Parkway Drive: un año antes, el coronavirus hubiera acabado con ellos
Ya no son un proyecto de futuro, son una realidad. Parkway Drive es uno de los grandes y así lo demuestra el aumento de su producción y su ascenso en los festivales hasta el encabezamiento de sus carteles (y no en eventos pequeños, sino en grandes festivales como Wacken, Resurrection Fest, Pol'And'Rock y demás). Son el presente, pero poco a poco irán cayendo los históricos y serán el futuro. Desde Australia, la revolución de los últimos años en el metal más moderno está lista para comerse el mundo. Parkway Drive quiere hacer historia.
La inversión en diferentes proyectos se está realizando con grupos como los mencionados Rammstein, cuya producción es casi de otro planeta (ya no solo en sus directos, sino también en sus videoclips como se pudo comprobar en “Deutschland” -de su último álbum-), Ghost con el desarrollo minucioso y cuidado de su concepto y su puesta en escena, Sabaton con sus aires bélicos plagados de fuego y explosiones como si vivieran dentro de una guerra permanente, Avenged Sevenfold con su esfera mística que va acompañada de potencia a los cuatro costados o los protagonistas de este reportaje: Parkway Drive.
Los australianos serían la apuesta más “moderna” en cuanto a términos musicales dentro del metal, y el desarrollo en unos pocos años de su trayectoria es difícil de superar. Ya llenan recintos de 10.000 personas en ciertos lugares de Europa, algo que no es fácil, y su espectáculo es una concatenación de llamaradas, explosiones y, sobre todo, temazo tras temazo, que al final es lo indispensable para que triunfe una banda. Se autogestionan en todo lo que pueden -incluida la idea de lo que quieren plasmar en sus shows- y la cabeza pensante de este proyecto es su frontman Winston McCall, líder de Parkway Drive no solo sobre las tablas, sino también detrás de ellas.
Este era el motivo principal por el que queríamos charlar con el australiano. Habíamos podido hacerlo un par de veces de manera breve, pero se ofrecía la oportunidad de alargar esa conversación, así que quisimos profundizar más en lo que es todo lo que rodea a la formación. Nada más coger el teléfono ya se apreciaba a un Winston tranquilo y de buen humor, algo que, aunque parezca simple, no siempre sucede cuando se trata de un artista de una banda que llena recintos de miles de personas en cada ciudad donde actúa y que, a su vez, está creciendo como pocas más en los últimos tiempos.
Unos días antes de la celebración de esta entrevista se suponía que íbamos a volver a encontrarnos cara a cara. Nos conocimos en Bélgica en su última gira de arenas de 2019 y volvimos a pasar un rato bastante agradable en Polonia el verano pasado (concretamente en el Pol’And’Rock, el Woodstock europeo que se vio obligado a cambiar su nombre por derechos y demás asuntos que ahora no vienen al caso). El turno de esta tercera vez hubiera sido en Londres, donde Parkway Drive realizaría el show más ambicioso de su tour por Europa como ya nos habían adelantado desde la propia discográfica. De forma irónica, ya que ante esta situación no queda otro remedio, ambos nos reímos por el hecho de tener esta conversación vía telefónica y no en persona como las otras ocasiones, pero es lo que hay cuando una pandemia afecta a nivel global.
La primera pregunta, como sucede prácticamente en la mayoría de entrevistas que se pueden ver hoy por hoy y con la que no queríamos cumplir con la formalidad sino informarnos de verdad fue el clásico “¿cómo estás?”, a lo que Winston contestó sosegado y con un tono alegre que estaba estupendo. “Tengo la suerte de estar bien y en un lugar maravilloso, así que no puedo quejarme. Desde aquí queda ver cómo evoluciona todo ya que, por suerte, está todo bien. ¿Y tú? ¿Cómo estás?”. El tono de estas dos últimas preguntas no era el típico que se emplea en una conversación de WhatsApp que morirá en el quinto mensaje después de un “bien, tirando”. No, sabía que España es uno de los países donde más resuena el nombre del coronavirus, y por ello mostró su interés.
De nuevo, además de lo señalado más arriba sobre su buen humor -y que ya hayamos coincidido un par de veces-, que un músico para el cual eres uno más de la lista de entrevistas muestre interés por cómo estás de ese modo no es lo habitual, y eso también hizo que me chocase un poco durante breves instantes. Le expliqué que nuestra cuarentena (antes del inicio de la desescalada) se basaba en que solo podíamos salir si íbamos al supermercado, a la farmacia o cosas muy específicas que estaban permitidas, y se mostró apenado porque, cuando ves una situación como esa desde fuera pero no la llegas a vivir, puede parecer incluso peor.
De ahí la conversación pasó a tratar sobre cómo afectaba al mundo de la música en nuestro país, donde los promotores están esperando las decisiones gubernamentales que conlleven que se pospongan/cancelen sus festivales para poder cobrar por parte de las aseguradoras y tener ese “colchón” para afrontar sus próximos conciertos o ediciones, y de ahí pasamos a comentar cómo afectaba a la industria en general, sobre todo a grupos como en este caso puede ser Parkway Drive. Los australianos tenían su segunda gira de arenas por Europa el pasado mes de abril que se ha pospuesto a otoño, y los altos costes de la producción que llevan hacen que un movimiento de shows de esta clase genere pérdidas mayores que a muchos otros artistas de la escena metalera.
Winston explicó que “por suerte hemos podido recuperar parte del dinero que habíamos invertido, y esperamos que todo se estabilice más adelante porque no hemos cancelado sino que hemos pospuesto. Si miramos el punto de vista del grupo, pese a que esto sea una desgracia, hemos tenido suerte con respecto al momento exacto en el que se ha producido esto. Hemos sido muy afortunados por la manera en la que este tour ha sido afectado por el Covid-19. No nos ha pillado de lleno en los conciertos en Europa, lo que hubiera sido peor, sino que simplemente se hará similar pero más adelante. He hablado con otros compañeros de bandas y, definitivamente, hemos tenido mucha suerte. Si esto hubiera pasado un año antes, estaríamos bien jodidos” (risas).
“Si esta pandemia hubiera pasado un año antes, estaríamos bien jodidos”
Sobre esa gira que retomarán en otoño, quisimos saber si el espectáculo que tenían preparado sería igual que el que llevarían a cabo en primavera o si se vería modificado. “Debería ser mejor (risas). Siempre estamos pensando en cómo hacer crecer nuestro show y, por ende, a Parkway Drive, por lo que la idea es que vaya a más y que no sea un paso atrás para nosotros. No podemos quedarnos rezagados si queremos continuar creciendo y tenemos que seguir trabajando, ahora tenemos tiempo para ello, así que es lo que nos atañe”.
El punto más alto: Wacken
En las dos entrevistas anteriores en las que habíamos conversado Winston y yo, cuando le hablaba sobre planes de futuro su respuesta siempre era la misma: “estamos preparando algo muy grande”. Al entrar en materia de su documental ‘Viva The Underdogs’ (que en su versión exclusivamente musical incluye versiones en alemán y una colaboración con el rapero alemán Casper), corroboramos con él que eso era aquello tan grande de lo que nos hablaba. “¡Sí, era eso! Nos ha llevado mucho tiempo materializarlo” (risas).
El foco de atención de este documental, aparte de mostrar la majestuosidad del show de Parkway Drive en todo tipo de recintos, es su actuación en el Wacken Open Air 2019 como cabezas de cartel. Desde el inicio de este largometraje se aprecia una cuenta atrás hasta la fecha del concierto en el festival alemán, algo que llama la atención si se tiene en cuenta que se trata de una formación australiana que, a priori, no tiene una relación especialmente directa con Wacken.
“Es algo muy, muy grande, especialmente al venir desde Australia. La primera vez que supimos sobre el festival fue en nuestra primera gira fuera de nuestro país. Nosotros no conocíamos ninguno y más por el tipo de escena que hay en Australia, que es completamente distinta a la europea. En ese tour en el cual llegamos a Europa vimos unos flyers del Wacken y nos quedamos flipando con el cartel que tenía. La cantidad y calidad de los grupos y la historia que había tras él nos fascinaron”.
“Somos de una nueva generación de bandas y hemos sido cabezas de cartel de un festival de la talla de Wacken Open Air. Estamos muy agradecidos por el hecho de que hayan confiado en nosotros para darnos la oportunidad de hacerlo. Fue una absoluta locura (risas). Toda esa gente allí y el público que estuvo con nosotros fue demencial. Es un lugar al que volvería todas las veces que hiciera falta, increíble. Pero es que encima como cabezas de cartel… ¿estamos encabezando el Wacken? Sí joder, un concierto como headliners en un lugar así es único, es una de las oportunidades más grandes que hemos tenido en nuestra carrera. Daba igual que lloviera o lo que pasara, queríamos llevar a cabo el mejor directo de nuestras vidas, y afortunadamente todo fue muy bien. Todo genial”.
En realidad no todo era genial, un par de días antes de su actuación en Wacken estuvimos con Winston y hubo un percance que se puede ver en el documental que aterró a la banda en un primer momento y que, sin embargo, fue solventado a la perfección. Jia O’Connor, bajista de la formación australiana, se rompió la pierna unos días antes de volar a Europa para los festivales de agosto jugando al fútbol y la incertidumbre llegó al seno de Parkway Drive.
“Fue… uff… el pánico cundió por todos lados (risas). No afectó demasiado a nuestro espectáculo por suerte. Se rompió la pierna me parece que un par de días antes de volar jugando al fútbol… ¡joder! No había tiempo suficiente como para reemplazarle ni ninguna alternativa, por lo que decidimos que tendría que tocar en una puta silla de ruedas porque no había más remedio (risas). Tuvimos suerte de que al final todo se pudo solucionar y los conciertos salieron adelante”, declara Winston.
El idilio se materializó: Parkway Drive en el Resurrection Fest
Si algo caracteriza a Winston McCall cuando estás con él cara a cara es que nunca pierde la sonrisa y el buen humor. A lo largo de ‘Viva The Underdogs’ también se aprecia esto, pero hay un momento en el que su estado de ánimo cambia completamente, y ese fue precisamente en nuestro país -y, más concretamente, durante su directo en el Resurrection Fest 2019-. La tormenta protagonizó ese día en el festival gallego. Slayer tuvo que empezar más tarde de su hora prevista su show, y, por ende, el de Parkway Drive también se vio afectado por ello. A pesar de las ganas que nos había confesado anteriormente el frontman que la banda tenía por tocar en el Resu y más como cabezas de cartel, el caos se apoderó de ese día. Fue peor que una “lluvia de sangre” en términos de Slayer por el clima de aquella jornada y las desdichas se sucedían sin verlas venir.
El culmen de la hecatombe particular que sufrió el grupo esa noche se produjo en uno de los momentos más importantes de los shows que está haciendo Parkway Drive con esta nueva gira y que es distintivo hasta en imágenes como la que protagonizó la portada de Metal Hammer UK hace unos meses: Winston prende fuego a un cocktail molotov justo antes de arrancar con los bises y lo lanza contra el logo que la formación tiene a modo de backdrop para que se prenda fuego, pero el logo no se prendió. Un gatillazo en toda regla dentro de la atmósfera de su concierto.
Después de esta imagen, en la que su rostro quedó retratado en primera persona con un claro reflejo de desolación e incredulidad, McCall aparece tras el bolo en el Resurrection Fest entre bambalinas maldiciendo todos los problemas que tuvieron en el festival. Es difícil ver a Winston tan enfadado, y después de que en la última charla solo nos había comentado que tuvo problemas con el sonido en sus in ears, la pregunta por este asunto era obligatoria.
“(Risas) Bueno, la verdad es que fue pura frustración. Me preocupo muchísimo por nuestro espectáculo. Lo mejor de ese show fue que lo salvó el público, que fue jodidamente increíble; España es, sin ninguna duda, uno de los lugares favoritos para tocar por la conexión que hay con la gente. Es muy intensa y pasional”, confiesa el australiano.
“Nos había llevado mucho tiempo ser parte del Resurrection Fest y queríamos por ello que los aficionados pudieran presenciar nuestro show completo, así que dijimos: ‘sí, vamos a España a llevarles el concierto que se merecen’. Lo que pasó es que, al final del día, todas esas cosas que cualquier jornada normal no te hubieran afectado esta vez sucedieron una detrás de otra y de otra y así continuamente. Era algo contra lo que estuvimos luchando todo el día y que hizo que el público no pudiera disfrutar de la actuación al 100% de sus posibilidades a pesar de que su actitud fuese de diez.
Lo peor es que lo que sucedió no fue culpa nuestra, fue cuestión de mala suerte y de factores que no estaban bajo nuestro control para poder asumirlo, lo que hizo que me sintiera completamente frustrado. Ese es el motivo por el cual se me puede ver de ese modo. Está claro que no se puede controlar todo y hay cosas contra las que no se puede luchar, pero es frustrante que con las cosas que llevamos en el escenario, toda la preparación que traemos para el show y demás las cosas no salgan como es debido.
De hecho, cuando lanzo el molotov se puede ver en mi cara un reflejo de lo decepcionado que estaba en ese momento, y para el documental teníamos previsto y perfectamente preparado justo ese plano pero no con la intención de que al final saliese lo que fue, sino mostrar otro tipo de emociones a la hora de lanzar el cocktail molotov con todos los aficionados detrás y con la explosión que se forma y prende todo en llamas. Finalmente fue todo lo contrario (risas).
No pudimos controlarlo, pero al menos la gente pudo ver que la reacción cuando preparamos este tipo de cosas, que no son pequeñas precisamente, no es la de ‘meh’, sino que es algo que nos tomamos muy a pecho y que, cuando falla como en esta ocasión, nos jode. Fue una pena que sucediese esto en el Resurrection porque teníamos muchas ganas de mostrar hasta dónde podemos llegar a los fans españoles. La actitud y la pasión del público fue inconmensurable, y tenemos ganas de volver para que todo vaya como debe”.
Winston profundizó mucho en este tema y eso demuestra que la perfección en los directos, los cuales están preparados al milímetro, es algo fundamental para Parkway Drive. Cuando conoces tu show al dedillo, cualquier modificación, error o perturbación en el mismo hace que no te sientas a gusto con lo que has hecho si el grado de excelencia que buscas es tan alto, y así sucedió en el festival gallego. La parte que comentamos justo después es la que nos habían ofrecido previamente algunos de los aficionados que estuvieron en dicho concierto, y es que ni siquiera todos los seguidores de Parkway Drive poseen el conocimiento acerca de absolutamente todo lo que va a suceder durante su espectáculo y, además, parte de la gente que había en el Resurrection Fest apenas conocía alguna canción de los australianos o les descubrió allí mismo.
La valoración general del directo de Parkway Drive en el festival fue muy positiva salvo cuestiones referentes al sonido causadas por la gran tormenta. “Es algo de lo que nos dimos cuenta ese día y en otras ocasiones donde no todo ha ido como la seda. Ejercemos una gran presión sobre nosotros mismos porque queremos que hasta el detalle más pequeño sea perfecto. Con que tan solo cinco segundos del concierto no salgan como tenemos previsto, cuando nos bajamos del escenario ya refunfuñamos, pero la realidad es que a pesar de eso ha sido increíble y lo hemos pasado bien y aun así esos cinco segundos hacen que lo sintamos como si se hubiera arruinado todo.
La gente abajo no se ha dado cuenta de que lo que sea no ha funcionado, así que lo que hay que hacer es ‘chstttt, silencio… aquí no ha pasado nada’ (risas), y seguir disfrutando de estar ahí e intentar no aplicar tanta presión, ¡está bien!.
Lo que dije después es porque estaba jodido por lo que había sucedido porque la presión que nos ponemos hace que sea duro, y no sabes cuándo vas a tener una oportunidad como esa o si se va a volver a repetir. Nunca se sabe si podremos volver al Resurrection Fest o a otros festivales, por eso nos planteamos cada concierto como si fuera el último”.
Esta última frase dio lugar a un par de bromas sobre que quizás sí sería el último de verdad por la crisis del coronavirus y redirigió la conversación. “Exacto, si te soy honesto, es interesante ver qué pasa a partir de ahora en el punto en el que estamos, después de lanzar este documental y no saber qué va a pasar en el futuro, todo es una incógnita”.
Sobre su regreso a España
Después de un 2020 de letargo en lo que a festivales se refiere ya que únicamente tenían pensado recorrer el mundo en pabellones aptos para su show con teloneros de primer nivel como Hatebreed, parece que salvo para los festivales de 2022 (a excepción de una posible gira previa si acaban lanzando disco) no tendremos a los australianos en nuestro país hasta entonces como mínimo. Es precipitado para los australianos venir con su show completo con la incertidumbre de tener que llenar un recinto de unas 4.000 o 5.000 personas al menos para que pueda ser rentable incluir España dentro de su gira de arenas, por lo que los festivales son el entorno perfecto para incluir su presencia y su espectáculo.
“No estoy seguro de qué pasará. Es una pregunta muy interesante en el momento en el que nos hallamos. Sería una gran oportunidad y más teniendo en cuenta que los festivales de 2020 no se van a llevar a cabo ya que el mundo está loco ahora mismo. Además, todavía no se sabe qué va a suceder con los festivales de 2021”. (NdR: han confirmado gira en Australia a primeros de julio de 2021, así que será difícil verles en festivales de Europa) “No tengo ni idea ahora mismo puesto que estamos en una situación muy confusa y hay tantas alternativas de cosas que puedan suceder que todo es impredecible. Me parece que es la primera vez que la banda no tiene cerrados los planes que hará en el futuro, pero claro, cada día que te levantas te preguntas ‘¿qué pasa hoy? ¿Qué cambios ha habido?’, así que imagínate para planificar el año que viene (risas). Te mentiría si te dijera en este instante lo que vamos a hacer en 2021, lo que sí te puedo decir al 100% es que volveremos a España, aunque aún no te puedo decir ni cuándo ni dónde”, revela McCall.
Acerca de su próximo disco
La publicación de este documental tras el lanzamiento de ‘Reverence’ en 2018 deja por delante un desierto en el que se atisba que el siguiente turno será para un nuevo álbum de Parkway Drive. En una coyuntura como la actual que, otra cosa no, pero el tiempo para la composición precisamente se ve beneficiado, quisimos saber si se había producido algún avance o, al contrario que con sus giras, un adelantamiento de la fecha planeada para su próximo disco.
“No sé cómo irá con respecto a los tiempos, pero lo que sí te puedo adelantar es que hemos empezado a componer. Nos lleva mucho tiempo hacer un álbum, y de hecho la idea era tomarnos un tiempo sin hacer conciertos en 2021 para comenzar la composición del disco; sin embargo, ahora que estamos encerrados en casa y que tenemos tiempo hemos adelantado el proceso.
También te digo una cosa, no sé cuánto nos llevará escribir todo, porque le dedicamos todo el tiempo que sea necesario, así que será interesante ver cómo evoluciona todo a partir de ahora. Todo es distinto porque cambia el hecho de que no te juntas a tocar en una habitación como antes, sino que con esta situación hay muchas cosas que las hacemos y nos las enviamos por email. Es una forma totalmente diferente a la que estamos acostumbrados, así que habrá que ver cómo evoluciona todo, pero tampoco quiero vaticinar que pronto habrá nueva música de Parkway Drive.
“Te puedo adelantar que hemos empezado a componer”
Queremos estar seguros de que lo que sacamos es lo que buscamos y para ello emplearemos todo el tiempo disponible que tengamos en nuestra mano; de este modo nos aseguraremos de que el material que lancemos haga justicia a lo que creemos que tenemos que hacer -en un nivel musical- para subir el siguiente escalón. Nuestro objetivo es alcanzar el siguiente nivel en la evolución de Parkway Drive, lo que nos llevará trabajar todavía más y emplear aún más tiempo si cabe en la banda”, declara Winston.
Si se compara el último ‘Reverence’ con los inicios de su discografía, el cambio es bastante notable. Un álbum hecho de hits que no se van de la cabeza como “Prey”, “The Void” o “Wishing Wells”. El objetivo con él parecía claro, generar himnos que, a su vez, en directo se plasmasen de un modo incluso más contundente que en su versión de estudio. Con ‘IRE’ ya iniciaron una andadura de este tipo en lo que fue el inicio de esa “nueva era” en la que modificaban su sonido y estilo, y lo que ahora ya se pueden considerar clásicos de Parkway Drive como “Bottom Feeder”, “Vice Grip” o “Crushed” abrieron la veda para la evolución y expansión musical y de popularidad del grupo.
No a todos los artistas les funciona esa modificación de su música. En el entorno del metal, si tocas un estilo y lo cambias por otro que es menos agresivo o que pierde parte de su esencia en detrimento de otra, el público metalero -en su mayoría- es bastante crítico. Ejemplos de esto claros en la historia del metal se ven con las trayectorias de Metallica después de los ’80 o Avenged Sevenfold en la última década. Han ganado muchos seguidores y han crecido exponencialmente (de manera muy diversa estos dos últimos como es obvio) y a su vez han acumulado detractores por ello.
Parkway Drive tiene la suerte de haber sido de los grupos que han visto una crítica más positiva por hacer algo de estas características. Si el hardcore era una de sus señas de identidad hasta hace apenas un lustro, su música actual no es fácil de encajar en ningún género en concreto (algo que también sucede con los ejemplos que hemos citado de Metallica o A7X y que deriva en que han encontrado su hueco y su estilo particular), y eso es, en realidad, el mayor objetivo de Parkway Drive: hacer algo único que refleje al máximo posible lo que quieren mostrar en todos los ámbitos musicales posibles a los fans.
En los últimos años lo están consiguiendo sin que ello se traduzca en una gran cantidad de críticas negativas, y por ello queríamos saber cuál era la línea a seguir para el siguiente paso en este prometedor ascenso del grupo a cotas todavía más altas (algo muy complicado para bandas crecidas en este milenio).
“Más imaginación, básicamente”, así resumía McCall lo que quieren aplicar a este nuevo disco, y añadía que “si seguimos en esa línea, este será probablemente diferente a lo anterior. La manera en la que trabajamos trata de extender el rango hasta el cual puede llegar nuestro sonido, por lo que eso conllevará cambios para que eso suceda. Aun así, lo que sentimos y lo que hacemos se enmarca en que somos una banda de metal y tocamos ese tipo de música porque es la que nos encanta.
Cualquier cosa que te puedas esperar de lo que puede sonar a Parkway Drive queremos que no se cumpla (risas). Creo que es la mejor manera de describirlo. No sería tanto como autodefinirse como un ‘grupo comercial’ y por ello añadir elementos pop o de otro género en particular a nuestra música, sino que trata más sobre descubrir hasta dónde Parkway Drive puede ofrecer con su sonido y en su música con la imaginación colectiva de la banda. Cada vez que encontramos algo nuevo en nuestras composiciones tratamos de seguir innovando y así llegar más y más lejos. No nos quedamos quietos nunca (risas)”.
Los incendios en Australia
Sí, el Covid-19 está afectando a todo el mundo a lo largo de este 2020 casi al completo, pero si había algún sitio que ya estaba teniendo una situación difícil en los últimos meses, ese era Australia. Cada año, por el tipo de clima y demás factores que se reúnen en esa zona del planeta, los incendios son inevitables, pero los que se produjeron en los últimos meses de 2019 fueron más devastadores que nunca y mantuvieron al mundo entero pendiente de la evolución de los mismos en Australia. Un país (o macro isla) en llamas por completo.
“Fue una absoluta locura”, recuerda Winston. “No me puedo creer que sucediese. Daba mucho miedo porque nunca habíamos visto algo de esa magnitud. Estaba asustado”. En esta parte de la entrevista, el cantante se mostraba bastante afectado por lo sucedido e iba haciendo pausas entre las frases porque era algo que le había tocado de lleno.
“Todos los años hay fuego, y de hecho el lugar donde vivo está en pleno bosque y las llamas se acercan, por lo que si ya estaba siendo algo peligroso y más grande que nunca en toda Australia, en esta zona era de los lugares que podía afectar de lleno.
El humo llegaba muy cerca, y además el fuego esta última ocasión se originó mucho antes que de costumbre, así que sabíamos que iba a ser diferente y muy loco. No nos lo creíamos del todo o entendimos hasta que un día nos despertamos y la ciudad entera estaba cubierta de humo y se veía todo de color naranja. En esta ciudad siempre hace mucho calor, y con esta situación fue la primera vez en la que estuve en mi casa metido con miedo de que el fuego estuviese aquí.
“Fue la primera vez que sentía miedo por el fuego”
Todo el mundo en Australia tenía un sentimiento similar al ver el país entero arder, y en el resto del planeta se estaba viendo lo que estaba pasando. Fue duro”. La situación en Australia, como el propio McCall admitía, ha sido “loca” los últimos meses con una serie de catastróficas desdichas (como dice la película), y por ello quisimos saber si, de alguna manera, esto podía afectar al próximo material de Parkway Drive.
Las letras corren a cargo de Winston, por lo que saber si estas desgracias se podrían plasmar en las siguientes historias en las canciones de la banda era algo que podría dar algunas pistas sobre su próximo lanzamiento. “Me parece que en 2021 y 2022 van a salir muchos discos merced al coronavirus (risas). A la hora de componer las letras me gusta documentarme sobre lo que hablo en profundidad y cada día que me levanto y me tomo un café pienso en algo distinto y luego voy trabajando sobre ello de un modo u otro.
Creo que más que afectar a las temáticas de las letras puede afectarme a mí en el sentido de cómo refleje esas sensaciones en el concepto que quiera transmitir. Este tipo de situaciones como las que estamos viviendo hacen cambiar la mentalidad de las personas o dar un giro, así que más que a las letras directamente, es algo que va a repercutir en la mentalidad de la gente, lo que en mi caso puede suceder también de alguna forma”, reflexiona el vocalista.
Winston durante las giras
Una de las facetas que se muestra de Winston McCall durante el documental es que a lo largo de las giras le dedica una buena parte de su tiempo a jugar a videojuegos en el autobús, lo que también es una manera de descansar aspectos como la voz y el cuerpo -pese a que no sean los motivos principales por los cuales le da a la consola-. Ahora con la cuarentena, queríamos saber si había vuelto “al vicio”.
“Cuando estamos de gira no compongo, así que es el momento en el que más rato le dedico, mucho de hecho (risas). Suelo jugar al FIFA o al Call Of Duty entre otros cuando no estoy pensando en el directo o en música. Ahora estoy más centrado en el tema musical, los videojuegos son más bien para los tours. No soy un gamer profesional, pero durante las giras me tiro muchas horas con el Call Of Duty (risas). Si en el backstage puedo jugar es genial, sino hay veces que me vuelvo al bus y sigo (risas)”, bromea el cantante justo antes de despedirnos amistosamente y finalizar la charla.
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