Tarja: What Lies Beneath

Malos tiempos corren para Tarja Turunen. La que en su día tocara el cielo con Nightwish y emprendiera una carrera en solitario se ve ahora enfrentada a su nueva situación. En Nightwish las cosas funcionaban de maravilla debido a que la banda componía unas grandes canciones. Las cosas funcionaron a medias y hasta convencieron en su disco debut, cierto, pero esta segunda obra no está a la altura. Necesita urgentemente alguien capaz de firmarle composiciones a su altura.

Tarja sigue cantando como los ángeles, de eso no hay duda alguna, pero la falta de inspiración aparece una y otra vez. El disco es realmente soso. Uno puede disfrutar escuchando repetidas veces los detalles orquestales y coros, pero nada, la sensación de deriva compositiva no se borra ni en diez escuchas. Quizá lo que se salve de la quema sea ese tema que presentó en Wacken “In for a Kill” pero poco más. De hecho en Wacken me pareció un tema de lo más flojo. Nada a la altura de la efectiva “I Walk Alone”.

“Dark Star” suena bien e incluso va acompañada de voces desgarradas y guturales, que surgen con un precioso violoncelo de fondo y con algún toque arábigo. El tema que abre “Anteroom of Death” ya da muchas pistas del despiste en el que se encuentra. Mejoran las cosas con “Until My Last Breath” o “Falling Awake”, pero nada para tirar cohetes. Temas lentos, sin excesiva pegada, con exceso de protagonismo de un Terrana que vende su groove al mejor postor. Eso no quita que esté perfecto en todo el disco.

Hay momentos en que uno no llega a distinguir si el tema es el mismo o ha cambiado; y eso es lo peor que puede pasar. Falta un ataque rabioso y bombástico o un nuevo himno balada en el que hechice como antaño. La producción quiere ser tan perfecta que yerra también el tiro. Las guitarras están muy bajas. Ni las notables colaboraciones de gente como los Van Canto o Satriani consiguen hacer brillar una estrella oscura.

Importante bajón para una artista que está más que consagrada y que prometía grandes discos y directos. El disco no está a la altura de su calidad, y no en lo vocal, sino en lo compositivo. Si no hay buenos temas que cantar poco se puede hacer más que demostrar, por enésima vez, la calidad incuestionable de su voz., y eso ya lo conocemos todos. La banda está bien, pero hay que dar un vuelco a la carrera, y con urgencia. Si Holopainen y compañía han escuchado este disco seguro que estarán la mar de contentos.