Mas de lo mismo. Es curioso ver como lo mas destacable que han hecho WASP en
los últimos diez años ha sido precisamente un retroceso a su show escénico de
los 80 con la vuelta de Chris Holmes y la edición de “Kill, Fuck, Die” en 1997.
Eso quiere decir algo, el mensaje es claro y el mensaje no parece llegar a los
oídos de Blackie Lawless. O llega a medias, porque en las giras demuestra una
confianza muy escasa en sus nuevos lanzamientos de estudio de los cuales suele
interpretar más bien poco. La intencionalidad de Lawless sigue sin ser clara
y la mejor manera de explicarlo la encontró un periodista inglés cuando en una
reciente crítica decía que “WASP llevan años sin saber si agarrarse el paquete
o cambiar el mundo”. Viva y bravo.

El retorno a la lírica y sonido de”The Last Command” con “Helldorado” en 1999
fue aplaudido por todos los fans de la banda. De todas formas, una parte integral
de ese sonido, el mencionado Holmes, tuvo que abandonar la banda hace unos añitos
debido a sus incapacidades psicológicas para ser una persona normal y corriente
(sino, que se lo pregunten a Lita Ford). Lo que nos queda es de nuevo un Blackie
Lawless entregado a su papel de “visionario”, rodeado de mercenarios que le
dicen que sí a todo y que le dejan hacer. No digo que el camino que ha tomado
el lider de la banda sea equivocado, ya que por algo debe ser el líder. Pero
tengo esa vaga sensación de llevar casi cinco años escuchando el mismo disco
con diferentes titulos: “Unholy Terror”, “Dying For The World”, “The Neon God
Part I” y ahora, “The Neon God Part II”. Y para ser sincero, el único de todos
ellos que tenía pies y cabeza y buenos temas desde el comienzo hasta el final
era precisamente “Unholy Terror”. Desde entonces, el deja-vu es constante y
las ansias de Lawless por conseguir un nuevo “The Crimson Idol”, ridículas.

“The Neon God Part II – The Demise” tiene clichés reconocibles, riffs potentes,
letras trabajadas y cualquier cosa que podría formar parte de un buen disco
de WASP pero le falta autenticidad. Falta inspiración. Blackie suena repetitivo,
con estribillos repetidos hasta la saciedad en “Never Say Die” o “Come Back
to Black”. Como siempre, hay buenos temas que merecen reconocimiento y que salvan
parcialmente el disco, y en este caso entrarían en esa categoría “Resurrector”
o el intenso “The Demise”, con Blackie igual de dramático que siempre. E incluso
nos encontramos con el enésimo calco de “The Idol”, en esta ocasión bajo el
título “All My Life”. Como se puede comprobar, un disco de WASP típico y tópico.
Mismas progresiones de acordes que en los últimos cinco años, mismas ideas,
mismo sonido, misma producción. Es triste, pero los dos últimos buenos discos
de WASP – y en WASP “bueno” significa “capaz de sorprender”- fueron “Still Not
Black Enough” y “Kill, Fuck, Die”. Un unico disco con 80 minutos de música titulado
“The Neon God – The Rise & Demise” habría sido una idea mucho más valida
siempre y cuando hubiera incluído unicamente los temas aprovechables de ambos
discos en vez de todo el relleno. De todas maneras, y pongo la mano en el fuego,
al 75% de fans de WASP solo les importa que “Blind In Texas” suene en los conciertos.
El resto, los esfuerzos operísticos de Lawless incluídos, les son bastante igual.

Sergi Ramos

Grupo:Wasp

Discográfica:Sanctuary / K Industria

Puntuación:6

Canciones:

    1. Never Say Die
    2. Resurrector
    3. The Demise
    4. Clockwork Mary
    5. Tear Down The Walls
    6. Come Back To Black
    7. All My Life
    8. Destiny’s To Come
    9. The Last Redemption

Año:2004

Votación de los lectores:8.27273