Michael Schenker: “El tema de mi vida ha sido la búsqueda de la paz mental”
50 años sobre el escenario, más de 60 discos bajo el brazo y miles de acordes y solos de por medio. Michael Schenker es, sin lugar a dudas, uno de los guitarristas más significativos en la historia del heavy metal, una historia, la suya, no exenta de polémica y lucha de egos.
Estos días Michael Schenker está de enhorabuena. Celebra medio siglo en activo con la publicación de su nuevo álbum, ‘Immortal’. Se trata de diez canciones que le han servido para dar de comer a su insaciable alma creativa, volver a juntarse con sus compañeros de la música y rescatar experiencias pasadas del baúl de los recuerdos.
Sus idas y venidas de Scorpions, los conflictos personales y profesionales, han marcado la vida del más joven de los hermanos Schenker de forma inevitable. Sin embargo, el reputado guitarrista alemán desprende energía por los cuatro costados y trata de aferrarse a sus convicciones artísticas contra viento y marea. Repasamos su trayectoria vital en esta extensa charla telefónica.
¿Qué es lo que buscas en la música tras tantos años en activo?
Sigo siendo un niño en el arenero. Me encanta tocar y descubrir, sin competir ni comparar. Nunca he buscado la fama, el dinero, el éxito ni nada por el estilo; lo que siempre me ha fascinado es juntar tres notas y poner la piel de gallina, tocar y divertirme en el arenero. Eso es lo que he hecho durante toda mi vida y sigo haciendo a día de hoy.
Alemania y el Reino Unido se han transformado dramáticamente en los últimos 50 años. ¿Qué influencia han tenido tus lugares de residencia en la propia música?
Es irónico, cuando tenía 15 años y grabé mi primer disco con Scorpions (‘Lonesome Crow’, 1972) los alemanes no entendían lo que trataba de desarrollar como guitarra solista. No había música ni se aceptaba como negocio, los managements tampoco estaban permitidos. Eran tiempos extraños en los que la gente principalmente escuchaba música techno. Yo me inspiré en guitarristas como Jimmy Page, Eric Clapton, Rory Gallagher, Johnny Winter y Leslie West.
Era un adolescente, un fan de Led Zeppelin, Black Sabbath y Deep Purple, y entonces descubrí que podía existir otro mundo para la guitarra. Cuando conocí esa distorsión pesada de Black Sabbath entendí que la guitarra se estaba convirtiendo en uno de los instrumentos más importantes para la expresión personal pura. Por eso, cuando empezamos con Scorpions sabía que si cualquier banda inglesa me abriera sus puertas accedería de inmediato. En Alemania no había esperanza.
“Cuando empezamos con Scorpions sabía que, si cualquier banda inglesa me abriera sus puertas, accedería de inmediato. En Alemania no había esperanza”
¿Hoy en día las cosas son diferentes?
Es como si el círculo se hubiera completado en la dirección contraria. Ahora trabajo con una discográfica alemana de metal y en Inglaterra nadie sigue ese camino. Allí es donde se movía todo en los años ‘60 y ‘70, mientras que Alemania y Suecia no sucedía nada. Ahora parece como si todo hubiera girado 180 grados y estos dos países tienen una increíble influencia en el mundo de la música.
¿Cuánto aportó tu incursión en UFO a la evolución de la guitarra metal?
Es cierto que tocaba mucho metal en UFO. Phil Mogg no es un cantante de metal, pero si apartas su voz y te fijas en la guitarra, podrás apreciar todo lo que yo tocaba por aquel entonces. En ese sentido, te diría que no soy de la vieja escuela, sino el creador de una escuela fresca. Dave Mustaine, Kirk Hammett, Slash y el resto dicen que nunca habían escuchado algo parecido.
Me adentré en las entrañas de la creatividad infinita y, por ello, nunca he padecido un bloqueo creativo. Eso le suceda a quien siente la necesidad del éxito instantáneo y sigue las modas, yo nunca vi motivos para ello. ¿Por qué querría ser Jeff Beck? Yo soy Michael Schenker.
Has solido decir que te consideras un escritor atemporal. ¿Qué otros guitarristas podrías identificar de este modo?
No lo sé, porque dejé de escuchar música cuando tenía entre 15 y 18 años. Por aquel entonces escuchaba a otros guitarristas, pero cuando encontré mi identidad dejé de hacerlo. Si hubiera seguido en UFO seguro que se hubiera convertido en una de las bandas más grandes del mundo, pero yo tenía mi propia visión, nuevas ideas y no buscaba el reconocimiento instantáneo.
Algo parecido sucedió cuando volví a Scorpions para el disco ‘Lovedrive’, les ayudé y estuve encantado, pero no podía seguir porque no buscábamos lo mismo. Además, en 2015 descubrí que me engañaron, fabricaron un montón de mentiras sobre la autoría de las canciones, pero nunca supe nada sobre ello, porque no miro atrás. Hace poco, el fundador de Nuclear Blast, Markus Staiger, me dijo que el sello nunca hubiera existido si no fuera por mí. Que él nunca hubiera descubierto el thrash y el death metal.
“Dejé de escuchar música cuando tenía entre 15 y 18 años”
No has mencionado a ningún guitarrista, pero nos gustaría preguntarte sobre uno en concreto. ¿Qué sentiste al saber sobre la muerte de Eddie Van Halen?
Fue un shock, me entristeció mucho. Como te decía, no he escuchado música en los últimos 50 años, pero a veces voy a tiendas de moda a probar ropa nueva y acabo escuchando lo que suena. Así descubrí a Metallica, el Black Album y la maravillosa canción “The Unforgiven”. No siempre puedes escapar de la música ya que suena en cada rincón de la calle y, de vez en cuando, algo sensacional sucede. Van Halen fue uno de esos sucesos, me encantó.
Eddie fue un guitarrista al que mucha gente copió tratando de conseguir el éxito de la noche a la mañana y, en realidad, el tapping no es más que una técnica, no le puedes añadir demasiadas emociones. Pero Eddie era especial, era mucho más que eso. Tenía melodía, ritmo y un gran sentido del equilibrio, sabía cómo construir una canción. Recuerdo que escuché su primer disco en algún rincón de España y me encandiló al instante.
Después, cuando giré con Scorpions en 1978 y 79, Van Halen nos invitó a ver su show y compartimos momentos fantásticos en el camerino. Lo que no sabía es que él fue telonero de UFO en Los Angeles, por aquel entonces alguien me dijo que había un guitarrista excelente en la banda que nos acompañaba, pero lo ignoré por completo. No quería escuchar a otras bandas, quería subir al escenario con frescura y ser Michael Schenker.
¿Estrechaste tu vínculo con Van Halen después de ese primer encuentro?
De algún modo, sí. Descubrí que yo había sido una influencia para él, pasé a prestar un poco más de atención a Van Halen y se convirtió en una banda sensacional para mi gusto. Pero mis encuentros con nueva música siempre suelen ser fortuitos, si estoy en una peluquería o en un probador y suena Iron Maiden, lo escucharé.
Fue así como descubrí lo bueno que era Bruce Dickinson, Ronnie James Dio es uno de mis vocalistas favoritos y Dickinson canta igual que él. También descubrí a Yngwie Malmsteen de este modo. Su estilo de tocar la guitarra de forma tan rápida era sensacional y la gente no lograba comprenderlo, yo tampoco. Cuando lo escuché por primera vez, me pregunté qué demonios estaba sucediendo, era algo acrobático, como si viniera de un circo.
El problema con Yngwie es que siguió repitiéndose a sí mismo. Un día me dijo que él también era fan de Michael Schenker y se inspiró en la canción “Reasons Love” de UFO, donde toco un solo muy rápido. En realidad, hay grandes músicos ahí fuera, gente que toca desde el corazón, como yo. Pero no conozco a demasiados y tampoco me concierne, necesito centrarme en mí mismo.
En tus 50 años de andadura musical has tocado junto a un sinfín de artistas. ¿Con quién has conectado sobre todo como persona, en el aspecto humano?
Diría que Pete Way, era el tipo más dulce y natural que he conocido. También Leslie West, a quien considero un hermano junto al que me divertí mucho. Es triste porque ambos fallecieron en 2020, pero Pete Way era único. Desafortunadamente, era demasiado vulnerable y perdió el control, nunca te decía que no y perdió.
En tu nuevo álbum, ‘Immortal’, has vuelto a contar con un amplio abanico de colaboradores. ¿Cómo elegiste a los artistas, se trata de amistad o afinidad musical?
En 2019 me di cuenta de que se aproximaba el 50 aniversario de mi debut sobre el escenario, que data de 1970, cuando tenía 15 años. Para mí, es ahí donde comienza la celebración y quise rememorarlo con amigos de la música, traté de juntar a gente de todo el planeta, pero resultó realmente complicado, debido a la pandemia.
Empecé a asumir que el disco no se publicaría en 2020 y fue en ese momento cuando mi agente me dijo: “Michael, ‘Lonesome Crow’ se publicó en 1972” y me di cuenta de que tenía un poco más de margen para prepararlo todo. Traté de simplificarlo a un solo disco y llamé a Ronnie Romero para que se encargara de la voz, después se sumaron el resto de los miembros y pronto pude formar una banda, pero pronto los obstáculos se multiplicaron. Ronnie no podía viajar a Europa debido al virus y yo mismo tuve que hacer rutas larguísimas por carretera y tres cuarentenas para poder trasladarme al estudio.
“Tuve que hacer rutas larguísimas por carretera y tres cuarentenas para poder trasladarme al estudio”
¿Pensaste en tirar la toalla?
No, siempre hay una solución y en este caso mi productor Michael Voss dio en el clavo. Me propuso trabajar con Ralf Scheepers (Primal Fear), le llamamos y al día siguiente ya estaba grabando las canciones. Me quedé totalmente sorprendido, no sabía que en este planeta existiera un hombre con semejante voz.
Después vino Derek Scherinian (ex Dream Theater), quien nos dio la posibilidad de jugar entre su teclado y mi guitarra, como hacían John Lord y Ritchie Blackmore. Sucedió algo parecido con el resto de músicos, realizaron grandes contribuciones, su inmenso trabajo hizo que todo fuera sobre ruedas y la elaboración del disco pasó a ser realmente fascinante.
Sabemos que “In Search Of The Peace Of Mind” es una canción muy especial para ti. ¿Por qué decidiste regrabarla en este momento en particular?
Fue la primera nota, la primera composición musical que escribí jamás por mi cuenta, tenía 15 años y estaba en la cocina de mi madre. Scorpions se adjudicó parte del pastel, pero no tuvo nada que ver con ello. Es irónico, ya que el título de la canción se convirtió en el tema de mi vida, la búsqueda de la paz mental. Y después, claro, está la famosa parte solista que escribí siendo tan joven… es tan perfecta que no cambiaría ni una sola nota incluso a día de hoy.
Es como “Starway To Heaven”, no cambiarías una sola nota en mil años. De todos modos, no comprendo del todo de dónde vino, ya que solo tenía 15 años y en el resto de ‘Lonesome Crow’ puedes notar que todavía era un chaval en desarrollo, el resto de los solos de ese disco son muy diferentes. Pero este es perfecto y, por ello, sentí que debía ser mi canción de celebración, ya que todo comenzó ahí. Describe mi travesía de 50 años tocando la guitarra, algo realmente misterioso sucedió en esa canción.
¿Recuerdas la primera vez que tocaste una guitarra? ¿Qué es lo que más te atrajo?
Mi hermano Rudolf es siete años mayor que yo, una diferencia significativa. Yo tenía 9 cuando él tenía 16 y Rudolf quería una moto, pero le regalaron una guitarra. Entonces, el instrumento estaba de pie en nuestra habitación y a mí no se me permitía tocarla, pero cuando Rudolf iba al trabajo sentía el deseo de hacerlo, por lo que me acerqué y comencé a rasgar una cuerda, después la siguiente… y me dije a mí mismo “wow, aquí hay algo especial”.
Así es como descubrí la guitarra y Rudolf no supo nada hasta que un día comencé a tocar algo por primera vez delante suyo y se quedó alucinado, tratando de entender cómo demonios había hecho eso. Me organicé por mi cuenta, se convirtió en mi pasión y después Rudolf me utilizó como su instrumento. Él tenía Scorpions en mente y me pidió que copiara canciones de rock para ellos, ya que al principio tocaban música dance y querían probar algo diferente.
Muchas cosas han cambiado desde entonces…
A día de hoy no soy bueno copiando, pero entonces Rudolf me daba un marco alemán por cada canción que le enseñara y la cosa fue avanzando de ese modo, hasta que nos juntamos con Klaus Maine en The Copernicus. Tocábamos versiones de Led Zeppelin, Rory Gallagher, Deep Purple, Black Sabbath y todo este tipo de bandas, pero Rudolf siempre ha sido un hombre de negocios, un calculador. Él quería la fama, quería ser como Elvis Presley y The Rolling Stones, ganar dinero y ser rico.
¿Y tú?
Yo seguía siendo el niño en el arenero, sin expectativas, comparaciones ni competencia. Solo quería disfrutar, juntar tres notas y crear emoción; esa era mi pasión. Rudolf entendió rápidamente que yo era una herramienta muy valiosa para él, ya que yo tenía todo lo que él quería y no podía.
Fui su profesor durante todo el camino y Scorpions nunca escribió una canción hasta que Klaus y yo nos unimos a la banda. Yo era el que empezaba a componer con la guitarra y después Klaus cantaba por encima, acababa siendo algo diferente a lo que yo me imaginaba en mi mente y ese proceso era bonito.
Rudolf observó todo esto y continuó usando ese mismo método cuando yo abandoné Scorpions y me uní a UFO. Utilizó mis herramientas para llegar al sitio donde está ahora, incluso copió mi imagen, ya que no tenía confianza en sí mismo. Solo quería ser rico y famoso lo más rápido posible.
“Rudolf es un abusón y yo no conecto con abusones”
Hace unos años se especuló sobre la posibilidad de un disco conjunto entre los hermanos Schenker. ¿Existe alguna posibilidad de que vuelvas a tocar con Rudolf en el futuro y esa idea se haga realidad?
No quiero abrir otra caja de pandora. En 2015 conocí todas estas mentiras por parte de Scorpions y fueron una gran decepción. Quiero a Rudolf como mi hermano, pero la distancia social es necesaria para que no vuelvan a engañarme y acabe en situaciones incómodas. Rudolf es un abusón y yo no conecto con abusones, crea turbulencias. Si vuelvo a hablar con él todo volvería al inicio, cuando yo tenía tres años y el diez. No confío en Rudolf.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.