Nada nuevo bajo el sol. Así podría definirse la propuesta musical de Moonlight Agony, que nos retrotrae a tiempos pretéritos no preciosamente muy agradecidos una vez vistos con la perspectiva que nos da la historia. Probablemente hace más de una década habría podido encontrar su pequeño lugar entre toda aquella pléyade de formaciones clónicas ansiosas de propagar la palabra del Power metal, pero hoy día no deja de ser una banda más que hace patente que la perpetuación de ciertos clichés tanto tiempo después de su momento álgido acaba por volverse en su contra, a pesar de ser una intentona bastante descarada de garantizarse un público seguro. Una verdadera lástima, tratándose de una banda que en este nuevo trabajo ha intentado hacer pequeños aportes, siendo los más obvios los progresivos, que además de hacerles lucirse como músicos, también suelen dar buen resultado para garantizarse el beneplácito de la crítica más benevolente y los neófitos del género más impresionables. Una extraña combinación entre las clásicas bandas teutonas y escandinavas con el sonido progresivo y aclarado de Symphony X que sin embargo no da los frutos deseados. Tantas influencias acumuladas redundan negativamente en el resultado final, dando la impresión de ser un batiburrillo de ideas ajenas que por defecto es imposible que suenen mal, pero que se hacen muy frías e impersonales.

A pesar de las carencias creativas, sería injusto negar virtudes técnicas de los integrantes de la banda. Obviamente está David Akisson como vocalista, con un registro a medio camino entre Russell Allen y Vescera que supone un aporte de interés, especialmente gracias a su dominio sobre los graves. Petersson y Landin cumplen a la perfección su función de hachas, sabiendo imprimirle a las composiciones la velocidad necesaria, mientras que la base rítmica suena con la contundencia acostumbrada en el género, aupada por una producción limpia sin llegar al exceso.  Lo único que se puede achacar al resultado final s la extraña mixtura de la que surgen las composiciones, como si en algunos momentos se tuviese la sensación de que las canciones hubiesen sido compuestas por dos bandas completamente distintas.  Lejos ya de la disparidad de sus influencias, no existe coherencia entre los temas, debido a unos bandazos desconcertantes entre el power metal adepto la vena más feliz y desenfadada del género con otra más oscura, compleja e intrincada. Los mejores ejemplos son los arreglos de teclados, de corte claramente atmosférico, que a duras penas encajan con unos coros de corte desenfadado que parecen completamente desubicados. Unos ingredientes cuya combinación es extremadamente compleja y las dotes compositivas de los integrantes de la banda no parecen ser bagaje suficiente para resolver este problema.

Naturalmente, las dotes musicales de la banda logran que el conjunto no pueda ser tachado como despropósito y no es difícil rescatar algunos temas que hagan albergar alguna esperanza para el futuro de la banda. “Leaving Solititude” es uno de ellos, gracias a ser uno de las composiciones más homogéneas y elaboradas. Imposible obviar “You Betrayed Me”, claramente inspirada por los excesos de Rhapsody y fácilmente digerible por cualquiera que asimile las canciones despreocupadas. La estrella de la función es  “Solemn Waters”, en la que la participación de la vocalista Sara Kvist se revela como un aporte de interés y que logra que el conjunto se evada de la ortodoxia imperante.

José Antonio Martín Pablos

Grupo:Moonlight Agony

Discográfica:Massacre Records

Puntuación:6

Canciones:

  1. Leaving Solitude
  2. You Betrayed Me
  3. Soulless
  4. Through the Desert Storm
  5. The Dark Era
  6. I'm Alive
  7. Room 101
  8. Different Stories
  9. Bloodred Sails
  10. Solemn Waters

Año:2007