Pocas bandas han tenido una ascensión tan impresionante como la de AIRBOURNE en los últimos años. Con solo dos discos en el mercado, la banda australiana llegó justo cuando AC/DC ya tenían al público harto de esperar esa necesaria dosis de rock simple y llano propio de Oceanía. Y, como es lógico, todo el mundo les acogió con los brazos abiertos. Ahora, AC/DC andan conquistando el planeta de nuevo, pero AIRBOURNE ya se han hecho su hueco en el mundo. Con “No Guts, No Glory” han llegado a nuevas cotas de insano afan por el rock más purista y camorrero y no podíamos perder la oportunidad de hablar con ellos. Tras la cancelación de sus conciertos de Barcelona y Bilbao en febrero por enfermedad del vocalista y guitarrista Joel O’Keffe y la posterior cancelación en abril por la crisis de la aviación provocada por el volcán islandés, España se prepara ahora (por tercera vez) para el asalto de la banda. Será el 23 de junio en el Razzmatazz 2 de Barcelona y dos días después en el Azkena Rock Festival de Vitoria. No os los perdáis. Sergi Ramos habla con su baterista Ryan O’ Keffe!

Van dos cancelaciones de AIRBOURNE en Barcelona y Bilbao. La primera fue debido a una baja por enfermedad de tu hermano, Joel, que le impedía cantar. La segunda vino dada por la maldita erupción del volcán islandés. ¿Vamos a tener algo adicional en esta ocasión a modo de “compensación” tras las dos cancelaciones? ¿Un set más largo? ¿Algo especial?

“Y tanto. Creo que el recinto en el que tocaremos en Barcelona nos permite estar sobre el escenario más rato, así que haremos un show más largo. Habrá más canciones y estamos esperando como locos que llegue el momento”.

La mayoría de bandas, cuando un miembro está enfermo y no van a poder tocar, ni siquiera pasan por la ciudad en cuestión. Se van directos al siguiente destino de la gira y descansan. Por lo que se, AIRBOURNE tenían todo el escenario ya montado y todo listo para hacer el show cuando se decidió que Joel no estaba en condiciones de cantar y se decidió cancelar el concierto. ¿Estuvisteis intentándolo hasta última hora?

“Evidentemente. Ya estaba todo montado y teníamos toda la intención de tocar. Pero Joel fue a ver a un doctor buscando la manera de intentar que el show saliera adelante, quizá con esteroides o algo por el estilo, pero no había manera. Intentamos todas las maneras de llevarlo a cabo pero habríamos acabado con más fans cabreados por ver a un cantante que no puede cantar que con fans contentos por habernos visto en directo.”

La salud se interpone en vuestro camino cuando estáis realizando giras tan largas como las que hacéis. Cuando no estáis de gira estáis grabando y cuando no de promoción. ¿Os está costando AIRBOURNE la salud?

“Um…la cuestión es que trabajamos todo lo duro que podemos, como haríamos en cualquier trabajo. La salud te recuerda que has de cuidarte de vez en cuando. Tocamos todos los shows que podemos ante todos los públicos que podemos pero, desafortunadamente, nos encontramos con los problemas típicos de los seres humanos (risas). En cuanto a cancelar shows, éste año hemos hecho muchísimos conciertos y no hemos tenido que cancelar apenas nada. Lo del volcán ha complicado mucho las cosas, obviamente, pero hemos hecho todo lo posible”.

Un show de AIRBOURNE es especialmente intenso. No es un show de U2 precisamente. ¿De qué modo aguantáis en directo?

“Siempre nos tomamos unas cervezas antes de salir al escenario y siempre intentamos estar motivados antes de salir a tocar, de manera que nadie quede insatisfecho”.

¿Hay espacio para el sexo, drogas y rock n’ roll o no hay tiempo ni de conocer a una groupie y meterla en el bus?

“Siempre encontramos tiempo para eso (risas). Intentamos pasárnoslo bien haciendo lo que hacemos. Siempre hay tías y cervezas dando vueltas por ahí y a veces las cosas son especialmente divertidas. Eso es lo importante para nosotros”.

¿Habéis notado un cambio en las expectativas a la hora de grabar “No Guts, No Glory”? “Runnin’ Wild” fue una sorpresa para todo el mundo, sin embargo, imagino que todo el mundo y su primo tenía unas ciertas expectativas acerca de cómo debía sonar “No Guts, No Glory”. ¿Habéis percibido más presión ésta vez?

“No realmente. Cuando volvimos a casa en Australia tuvimos tiempo de relajarnos un poco, lo cual nos vino muy bien antes de ponernos a trabajar en el disco. No sentimos la presión porque teníamos muy claro lo que queríamos hacer y porque esta banda es muy natural.”

¿Alguno de los temas de “No guts, No Glory” proviene de las sesiones de composición del primer disco?

“Teníamos algunos fragmentos e ideas que formaban parte de lo que estaba previsto para “Runnin’ Wild” y que ahora hemos reutilizado en el nuevo disco. También estuvimos componiendo mucho material en la carretera, lo cual siempre ayuda a mantener ese toque de espontaneidad en la música. Componemos mucho en las pruebas de sonido, donde sacamos ideas y las grabamos, para que cuando volvamos a casa ya haya una base”.

¿Grabáis con el ordenador mientras estáis en el bus de gira?

“Bueno, tenemos una grabadora de las de toda la vida. La ponemos frente a la PA del recinto en cuestión y grabamos las ideas que van surgiendo. O quizá grabamos en el bus. Es una buena manera de almacenar todo lo que se nos va ocurriendo”.

Vosotros también sois old-school pues…

“Totalmente.”

Mi tema favorito del nuevo disco es “It Ain’t Over ‘til It’s Over”. ¿A qué velocidad endiablada tocas en esa canción?

“Toco a 222-224 bpm si no recuerdo mal.”

¿La tocas a la misma velocidad en directo?

“No, que va, la hago a la misma velocidad. Es mi misión!”.

Tienes una mano derecha que me recuerda a la de Marky Ramone. Esa velocidad es impresionante. ¿Te da algún problema tocar tan rápido? Ya sabes, una tendinitis o algo similar…

“En ocasiones te encuentras con alguna molestia, pero siempre hago unos buenos estiramientos antes de salir a tocar y eso hace que los movimientos sean más fáciles. Cuando estás girando constantemente y eres consciente de lo que implica la carretera, ya previenes los posibles problemas”.

El primer disco tuvo “Runnin’ Wild” y “Diamond In the Rough” como principales clásicos. ¿Que canciones de “No Guts, No Glory” son las que están funcionando mejor con el público?

“ ‘Chewin’ The Fat’ y ‘Born To Kill” están funcionando bien, aunque todo lo que estamos tocando está teniendo muy buena reacción. Para ser nuestro segundo disco y haber hecho lo que nos ha apetecido en él, el público está respondiendo muy bien. Estamos tocando mitad “Runnin’ Wild” y mitad “No Guts” en los conciertos. La demanda por las canciones de ambos discos es extraordinaria.”

¿Las comparaciones con AC/DC son cansinas ya? ¿O seguís tomándolas como un auténtico honor?

“Para nada es cansino. La comparación es clara, venimos del mismo país y ambos tocamos un rock n’ roll muy similar. Pero AC/DC no es la única banda de Australia que toca rock and roll, aunque si la más grande de todas ellas. Nos honra tremendamente que nos comparen con ellos”.

¿Habéis tenido feedback por parte de la banda? ¿Sabéis si han escuchado a AIRBOURNE?

“Hemos trabajado con Mike Fraser, quien ha trabajado con AC/DC en sus últimos discos y sabemos que nos han escuchado. Les encanta el rock n’ roll, obviamente”.

¿Existe la posibilidad de que los teloneéis en algún momento?

“Nos encantaría tener la oportunidad, pero depende de ellos”.

¿Crees que el elemento excitante de AIRBOURNE es el secreto de su éxito? En directo siempre podemos esperar alguna burrada, especialmente por parte de tu hermano Joel, que cuando no escala la torre de sonido, se mete a tocar entre el público…

“Claro, eso imagino. Intentamos que el show siempre sea un poco distinto. Nunca sabemos donde va a ir a parar o a donde se va a subir, y eso es lo que hace que el show sea excitante y entretenido. Siempre hay un componente diferente, nos veas cuando nos veas”.

El plan para los próximos años es grabar y girar hasta decir basta o tenéis algún plan maestro bajo el brazo?

“Para nada, vamos a grabar y girar continuamente, que es a lo que nos dedicamos. Es lo que haremos los próximos treinta años, aproximadamente!”.

Sergi Ramos (sergi@themetalcircus.com)