Los inconmensurables ACCEPT acaban de editar “Stalingrad”, su nuevo disco y el segundo con el vocalista Mark Tornillo, que ha ayudado a que la banda cobre vida de nuevo y que alcance un éxito que pocos anticipaban para una banda técnicamente “muerta” durante casi dos décadas. Pero han sabido renacer de sus cenizas, manteniéndose fieles a su estilo y consiguiendo que la gente responda. Sergi Ramos habla con Wolf Hoffmann sobre el nuevo disco de la banda.

¿Qué planes de gira tiene la banda de momento? ¿Tenéis algún festival español confirmado?

“Vamos a estar de gira todo abril por Alemania y otros países. No se si vamos a ir a España en esa primera parte de la gira, porque no tengo las fechas delante de mi. Lo que si se es que giraremos todo abril y luego volveremos a la carretera en septiembre, octubre y noviembre. Será ahí donde llegaremos a los mercados donde no lleguemos en esta primera parte de la gira.”

Fue curioso y sorpresivo ver como una banda que parecía olvidada por el público de golpe podía volver, resurgir de sus cenizas y currarse una gira de más de 100 conciertos en apenas nueve meses, de octubre de 2010 a julio de 2011.

“Lo se. Por eso lo hicimos, porque queríamos probarnos a nosotros mismos y al mundo que aun existimos y que estamos dispuestos a ir a por todas.”

¿Crees que el motivo para poder hacer una gira de ese tamaño fue el hecho de tener a un cantante muy capaz como es Mark Tornillo y, de hecho, más joven que Udo Dirkschneider?

“Exacto. Pero que quede claro: Mark no es mucho más joven que Udo (risas). No lo es. De hecho, tienen una edad parecida. Pero si, Mark es el tío que estábamos buscando todos estos años para poder seguir adelante con esta banda, girando todo lo que queramos y llevando la música de ACCEPT allí donde fuera posible. Mark ha sido la clave en ese sentido. Si no le hubiéramos encontrado no habría sucedido todo lo de la reunión, estoy seguro”.

El material de “Stalingrad” no ofrece sorpresas estilísticas: son los ACCEPT de siempre, ni más ni menos. Justo lo que los fans quieren escuchar. ¿Proviene alguna canción de “Stalingrad” de las sesiones de composición de “Blood of the Nations”?

“No, para nada. No usamos nada de material antiguo. Compusimos todo lo de este disco unos meses antes de entrar a grabar. De hecho, fue un reto sacar todas las nuevas canciones en un periodo de tiempo tan corto. Ten en cuenta que la gira acabó el año pasado en el mes de julio y que solo nos tomamos un par de meses de descanso para refrescarnos. Luego comenzamos a componer a saco en septiembre y no paramos hasta tener el disco listo.”

¿Compusisteis algunas canciones durante la gira de “Blood of the Nations”?

“No, no puedo componer en la carretera. Necesito estar a solas en mi casa, sin móvil, sin distracciones, durante semanas. Es entonces cuando puedo ser creativo. No puedo ser creativo si tengo una hora aquí y una hora allá mientras estoy de gira”.

¿Qué grado de involucración tuvo Mark en la composición? ¿Viene y pone su voz o se ocupa de hacer las melodías y vocales y cosas por el estilo?

“Su trabajo principal es cantar y escribir las letras. En ocasiones, tiene sus ideas y las aporta en lo que a melodías se refiere. Técnicamente, esas ideas salen de mi y del resto de la banda, pero no siempre es así. Como digo, su principal trabajo es hacer las letras y cantarlas”.

Una de las cosas más interesantes de ACCEPT en los años ’80 es que las letras estaban un paso más allá respecto al resto de bandas de metal y sus clichés. Siempre hubo contenido real en ellas. ¿Era esto algo que tuviste muy en cuenta a la hora de hacer tanto “Blood of the Nations” como “Stalingrad”?

“Bueno, estábamos al tanto de esto. En un mundo ideal, Gaby habría seguido escribiendo las letras de la misma manera que hacía en los ’80, pero sentíamos que era una nueva época y una nueva era para ACCEPT. Ahora tenemos un cantante cuyo lenguaje nativo es el inglés y tiene lógica que componga el las letras. Por supuesto que al tener una nueva persona componiendo las letras, el asunto cambia un poco. Intenta mantenerse fiel al estilo tradicional de ACCEPT con letras que tengan contenidos, no simples clichés. Se que está intentándolo con muchas ganas, pero sabemos que ese aspecto ha cambiado un poco respecto a los ’80. Tenemos mucha suerte de haber encontrado a Mark y no podemos pedirlo todo. No podemos pedir un cantante que haga bien el trabajo y cuyas letras sean exactamente igual a las de antaño. Algo tiene que ceder por algún sitio (risas).”

La mayor parte del disco trata sobre la guerra o, al menos, trata medianamente el tema.

“Si, le dijimos a Mark aquello sobre lo que queríamos componer. No era algo que le gustara mucho, porque es un tío más rockero realmente. Nosotros somos músicos europeos pensativos y claro, queremos hacer cosas más profundas. Queríamos componer una canción sobre Stalingrado y nos dije ‘¿cómo? ¿Si? Vale, dejadme que lo mire’. No es que estuviera especialmente excitado al principio, pero terminó haciendo un gran trabajo al final”.

Siendo una banda alemana, hablar sobre la batalla de Estalingrado, una de las más sangrientas de la Segunda Guerra Mundial, debe ser complicado. ¿Os preocupaba la posibilidad de levantar alguna controversia a la hora de tratar el asunto en público?

“Bien, queremos ser controvertidos. ACCEPT siempre han tocado temas controvertidos en sus letras y eso es lo que buscamos intencionalmente halando de Estalingrado. Es una historia muy potente y hacerla de una manera en que  haga pensar a la gente es todo un reto. No nos centramos tanto en la pérdida de vidas humanas per se sino en una historia ficcional sobre dos soldados enfrentados que en última instancia acaban ayudándose mutuamente en lugar de matarse el uno al otro. Un soldado ruso y otro alemán. Intentamos explicar la historia desde una perspectiva humana que desde una sanguinaria y desagradable. Estábamos totalmente enterados de que es un tema muy sensible, incluso después de setenta años. Hay gente muy afectada aún por aquella batalla. Parte del reto, lo que lo hace interesante, es que Estalingrado es una de las batallas que más emociones generan cuando son tratadas. Pensé que era un tema brillante sobre el que componer una canción”.

Por eso, precisamente, hay que hilar fino.

“Tienes razón. Y te diré una cosa: por eso anulamos la portada del disco que teníamos prevista. Teníamos una portada que mostraba un monumento ruso de la batalla de Estalingrado. Era una imagen poderosa. Al final, en el último minuto, como 24 horas antes de darla a conocer en público, la cambiamos. Para mucha gente podía parecer pro-nazi, o quizá el sector de la extrema derecha lo habría malentendido. Lo cambiamos en el último minuto y ese es un ejemplo de lo potente que sigue siendo el recuerdo de esa batalla”.

La portada final tiene una pinta muy, muy soviética.

“No, esa no es la portada final. Esa es la portada del cartón que recubre el CD, pero la portada real estará dentro de eso y aun no la hemos hecho pública.”

Actualmente, 60 años después, cuando hablas con alemanes sobre la Alemania nazi y los horrores de la Segunda Guerra Mundial, aún te encuentras con una actitud que va a medio camino entre lo avergonzado y lo defensivo. ¿Qué opinión te merece ese fenómeno? Se que vives hace mucho en Estados Unidos, pero tus raíces alemanas probablemente te permiten dar una opinión al respecto.

“Hay gente que lo lleva demasiado lejos. Nosotros solo somos una banda de rock and roll. No somos políticos y no nos involucramos demasiado en este tipo de cosas.  Yo pienso, de manera honesta, que el tema es interesante como para escribir una canción sobre ello, por eso lo hemos hecho. Pero, por supuesto, no podemos cambiar el mundo. Intentamos que la gente escuche una buena historia a través de nuestra música y eso es todo lo que podemos ofrecerles. No podemos llevarlo más lejos”.

En mi opinión, como oyente externo, ACCEPT suenan más a ACCEPT con Herman Frank de nuevo en la guitarra que con Udo Dirkschneider a la voz. ¿Qué opinas tu?

“Bueno, estoy de acuerdo. Herman es una gran parte de esta banda y estamos encantados de poder tenerle entre nosotros de nuevo. Somos un gran equipo. Como dices, ha sido interesante que hayamos podido cambiar de vocalista sin problemas, lo cual suele ser lo más complicado en cualquier banda, especialmente en una banda de metal. Creo que somos una de las pocas bandas del mundo que ha podido salir adelante tras cambiar una pieza clave como es el vocalista”.

¿Siguen estando las cosas tan enrarecidas con Udo como hace un par de años?

“No tenemos ningún trato. No tenemos nada en común. Esto es un capítulo nuevo. Curiosamente, una vez nos encontramos con Udo en un festival y quisimos darle un abrazo, saludarle y hablar con él, y se puso muy raro. Se intentó esconder de nosotros y no habló con nosotros. Fue muy bizarro. Nosotros no tenemos ningún problema con Udo y queremos tener una buena relación. Pero si el escoge ser así, es su problema. No me preocupa demasiado”.

¿Fue el nombre de la banda un problema a la hora de seguir adelante con un nuevo vocalista? ¿Había alguna clase de participación por parte de Udo en la marca “Accept” que os supusiera problemas? ¿Siempre fue propiedad exclusivamente tuya?

“No. Udo tomó la decisión hace 23 años de abandonar la banda y eso era parte del acuerdo. Dejaba la banda y comenzaba su propia banda. ACCEPT ha sido algo mío desde entonces y no cabe ninguna duda de ello. ¿Cómo lo llamaría sino? No me he marchado de esta banda en 30 años. Siempre ha sido mi banda, ya me entiendes. No tendría sentido darle otro nombre que no fuera ACCEPT”.

Encontré divertido, cuando os vi en Barcelona, que consiguierais arrancar del sofá a toda una generación de fans de 40 o 50 años que no forman parte ya del circuito típico de conciertos. ¿Qué te parece que ACCEPT sea capaz de poner a agitar la cabeza a señores de 50 años con respetables familias y trabajos?

“No veo nada de raro. Nosotros tenemos cincuenta años y hacemos headbanging igual que nuestro público más maduro. Es genial! Lo mejor es que no solo viene gente crecidita, sino un montón de gente joven. Pero mucha! Es una pasada. Gente que no había siquiera nacido cuando ACCEPT se separaron”.

Antes hablábamos de las letras y de lo importantes que son en el contexto de ACCEPT. Algunas de las canciones del grupo han tratado el inconformismo, la rebelión social o la marginación en distintos ámbitos. Una canción como “Fight it Back” trata sobre eso. Cuando aplicas esas canciones a los movimientos sociales que están sucediendo actualmente ¿encuentras que toman un nuevo sentido?

“Las canciones que compusimos hace treinta años, como ‘Balls to the Wall’, son tan actuales como por entonces, a nivel de temática. Lo acabas de decir tu mismo. La Primavera Arabe, el movimiento de Occupy Wall Street…el sentimiento del poder del pueblo es algo que ciertamente tiene mucho que ver con las letras de algunos viejos clásicos de la banda. Podríamos componer esas mismas canciones hoy en día, creo. De hecho, en el nuevo disco hay una canción llamada “Revolution” que habla sobre eso mismo. Si la gente se pone en pie y se organiza, cualquier cosa es posible”.

“En los ’80 también hicimos ‘Metal Heart’, que fue otro tema visionario. Hablabamos del año 1999 y de cómo la gente se levantaría un dia y tendría corazones robóticos. Es una historia de ficción pero ahora es más cierto que nunca antes, si piensas en la informática y la electrónica y su rol en la sociedad actual. Siempre hemos preferido hablar de esas cosas en lugar de tratar clichés”.

¿Qué canciones del nuevo disco querréis tocar en directo en la próxima gira?

“Estamos pensando en tocar ‘Stalingrad”, quizá “Shadow Soldiers”, “Hellfire”, “Hung, Drawn and Quartered”, “The Galley”…esas son las canciones que más nos llaman la atención ahora”.

Una de las pegas habituales de los discos de bandas reunificadas es que son una basura. Los nuevos discos de ACCEPT son sorprendentemente buenos y se aguantan bien en pie.

“Intentamos darle a los fans lo que recuerdan mejor de esta banda: riffs de la vieja escuela y buenos estribillos y coros, lo que siempre hemos usado. También intentamos usar sonidos modernos en una combinación en que sea atractiva para la gente. No queríamos cambiar nada en este nuevo disco respecto a lo que hicimos en ‘Blood of the Nations’. Sería una tontería intentar reinventar la rueda. Hemos intentado hacer lo mismo, un poquito mejor”.

En los últimos dos años habéis participado en multitud de festivales por todo el mundo donde habéis compartido cartel con bandas con las que ya tocabais en los 80, como OZZY OSBOURNE, METALLICA o MEGADETH. ¿Te entristece pensar que las bandas grandes hoy en día son las mismas bandas grandes de hace treinta años y que no hay mucha renovación que digamos?

“Es una pasada ¿no crees? Es considerable. Y es bueno para nosotros, porque somos una de esas bandas de hace treinta años. Por un lado, me entristece que no haya una nueva generación de músicos que rellenen el hueco que va quedando, pero por otro lado es bueno para nosotros. Estoy contento de ver que sigue habiendo respeto e interés por nuestra música”.

 

Texto y fotos: Sergi Ramos