Curioso el resultado surgido del segundo LP de estos canadienses de logo de difícil lectura. Resulta chocante como un grupo con estética e influencias claramente deudoras del power metal que arrasó Europa a mediados de los 80 ha sabido integrar a este sonido tan ortodoxo influencias de una escuela tan poco proclive a los cambios como es la del heavy metal de corte tradicional de los 80. justo es reconocer que, a diferencia de otros pastiches de similares pretensiones, esta amalgama de influencias se ha saldado con un resultado positivo que logrará ganar adeptos entre los devotos de uno y otro estilo. Por un lado tenemos la velocidad y la melodía que caracterizó a las bandas del norte y centro europeos de la época y por otro se ha sabido recoger la esencia de fuerza y carácter de las bandas que auparon al género a su cenit de popularidad. Todo ello hábilmente mezclado por unas manos expertas como las de Larry Anschell, con una trayectoria a sus espaldas que incluye nombres de relumbrón como Pearl Jam, Alice In Chains o Paul Rodgers, aunque este no sea uno de sus mejores trabajos.

Especialmente notable es la influencia de los germanos Running Wild, merced a dos circunstancias dispares : una basé rítmica afilada y agresiva y especialmente la temática naval. Hasta seis de las ocho pistas que componen este Eleutheria están dedicadas narrar las turbulencias del capitán de un navío. Situándonos en 1474, este disco cuasi conceptual nos ilustra con la historia de un protagonista que capitaneando su barco llega hasta tierras vírgenes que inmediatamente reclama para su rey. Para su desgracia, la desaparición de su timonel será el detonante de una serie de desdichas, motín incluido, que se saldan con el abandono del capitán a su suerte.

Tampoco puede obviarse la evidente influencia de Warlord en algunas composiciones, notable en algunos temas a medio tiempo y especialmente en la técnica vocal de Jesse White, aunque en demasiadas ocasiones roce el exceso y surja la cuestión sobre si eran necesarios unos agudos tan pronunciados. Esta apuesta por la fuerza bruta en lugar de la técnica hace que el contraste entre los temas más agresivos y los calmados sea excesiva, cuestionándonos si no habría sido mejor apostar por un término medio que aportase equilibrio al conjunto. Iron Maiden también ha puesto su granito de arena en las composiciones, especialmente en forma de su clásico galope, aunque en ocasiones de la sensación de que no saben como resolverlo. La pareja de guitarristas, Trev leonard y Geof Way, hacen gala de un gran dominio de su instrumento, especialmente patente en ciertos momentos cercanos al metal progresivo que aportan la consabida ínfula intelectual, aunque en ocasiones les lleva a una pretenciosidad vacua.

Estos factores no son excusas que justifiquen la gran carencia del disco y es la ausencia de impronta de la banda que haga patente una personalidad propia. Es un producto correcto, bien hecho, pero carente de alma. Se limitan a  ejecutar con corrección temas más que correctos con gran precisión , pero esta tarea podría haber sido obra de igual forma por cualquier banda tributo bien formada. La escucha es agradable y la pretensión de hacer un disco conceptual es loable, pero sería preferible que primero fuesen conscientes de sus propias limitaciones antes de abordar empresas tan ambiciosas.

José Antonio Martín Pablos

Grupo:Antiquus

Discográfica:Cruz del sur music

Puntuación:6

Canciones:

  1. O Captain, My Captain
  2. Eleutheria
  3. Meta Incognita
  4. Redemption
  5. I Am Alive
  6. Leaves Of Grass
  7. Mechanismo
  8. KT Event

Año:2007