Amorphis: The Beginning of Times

Esta banda finlandesa no deja de sorprender. Desde la edición de “Eclipse” van hacia arriba dejando patente que los tiempos gloriosos de “Tales of Thousand Lakes” y “Elegy” son un glorioso recuerdo, pero que eso no les hace vivir de rentas, y que la etapa en la que están instalados es absolutamente memorable. Si “Skyforger” parecía insuperable… tengo muchas dudas respecto si este nuevo trabajo es capaz o no de superarlo. El toque netamente folk y la inclusión de voces femeninas y flauta travesera le da a su sonido una dimensión y un toque personal realmente muy conseguido. Parece que hayan encontrado otro sonido definitorio y que la banda esté en estado de gracia. Las ventas acompañan y esta vez no sólo han conseguido el número 1 en Finlandia sino que también han entrado con fuerza en Alemania. Su próxima gira visitará incluso el Sur de Europa, así que podemos estar más que contentos.

A pesar de la complejidad y de que se adentran en terrenos bastante progresivos el disco es de largo, uno de los que mejor entran a las primeras de cambio. Tomi se sale a las voces y la inspiración en el héroe escandinavo Väinämöinen juntamente con esos momentos épicos, melancólicos y la producción de Marco Hietala (Nightwish) hace que todo esté en su sitio y que se salgan. Las voces limpias y guturales se combinan llegando incluso a asomar momentos cercanos a sus primeros discos cono en “Crack in a Stone” o “My Enemy”. Pero los momentos melódicos y emotivos como en la folkie “Beginning of Times” alcanzan cumbres compositivas. Excepcionales riffs de guitarra y las guturalidades de Tomi.

De entrada cabe destacar los mejores temas del disco: el gran estribillo de “Mermaid”, el claro single “You I Need” y la portentosa “Song of the Sage”, con flauta incluida. La influencia Gary Moore e irlandesa en esos riffs parece absolutamente obvia. Quizá Amorphis suenan muy accesibles ahora, después de tantos discos, pero es innegable que la cosa funciona de maravilla. “Battle for Light” es un perfecto inicio, a piano y con toda la suma de instrumentos que apuntan hacia terrenos irlandeses y folks. Las cumbres y valles se suceden y la obra nos lleva arriba y abajo, de lo delicado y dulce a lo agresivo, pero todo dentro de estribillos memorables y a golpes de riffs cuidados. Teclados y coros lo envuelven todo y hasta hay una cierta épica viking ralmente muy conseguida, pues en todo momento su música sigue sonando a Amorphis.

Esta banda crece disco a disco y hasta poseen fans alejados del heavy metal, todo un logro. La gracia es que su evolución es capaz de mantener a los fans clásicos, gustar a los primeros devotos de sus obras y abarcar a nuevos públicos. Todo un ejemplo de ese peligroso concepto llamado evolución, que suele terminar por sepultar a muchas bandas, que terminan volviendo a los sonidos que les hicieron grandes antaño. No hay duda de que Amorphis son una de las bandas del momento, esperemos que este disco consiga el éxito que merece y que en su gira demuestren el estado de gracia del que disfrutan en estudio. Un disco perfecto… de no ser que sus dos primeros trabajos y “Skyforger” tienen la sombra demasiado alargada.