The Haunted: The Dead Eye

The Haunted están en un momento de inflexión. Después de cuatro discos (y con éste, cinco) se nota que están hartos de repetir la fórmula y componer más canciones de thrash metal, por lo que andan buscando un cambio de aires que, de momento, no han encontrado. Quizá les gustaría atreverse a dar el paso que, por ejemplo, dieron DARK TRANQUILLITY con “Projector”, pero en este “The Dead Eye”, sus compatriotas se quedan a medio camino y con resultados poco claros.

Para empezar, parece que se trata de un disco compartido por dos grupos, invento que antaño sirvió a más de un grupo con poco dinero para darse a conocer en sus comienzos, pero que no es el caso. Por un lado tenemos canciones con los típicos riffs de The Haunted, las que poseen su sonido clásico, mientras que por otro tenemos medio disco cargado de temas experimentales, lentos, llenos de atmósferas intimistas y de voces limpias y rasgadas a partes iguales. En medio tenemos también algún que otro tema de vena más rock-hardcore, al igual que en anteriores discos, como es el caso de “The Drowning”, uno de los cortes más destacados del CD. El resultado, al final, es un verdadero collage.

El caso es que esta nueva onda “emo-thrash” no logra convencer del todo. Cuando quieren hacer canciones de la vieja escuela lo hacen con menor convencimiento y garra que en sus primeros (y excelentes) discos, mientras que con los medios tiempos y las canciones sosegadas ni enganchan ni se les ve del todo desenvueltos. El disco, tras una intro de un minuto, comienza con “The Flood”, un tema rápido que a los pocos compases cambia radicalmente de onda para introducir guitarras limpias, una constante que se repite en varios temas. Es como si quisieran cambiar “a medias”, conservando su estilo típico (ese thrash característico con tintes de death melódico), pero enseguida se les ve el plumero. Y por lo común las revoluciones a medias no suelen dar buen resultado. O chicha, o limoná. Y si no, ná. Porque al final resulta un tanto artificial.

“The Medication” y “The Prosecution” son algunas de las canciones más prototípicas de los Haunted de toda la vida, aunque con más melodía en el estribillo y intermedios pausados entre riffs contundentes, al igual que pasa con “The Shifter” o “The Stain” (a estas alturas ya os habréis dado cuenta de que todas las canciones empiezan con el artículo “The”). En el otro lado de la balanza nos encontramos con cortes como “The Fallout” o “The Cynic”, que no tienen nada que ver estilísticamente y parecen más pruebas de laboratorio que otra cosa.

Es verdad que The Haunted necesitaban urgentemente un cambio en su sonido, porque corrían un gran riesgo de autoplagiarse disco a disco al igual que ocurre con otros grupos, y difícilmente superarían trabajos como el de su debut o “One Kill Wonder”. Sus intenciones manifiestas de cambio denotan honradez, en lugar de querer buscar el camino fácil de siempre, pero aún tienen que dar un segundo paso y confirmar la evolución con algo más convincente. Con este disco se han quedado a medias.

Como último apunte, la versión limitada de este CD incluye dos bonus tracks y un DVD con el "cómo-se-hizo" el disco, video clips y dos canciones en directo. Para los más fanáticos de la banda.