Pese a contar con músicos con amplia experiencia en la escena musical, no fue hasta 2019 cuando Endernity se dio a conocer con su propuesta de metal clásico con toques modernos. Manuel, cantante y guitarrista de la banda, se puso al otro lado del teléfono para hablar de su disco debut ‘Disrupted Innocence’.

Buenas tardes Manuel. ¿Cómo estás? 

Bien, parece que ahora comienza a reactivarse todo poco a poco, al menos no estamos como hace un año. A nosotros nos pilló el lanzamiento del disco, los singles… justo con la pandemia, y no pudimos presentar el álbum en directo. En 2021 ya por fin podremos hacer algunas ciudades (Madrid, Murcia…) y en 2022 creo que vamos a tocar bastante.

Israel y tú fundasteis Endernity en 2019. ¿Cómo fue el proceso desde el inicio del grupo hasta la grabación de ‘Disrupted Innocence’?

Pues mira, como anécdota lo primero que te puedo contar es que Isra y yo estábamos sin proyecto, y queríamos hacer algo que no fuese muy serio, fíjate tú la ironía (risas). Queríamos descargar adrenalina en un local, hacer unas cuantas versiones y ya. Pero luego, empezaron a surgir temas que yo tenía guardados, gustaron a la banda, entró Edu Brenes que grabó la batería de nuestro disco y ya empezó la cosa más seria. ¿Conoces a Edu Brenes?

Solamente por su trabajo con Jorge Salán. 

Efectivamente suele ser el batería más o menos oficial de Jorge, no siempre va él, pero suele ser el habitual, así como con otras bandas como Skunk D.F. Escuchó el proyecto, y dijo: Aquí tenemos algo muy serio, vamos a por ello. Empezó como colaborador, pero ha acabado siendo el quinto miembro de Endernity. Además de ser nuestro manager, es co-compositor junto conmigo, propone estructuras, percusiones… está en la parte creativa también.

De la formación inicial hasta el disco, solamente seguís Isra y tú. 

Efectivamente, los cambios de formación vinieron una vez Edu nos puso las pilas y vimos que la cosa se ponía seria. Los músicos que estaban al inicio era gente más de paso, querían descargar adrenalina, pero no estaban ni al mismo nivel de profesionalidad, ni dispuestos a dedicar su vida a una banda que quiere ser profesional.  Antes de entrar a grabar apareció Rodri Arias, en principio como músico de estudio para grabar las guitarras, pero se creó una atmosfera muy buena, la encantó el proyecto y se quiso quedar. Por otro lado, con Eric Domínguez, que es nuestro batería, sucedió un poco lo mismo, vino para poder cubrir la vacante temporalmente pero también se “Endernizó” (risas).

La sensación que me da cuando escuchas el disco, es que sois una banda que lleva 15 años juntos, con mucha actitud y que sabe qué tiene entre manos. Imagino que se nota vuestra trayectoria anterior para ello. 

Sí, es correcto lo que dices, no puedo matizar mucho más (risas).

¿Teníais claro el enfoque musical que queríais dar al grupo? 

Nosotros queríamos hacer música con alma. A mí me pasa una cosa, cada vez que escucho bandas nuevas, me cuesta encontrar alguna que me enganche. En muchas, el primer tema dices: es buenísimo, pero escuchas el resto y te parecen todas las canciones una copia o muy similar al anterior, no llega a tocar mis emociones. Como compositor principal trabajo con dos máximas: si una canción a mí no me emociona, como oyente, no funciona. Y la otra es que cada canción aporte algo.

En el metal hay muchos subgéneros y yo creo que últimamente hay mucho hermetismo, ya estamos suficientemente marginados como estilo general, sobre todo en España, como para automarginarnos entre nosotros dentro del estilo. Yo propongo flirtear con muchos estilos del metal: clásico, thrash, groove… queremos ofrecer buen metal, sin tantas etiquetas.

Endernity (Foto: Javier Bragado)

Cuando uno asiste a festivales puede ver que la gente disfruta con bandas muy diversas, y ya no está tan encasillada en ciertos estilos, no sé si percibes lo mismo como músico. 

Estoy de acuerdo contigo, aunque lo percibo un poco menos que tú, por eso en Endernity queríamos ofrecer un todo en uno. Te voy a dar un ejemplo: estamos trabajando ya en el segundo disco -es más, está ya compuesto- y nos salió un tema de hard rock que inicialmente no nos encajaba para Endernity. El tema molaba mucho, pero era demasiado hard rock incluso para nosotros. ¿Qué hicimos? Transformar la canción en balada. En lugar de endurecer el tema, lo hemos reblandecido y ha funcionado muy bien.

Ya que nos lo has adelantado, cuéntanos hasta donde puedas sobre vuestro segundo disco. 

Como te decía, en el primer disco Rodri entró a grabar directamente, pero estaba ya compuesto, y en este segundo ha podido participar de la composición. Rodri es una eminencia como músico, y al estar desde el principio estoy alucinando con lo que ha salido para este segundo disco. Si os ha gustado el primero, este segundo tiene varias vueltas de tuerca que van a sorprender. La idea es sacar un disco de metal, sin etiquetarnos, pero conociendo los límites. Por ejemplo, no queremos sonar a hard rock aunque es un estilo que nos encanta. Lo que sí queremos es alcanzar un sonido Endernity, de forma que la gente al escuchar un tema sepa que somos nosotros.

¿Cuál fue tu sensación la primera vez que escuchaste en tu equipo de música ’Disrupted Innocence’?

La verdad es que todos los miembros de la banda hemos quedado súper contentos con el disco. Lo que más destaca es la producción, los arreglos … aunque realmente no le hemos metido demasiados cambios, la mayoría de lo que se escucha es lo que venía ya trabajado del estudio. Sí te diré por ejemplo que, en las líneas vocales, el productor me sacó de mi zona de confort llevándome a algunas voces limpias (risas). Por ejemplo, en “Infinite Hell”, empiezo cantando en limpio, pero del estudio venía esa parte con la voz rota.

Retomando tu pregunta, cuando eres músico de tu banda, el disco antes de salir lo has escuchado un millón de veces, pero una vez recibí el disco en formato físico y lo puse en mi coche (único lugar donde podía escucharlo), dije: ¡Joder, qué cañón! (risas). Además, un disco en formato físico siempre va a tener un plus de sonido respecto Spotify.

 

¿Cambiaríais algo de él? 

Sinceramente, no. Una vez lanzado el disco, estoy ya pensando en el siguiente: hay que meter este tipo de tema, estas armonías… pero de ‘Disrupted Innocence’ no tocaríamos nada, pensamos que está fenomenal.

A nivel vocal, muestras un rango amplio de tesituras, desde tonos más melódicos a momentos donde rasgas la voz hasta el límite. ¿Tenías como modelo a algún cantante de la escena? 

Te puedo hablar de influencias que tengo como cantante, pero no sé si se ven reflejadas en el disco. Me han comparado con Bruce Dickinson, con James Hetfield, incluso con Myles Kennedy… influencia que se verá más todavía en el segundo disco.

La de Hetfield es innegable…

Yo he escuchado a Metallica toda mi vida, y claro, eso no lo puedo evitar (risas).

Se te escucha cantar con mucha confianza, muy cómodo. 

Sí, y si te soy sincero no hemos repetido demasiado las tomas, más bien eran retos: cambia esta parte rota por limpia… La balada “I Dream That I Can Fly” es un ejemplo. Me pidieron cambiar el inicio a voz limpia, yo no la llevaba preparada, y la canté directamente así en la grabación. Incluso me resultó fácil, nos sorprendimos de lo bien que funcionaba esa voz limpia (risas). En mi caso tengo una gama de voces muy amplia, mi registro es de tonos medios, y eso me ayuda a poder subir y también alcanzar todos más graves.

Mucho esfuerzo para conseguir un sueño

Si pasamos a hablar de algunas de las canciones, “Genocide” tiene una propuesta muy teatral, con referencias a bandas que pueden ir desde Alice Cooper a Avatar. ¿Cómo surge este tema? 

Este es uno de los temas de los que yo tenía un pequeño borrador, la intro… por el año ’95 o ’96, imagínate. Yo quería hacer una especie de metal ópera, eran 3 canciones unidas, pero ésta se quedó por componer, se la enseñé al grupo y les gustó para empezar a trabajar. Lo que ha quedado me parece que ofrece algo fresco, las partes operísticas con la coral…

En “The Dream Is Over”, se perciben influencias del thrash metal de bandas como Anthrax o incluso Slayer. ¿Pensáis que es una de las canciones que mejor pueden funcionar en directo?  

Sin duda. Tuvimos la posibilidad de presentar el disco en directo hace unos meses, en Callao, Palacio de la Prensa, en un ciclo que organizó On Fire Records. Este tema se tocó, y fue uno de los que pese a estar sentados, más movió a la gente, con los brazos en alto, cantaban el estribillo… y lo que no sé si sabes es que es la segunda parte de la balada “I Dream That I Can Fly”.

Endernity (Foto: Javier Bragado)

No, no conocía ese dato. 

“I Dream That I Can Fly” habla de la movilidad reducida, alguien que está en silla de ruedas y quiere hacer una vida normal. La segunda parte, “The Dream Is Over”, trata sobre la misma persona, cabreada por los problemas que se encuentra para poder llevar una vida digna pero no ve que tenga la capacidad de hacerlo, por eso suenan de manera consecutiva.

Estamos en una época en la que el ritmo que llevamos en lo musical hace que no puedas detenerte a conocer todo lo que hay detrás de cada disco, cada canción… hay un consumo cada vez más rápido. 

Estoy de acuerdo, y es una pena, hacemos todo en la vida con estrés. A mí me gustan los temas largos, pero para el segundo disco hemos pensado hacerlos más cortos, ya que es la cultura de la impaciencia. Ahora la gente prefiere temas de 3-4 minutos y ya, no les pongas canciones largas.

La de bandas que nos hubiéramos perdido si se hubieran hecho siempre canciones de 3 minutos…

Es que en el metal es difícil: si metes una intro, un puente, estribillo, buen solo de guitarra, alguna variación… se te va a 5 minutos como poco, por eso es un reto hacer canciones más cortas. Ojo, ¡y lo estamos haciendo!

¿Qué es lo mejor de formar parte de una banda como Endernity, y qué parte es la más dura? 

La parte más dura, es que somos muy exigentes. Como bien has dicho antes, somos una banda con mucha experiencia, que tiene muy claro lo que quiere, que es convertirnos en una banda de primera línea, y eso requiere de mucho trabajo. Yo te puedo decir que cada minuto de tiempo libre fuera de mi trabajo (el que paga las facturas), va dedicado a la banda, y los demás un poco lo mismo.

Luego además te metes en otros líos para ofrecer más cosas: el disco, videoclips, presencia en redes, proyectos alternativos que apoyen la escena y al grupo… experimentamos e innovamos mucho y eso es tiempo. Además, tocar Endernity no es sencillo, hay que estar 100% concentrado y físicamente desgasta mucho.  Hay mucho ensayo para poder tocar estos temas en directo. Lo mejor… el saber cómo la gente ha recibido el disco. Lo importante es que la gente que lo escucha, en la mayoría de casos el feedback es muy positivo y yo me quedo con eso. Creemos que no estamos siendo una banda más.

¿Algún sueño que os gustaría cumplir como banda? 

Sí, el objetivo más bien a largo plazo, vinculado al tercer disco, es entrar en la escena de festivales a nivel nacional y si puede ser también de fuera. No hablo de fama mundial, pero sí ser una banda que llega el Resurrection Fest y ahí aparecemos, sale otro festival y cuentan con nosotros. Es un objetivo y sueño a la vez, porque estamos trabajando duro para que eso suceda. Si es en el segundo disco mejor, pero somos conscientes que normalmente las bandas llegan a esos niveles con un tercer disco en el mercado.

Edu Bou