, “un espacio positivo que permita conectar con la gente y evadirnos de lo que está sucediendo”. El artista estadounidense sintió que construir algo así era su responsabilidad.
Pero, más allá del momento particular, Heafy se siente especialmente feliz con la comunidad que se ha gestado en torno a su canal de Twitch: “he podido conocer a los fans de Trivium mejor y también han podido conocerse entre ellos. Algunos moderadores de mi canal han viajado entre Europa y Estados Unidos para conocerse o incluso asistir a bodas”. El joven artista se alegra de que el canal haya servido para crear “grandes amistades”, ya que “Trivium siempre ha sido sobre eso, sobre cuidar a la gente que nos cuida”.
La comida es otra de las principales aficiones de Heafy, hace algunos años puso en marcha un blog temático, pero ahora las cosas han cambiado: “desde que empecé con el jiu-jitsu y los directos de Twitch, la cocina ha pasado a un segundo plano”. En casa, su mujer cocina la mayoría de veces y él se encarga de la limpieza, “tratamos de mantener el equilibrio de ese modo”. La cara visible de Trivium relata que cuando están de gira siempre tratan de encontrar “la mejor comida local”. Estos días, Heafy echa especialmente de menos la gastronomía de Asia, continente en el que deberían de estar girando: “Singapur, Tailandia, Indonesia, Japón… ese era nuestro destino para estos meses, debíamos estar allí, disfrutando de la gran comida de esos países”. Además, Heafy asegura haber probado algunos de sus platos favoritos en España: “mi restaurante preferido está en Barcelona, se llama Quimet y Quimet, un pequeño establecimiento centenario que sirve tapas”.
“Algunos moderadores de mi canal de Twitch han viajado entre Europa y Estados Unidos para conocerse o incluso asistir a bodas”
En tiempos de crisis, las letras de ciertos artistas toman especial relevancia y Trivium ha tratado de juntar en el nuevo disco temas y conceptos que resuenen más allá de cualquier coyuntura. Heafy explica que “no hay respuesta correcta o incorrecta en cuanto al significado de las letras, se trata sobre lo que cada oyente sienta”. El vocalista está viendo que la gente se siente identificada con cada una de sus nuevas canciones, “podría ser “Sickness Unto You”, “What The Dead Men Say”, “Catastrophist”, “Scattering The Ashes” o “The Ones We Leave Behind”. Un tema será atemporal si la gente de diferentes rincones del planeta puede aplicarlo a cualquier evento o recuerdo”. Las referencias literarias han sido otra constante a lo largo de la trayectoria de Trivium y, en este caso, el título y la primera canción del nuevo álbum hacen referencia a la novela corta de mismo nombre del reconocido escritor Philip K. Dick. “Nuestro bajista Paolo Gregoletto fue quien leyó la novela, nos contó que le resultó muy inspiradora y quiso hacer un tema con el mismo título”, de todos modos, Heafy indica que Gregoletto no ha realizado “un simple recuento del relato”, sino “su propia interpretación”. El vocalista de Trivium repasa su discografía y menciona algunas de las canciones inspiradas en sus referentes culturales: “existen muchos ejemplos, “Into The Mouth Of Hell We March” fue inspirada por la película bélica ‘300’, “The Calamity” y “Strife” son títulos que cogí del videojuego Final Fantasy 7, “Tread The Floods” hace referencia al videojuego Doom y “Becoming The Dragon” es el título de un capítulo de ‘Geek Love’, un libro escrito por la novelista estadounidense Katherine Dunn”.
Desde la música hasta la estética, Trivium ha tratado de cuidar todos los detalles referentes a la banda a lo largo de su trayectoria, y Heafy explica que las artes visuales han jugado un papel fundamental en los últimos años: “en la época de ‘In Waves’ comencé a indagar en este mundo y descubrí algunos de los directores de cine que más me han marcado: Lars von Trier, David Lynch y Nicholas Winding Refn. Sus películas tuvieron una gran influencia en mí”. En lo que se refiere al nuevo álbum, indica que la inspiración podría estar “en cualquier sitio”, ya que cuando viajan por el mundo les gusta visitar museos, no solo de arte clásico, sino también moderno. “Estar rodeado por las artes visuales potencia mi imaginación y después trato de trasladar eso al arte auditivo”, añade el frontman del cuarteto basado en Florida.
Mrityu es otro proyecto en el que Matt Heafy trabaja desde hace tiempo junto al fundador y líder de Emperor, Ihsahn, proyecto que parece estar más cerca que nunca de ver la luz. “No querría hablar sobre géneros, sonidos o comparaciones a otras bandas. Prefiero que la gente lo escuche sin nociones preconcebidas”, afirma Heafy. Explica que la idea original fue basada en el black metal: “mi intención era hacer este tipo de banda en la que no desvelaría mi identidad y tocaría black metal que va directo a las raíces”, pero algo cambió en el camino. “Me hice amigo de Ihsahn por correo electrónico, le enseñé el material y le gustó”. Por aquel entonces, este acababa de publicar ‘Eremita’, su cuarto disco en solitario, trabajo que tuvo un gran impacto en Heafy: “hizo replantearme toda mi visión hacia el black metal”. El líder de Trivium sostiene que, en su día, el género se fundó “como una rebelión hacia la norma, hacia todos aquellos que hacían exactamente lo mismo”, pero cree que con el tiempo “se ha pegado mucho” a la tradición. “Cuando sucede algo así, acabas convirtiéndote en eso mismo que inicialmente pretendías combatir”, apostilla Heafy y reivindica que “Ihsahn siempre ha tratado de ir más allá, revolviendo las convenciones del black metal”. Finalmente, esa es la vía que el joven artista ha decidido tomar con Mrityu. “Ha acabado siendo algo muy diferente a lo que imaginé inicialmente y creo que el público se va a llevar una gran sorpresa cuando escuche el álbum”.
“Al principio Ihsahn era uno de mis héroes, luego se convirtió en un mentor y finalmente en un amigo”
Heafy explica que lleva ya “diez años trabajado en este disco”, por lo que ha sido un proceso “muy gradual”. El tiempo también ha cambiado su relación con Ihsahn: “al principio era uno de mis héroes, luego se convirtió en un mentor y finalmente en un amigo. Ha sido un proceso increíble”. El habilidoso guitarrista explica que Ihsahn cumple en Mrityu la faceta de productor y también ha coescrito algunas canciones, aunque su influencia se palpa también a través de los discos y la literatura que le ha ido recomendado durante estos años, con el fin de potenciar su creatividad. Heafy ha pasado toda una década hablando sobre el proyecto y siente un gran deseo de publicarlo, asegura que “no se parece a nada que haya escuchado antes”.
Por su parte, Trivium ya ha superado las dos décadas de existencia y este verano se cumplirán 15 años de aquel primer gran concierto en el festival británico Download, que catapultó a la banda y a ‘Ascendancy’ a las portadas de la prensa especializada. Echando la vista atrás, Matt Heafy se siente satisfecho con el camino trazado y afirma que no daría “recomendación alguna” a su yo pasado: “cada uno de los aciertos y errores tendrían que suceder para llevarlo hasta el punto en el que me encuentro a día de hoy. Si pudiera reencontrarme con él, simplemente lo observaría desde lejos, sin interactuar”.
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