James LaBrie: «no quiero desmerecer a los suecos o los alemanes, pero España está a otro nivel»

Tras una exitosa primera parte de su gira “Top Of The World Tour”, Dream Theater se preparan para regresar a España tras un exitoso concierto en Madrid el año pasado. A la víspera de estas esperadas actuaciones, James LaBrie adelanta un poco lo que se puede esperar y también habla de cómo ha sido el regreso a la carretera tras una larga pandemia.

Los conciertos de Dream Theater siempre dan mucho que hablar. Aunque aburridos para algunos, lo que resulta innegable es que alienar una producción tan cautivadora con unos temas que requieren un absoluto prodigio musical no es moco de pavo, más si se tiene en cuenta que estos shows pueden llegar a superar alegremente las dos horas de duración. Todos estos hitos no son fruto de la casualidad, y es que los americanos tienen la merecida fama de ser un grupo currante como ninguno, tanto en lo musical como en la ejecución de su propuesta, y después de un lanzamiento que les ha llevado a ganar un Grammy, no es de extrañar que lleven dos años prodigándose por los escenarios de todo el mundo.

¿Cómo ha ido la gira hasta ahora? ¿Está gustando ‘A View From The Top Of The World’?

Ha sido algo fantástico. Empezamos en Norteamérica, luego fuimos a Europa y al final hemos tocado en lugares tan variopintos como Indonesia o Japón. Hemos estado tocando muchos temas nuevos y a los fans les han encantado, lo que siempre es magnífico. Ahora encararemos la segunda parte de esta gira en Tel Aviv, y de hecho el siguiente concierto ya será en España, que es un país en el que nos encanta tocar.

¿Cuales han sido las sensaciones después de la pandemia? ¿Estábais algo oxidados?

Bueno, creo que todos estábamos mentalizados de que íbamos a volver de salir de gira tarde o temprano. En cierto aspecto es como un luchador preparándose para una pelea -más impaciente que preocupado con que esta vaya a ocurrir-. Siempre hay un punto en el que has de empezar a prepararte física y mentalmente para la hora de la verdad. Es tan cierto para nosotros como para todas las bandas que se han visto en las mismas. Poco a poco vuelves a ocupar ese estado mental que requiere la actuación que vas a encarar en el que te planteas cómo quieres que suene cada cosa -sobre todo en lo que concierne a las canciones nuevas que no han tenido tanta exposición al directo-.

Dream Theater (Foto: Javier Bragado)

Ahora que lo comentas, ¿cómo han estado funcionando los temas nuevos en directo?

Fantásticamente. Hacemos la broma de que ha habido una cosa que hemos bautizado como el “efecto Grammy”, pero la acogida ha sido espectacular. Como músico siempre sabes si algo no funciona y lo comentas de cara a cambiarlo para futuros conciertos, pero en este caso no podríamos haber soñado con un mejor recibimiento.

¿Habrá alguna sorpresa en el setlist? Vosotros mismos afirmasteis que habría cambios.

Habrá sorpresas, sí. Obviamente, vamos a darle protagonismo a ‘A View From The Top Of The World’, pero trataremos de equilibrarlo lo mejor posible. Como ya te he dicho, hemos tenido la sensación de que las canciones nuevas han funcionado fenomenalmente en directo, así que quizás sea el momento de darle protagonismo a otras, pero también hay tantos temas antiguos que sabemos que a los fans les gusta que simplemente es imposible encontrar el equilibrio perfecto. Por supuesto, ya hemos tomado varias decisiones que conciernen a las nuevas inclusiones en el setlist, pero claro, ¡será una sorpresa!

El ser cantante siempre es algo complicado. ¿No se te hace duro encarar una gira en la que los shows son tan largos?

En un género como el metal, todo vocalista siempre requiere una preparación previa y una disciplina constante para poder actuar cada noche, sino los shows se vienen abajo. Claro, si hablamos de conciertos de dos o dos horas y media, es tomar esa premisa y elevarla al cubo. Es un ejercicio muy exigente, ya no solo físicamente, sino también psicológica y emocionalmente porque has de dar lo mejor de ti y a veces puede ser complicado.

Dream Theater (Foto: Ignacio Sánchez-Suárez)

Yo personalmente hago todos los calentamientos y ejercicios suficientes como para saber que estoy preparado aparte de comer adecuadamente y no beber los fluidos incorrectos. También hay que tener en cuenta qué vitaminas estás consumiendo o si estás durmiendo lo suficiente. Mientras haga todo esto, sacar adelante una gira no es problema. En esta gira, tocando temas tan largos como lo estamos haciendo que albergan momentos tan variados de interpretación y emoción, creo que es fácil venirse abajo y cometer errores, por lo que ceñirse a la disciplina es esencial.

¿Cuál es la clave para que una dupla de casi una hora como “A View From The Top Of The World” y “Count Of Tuscany” funcione?

Lo principal es la música, siempre. El resto ayuda, pero sin esa base se derrumba. Por eso creo que es importante también atrapar al público con el apartado visual, y por eso en esta gira hemos llevado una producción tan grande. Unos temas tan épicos se elevan mucho con la iluminación y el juego de pantallas adecuados. En muchos sentidos, es casi como la escena de una película. En ese sentido, como banda, nos sentimos cubiertos porque no estamos solos con nuestra música. Ayuda a que la experiencia sea lo suficientemente excitante como para que una canción de casi media hora se sienta como una de cinco minutos.

Dream Theater sois famosos por las canciones largas, más en esta gira. ¿Veríais factible un setlist solo de canciones épicas?

Vaya, ¡eso sería una locura! En más de un sentido, claro. Para empezar, el público debería entender que quizás solo tocaríamos cuatro o cinco canciones, lo que de por sí es bastante complicado de vender. Por otro lado, creo que el concierto tendría problemas para arrancar y para mantenerse. Has de tener en cuenta que estas canciones tienen un aspecto triunfal y de catarsis en ellas y englobarlas como un todo es complicado si no hay más variedad.

«Yo personalmente hago todos los calentamientos y ejercicios suficientes como para saber que estoy preparado aparte de comer adecuadamente y no beber los fluidos incorrectos»

Como experimento o algo especial sin duda sería algo increíble de ver, más que nada porque lo que sí que resulta difícil es encapsular estas canciones en un setlist. No es lo mismo un tema de, digamos, unos 7 minutos, que al final lo puedes poner y quitar, que otro de 25, que ocupa mucho y requiere más -tanto de ti mismo como de la audiencia-.

Quizás todavía sea pronto para plantearlo, pero… ¿tiene Dream Theater alguna fecha en mente para un nuevo trabajo?

La verdad es que no. Ahora mismo estamos totalmente volcados en la gira, no hay espacio para nada más. Claro que habrá un nuevo disco, pero no sé cuándo. Este año para empezar nos lo vamos a pasar casi todo girando. Estaremos por Europa hasta finales de febrero, luego le toca a Norteamérica y luego a Asia y el sur del Pacífico. Serán unos meses extenuantes. Después de esta paliza creo que nos habremos ganado un descanso, pero tras este descanso nos pondremos a trabajar en nuevo material -aunque no auguro nada para este año-.

Hay esta broma de que la gente está en los conciertos de Dream Theater como si fueran estudiantes en una clase, y sé que a los grupos os gusta España por lo mucho que viven sus fans la música. ¿Son los españoles intensos incluso en conciertos de Dream Theater?

Sé lo que quieres decir, ¡y tienes toda la razón! Los fans españoles son increíbles. No quiero desmerecer a, por ejemplo, los suecos o los alemanes, pero cuando tocas en España el público siempre está a otro nivel. Por lo general en nuestros conciertos siempre haya alguien moviendo la cabeza o incluso haciendo un mosh pit. Sé cómo es Dream Theater y qué es lo que busca nuestra música, pero en canciones con tantas variaciones también hay tiempo para todo.

Dream Theater (Foto: Javier Bragado)

Algo que me ha hecho gracia es que en algunos conciertos en España y Latinoamérica hemos llegado a ver a gente bailando nuestras canciones como si fueran una cumbia, y claro, nos hemos quedado como: ¿qué cojones? Pero eh, me encanta, al final del día cada uno vive la música como más le gusta.

Algo curioso de esta gira es que una de las fechas es en Avilés, que desgraciadamente se pierde muchos conciertos de metal que tienden a acumularse en la tríada Barcelona y Madrid. ¿A qué se debe la decisión de actuar concretamente ahí?

Si te soy honesto, esta decisión pesa más sobre los hombros del promotor y del tour manager que de nosotros, pero tienes razón, no está en nuestro itinerario habitual. Aun así te diré algo: es la primera vez que actuamos en Avilés y queremos que sea algo muy especial. Estos conciertos en ciudades algo más pequeñas siempre son más íntimos y memorables y de hecho puedes ver en el público la entrega y el agradecimiento justo por lo que comentábamos: que no es muy habitual ver a grupos grandes por su ciudad.

¿Cuál es tu canción épica favorita?

Tal vez estoy siendo parcial, pero hoy por hoy creo que la que más me gusta es “A View From The Top Of The World”. En muchos sentidos siento que hemos perfeccionado la fórmula de las canciones largas y con muchas capas. Además, en directo está funcionando muy bien formando una dupla increíble con “Count Of Tuscany”, así que no creo que vaya a cambiar de opinión próximamente.

En esta gira “Pull Me Under”, vuestra canción más reconocible, no estaba en el setlist. ¿Sentís que no hay canciones imprescindibles?

Exacto. No creo que haya ninguna canción que digamos: esta la hemos de tocar sí o sí, nos apetezca o no. Claro que hay que buscar un equilibrio y por eso los repertorios son algo que decidimos entre todos antes de cada gira para calibrar las distintas opiniones, pero también tenemos muy en consideración lo que tocamos en la gira anterior. Nos gusta mucho poner pequeñas sorpresas así como jugar con las expectativas.

Respecto a lo que decías de “Pull Me Under”, sí que es nuestra canción más conocida y es un gran tema, pero no por ello es imprescindible. Lo bueno que tienen los fans de Dream Theater es que tienden a ser estudiosos sobre la discografía y muy probablemente les guste más un disco como un todo que las canciones concretas.