Como si de una obra de arte con fines históricos se tratase, elaborada con paciencia y esmero, nos traen los germanos VANDEN PLAS su nuevo disco “The Seraphic Clockwork”. Pioneros en esto del metal progresivo, el quinteto van publicando discos con mucho espacio de tiempo entre ellos, pero si es lo que necesitan, se les concede, porque los resultados hablan por sí solos. Si con su anterior “Christ 0.” alcanzaron un nivel de maestros, vuelven a reivindicarse con este trabajo como una de las mejores formaciones de metal progresivo del mundo. Eso sí, con VANDEN PLAS, al igual que con multitud de formaciones, la justicia musical no ha hecho acto de presencia; y eso es algo que, a estas alturas de su carrera, seguirá siendo una constante. Desgraciadamente.

El caso es que, aunque sus últimos trabajos (“Christ 0.”, “Beyond Daylight”, “Far Off Grace”…) sean auténticas joyas sonoras, los alemanes parecen no querer bajar la guardia y con persistencia siguen elevando la categoría de sus composiciones. Mención especial se merece su vocalista Andy Kuntz, que como el buen vino mejora a lo largo del tiempo, y el sentimentalismo de su voz hace de guía en cada corte. El mismo vocalista se ha encargado de escribir una historia de la que parte conceptualmente “The Seraphic Clockwork”: un personaje de Roma del siglo XVI, viaja en el tiempo hasta el año 33 d.C., donde finalmente encuentra su destino. El propio Kuntz viajó a Roma durante una temporada a la búsqueda de inspiración para esta historia, y ha sido la propia banda la que se ha hecho cargo de la producción en los Bazement Studio.

Difícil resulta señalar algún tema clave en este trabajo, pues el ejercicio de lo que se considera un disco conceptual, lo han hecho a la perfección. “The Seraphic Clockwork” es un viaje en el que se disfruta de cada paisaje. De principio a fin. Hay fuerza eléctrica, tecnicismos, melodías de encanto…y todo equilibrado casi de forma matemática, pero con una sonoridad más humana que mecánica. “Quicksilver” podría ser un tema que resume todas las bondades de este disco. Un inicio melancólico con los siempre magistrales teclados de Gunter Werno apoyado por cuerdas, van encauzando el ritmo hasta llegar a una melodía vocal mágica con un plus de teatralidad. Todo ello con los elementos de VANDEN PLAS a pleno rendimiento. Tampoco estaría de más citar los poderosos riffs iniciales de “Frequency”, o las delicadas voces femeninas que encontraremos en el medio tiempo “Scar Of An Angel”, ni los coros épicos de “Sound Of Blood”; una canción llena de ritmos cortantes con varios pasajes técnicos muy a tener en cuenta. Aunque como decía, todos los temas se complementan y el largo metraje sea el protagonista en todas las pistas no resulta impedimento alguno para que se disfrute de “The Seraphic Clockwork” al completo. No sobra ni falta ni un segundo.

VANDEN PLAS dan otro paso más en carrera. Camino llevan de convertirse en una banda de culto, que aunque poéticamente suene muy bien, en la actualidad se merecen mucho más. Ya habrá tiempo de colgarles el título. Pero de algo si se puede estar seguro: cada disco que firman es otra pieza imprescindible del metal progresivo que ningún seguidor del género debería perderse.

Satur Romero (satur@themetalcircus.com)

Grupo:Vanden Plas

Discográfica:Frontiers Records

Puntuación:8.9

Canciones:

  1. Frequency
  2. Holes in the Sky
  3. Scar of an Angel
  4. Sound of Blood
  5. The Final Morder
  6. Quicksilver
  7. Rush of Silence
  8. On My Way to Jerusalem

Año:2010