Enslaved: Riitiir

En el heavy metal, como en la vida, existen dos clases de personas: las que abren su mente sin miedo a cambios y nuevas ideas, y los que no. Si perteneces al segundo grupo, quizá en su día no vieras con buenos ojos la “evolución” (eso que tu llamarías “devolución”) de la carrera discográfica de ENSLAVED, banda noruega originalmente abanderada del movimiento black metal en su país, a principios de los noventa. Puede que incluso defendieras la idea de que, ante semejante cambio en su trayectoria musical, no debieran haber seguido llamándose ENSLAVED cuando hacia principios de la década de los 2000, con “Monumension”, apostaran por un viraje sin vuelta atrás en su propuesta. Si esto es así, puedes dejar de leer en este preciso instante. Bienvenidos el resto, pues tenemos ante nosotros lo nuevo de Ivar Bjornsson, Grutle Kjellson y cía. Ya está aquí “RIITIIR”.

Del mismo modo que multitud de personas profesan un profundo rechazo hacia la innovación y el antiestatismo en el mundo del rock / metal, existe otro numeroso grupo de personas que simplemente “traga” con cualquier novedad que cae en sus manos. Las “modas” que incluso afectan a nuestra escena se encargan muchas veces de endiosar bandas o discos que en cualquier otro momento del tiempo hubieran pasado desapercibidos. ENSLAVED podrían estar viviendo en estos momentos su particular momento, con una buena parte de la crítica especializada derretida ante su particular propuesta y abanderando la modernización del sonido de bandas de metal clásico, bien sea de black, death o heavy metal en general. El objetivo de estas líneas no es el de sumar un +1 a esa pila de rosas que últimamente cosechan los noruegos. Tampoco el de rechazar terminalmente el trabajo por su poca relación con los orígenes de la banda. El objetivo es, simple y llanamente, intentar ofrecer al lector una visión meridiana de qué va a encontrarse al escuchar el redondo, al mismo tiempo que relacionar, de algún modo, su sonido con el pasado de la banda para intentar concluir un dictamen que difícilmente podrá escapar de la subjetividad de quien escribe. Esto, que es aplicable a prácticamente todas las críticas que se publican diariamente en TheMetalCircus.com, cobra especial importancia para el “RIITIIR” de ENSLAVED.    

“Monumension” marcó el camino. En realidad, el camino ya había sido empezado a labrar de la mano de álbumes como “Mardraum: Beyond the Within”, que mucho distaban musicalmente de sus inicios con “Vikingligr Veldi” o “Frost”. Vemos que incluso, aunque mucho no lo vean, dentro de los discos “sagrados y puros” de ENSLAVED también existía la evolución. Sin embargo en 2001 todo cambió radicalmente. Nuevo logo y nuevo giro a su música. “Below the Lights”, a su manera, intentó sintetizar los nuevos elementos progresivos recién introducidos con las ambientaciones más oscuras de sus comienzos. No es algo que con sus futuras ediciones, véanse “Isa”, “Ruun”, “Vertebrae” y “Axioma Ethica Odini”, no continuaran haciendo. Con mayor o menor presencia de elementos clásicos en sus temas, ENSLAVED procuraron introducir nuevos toques de su actual espíritu en los ya recurrentes blast-beats y riffeos de su etapa old school norwegian black metal. Las piezas del puzle unas veces encajaro mejor, otras peor.  

Su progresión (palabra que viene al pelo) continúa en “RIITIIR”, su recientemente estrenada nueva propuesta. Ocho temas repartidos en más de una hora de música que nos muestran el lado más continuista de unos ENSLAVED que no han profundizado mucho más allá de lo que lo hicieran en sus anteriores creaciones, sino que más bien han procurado recrearse en ese estilo que tan suyo parecen haber hecho. La fusión entre la esencia black metalera y el prog rock, en ocasiones llevado hasta límites de la sobre-ornamentación, son sus señas de identidad.  

“Los ritos del hombre”, traducción del título original del disco, puede llegarse a hacer ciertamente cuesta arriba por lo repetitivo de temas como “Thoughts Like Hammers”, un corte que empieza realmente bien pero que termina por despistar hacia su ecuador. ¿Demasiado largo? Seguramente. Lo cierto es que la estructura se repite una y otra vez. Interesantes distorsiones iniciales dan paso a una estrofa al más puto estilo SEPTIC FLESH, oscura en ambientación y que parece sugerirnos una enorme bestia devorando ciudades a su paso. Guitarreos muy progresivos ceden su turno a un estribillo con la voz limpia de Herbrand Larsen. El tema entra en bucle y se prolonga hasta casi los diez minutos. “Death in the Eyes of Dawn” arranca de modo casi intrascendente. Tempo moderado, guturales, voces susurrantes y teclados en ambientación tenebrosa terminan en un estribillo que parece provenir de un “copy-paste”. Al más puro estilo SCAR SYMMETRY, la voz melódica de Herbrand bien hubiera pegado para cualquier grupo de hiper melodeath se antoja rara en el tema. Un solo aceptable y diversas repeticiones del novedoso estribillo terminan con un tema de más de ocho minutos de duración.  

“Veilburner” comienza nuevamente ahondando en su lado más prog / black. La estrofa inicial, en clave de growl y con reminiscencias a sus lados mozos da paso, nuevamente, a un estribillo desquiciantemente melódico, y empleamos ese adverbio porque la melodía en este caso llega hasta los límites de lo empalagoso. El tema posteriormente se pierde entre repeticiones del estribillos y detalles progresivos. “Roots of the Mountain” percute en lo melódico en los estribillos. Sin embargo, un inicio endiabladamente rápido y encabritado que tiene continuidad en estrofas posteriores otorga al trabajo un toque de variedad que hasta ahora no tenía, perdido entre cambios de tempo, ambientaciones oscuras y estribillos a veces absurdamente melódicos. Probablemente el mejor tema del disco y el que mejor lo resuma, con muy buen solo, partes muy clásicas y un estribillo con gran presencia de la melodía. “RIITIIR”, el tema que nombra al álbum cambia las tornas. Estrofas muy melódicas y sinuosas dan paso a estribillos virulentos y desquiciados donde los instrumentos van al límite. El orden de los factores no altera el producto.  

Obviando partes de las estrofas en las que nuevamente la melodía, de un modo u otro, hace acto de presencia, podríamos decir que “Materal” es el tema más fiel a sus primeros discos. Poco que ver con el clásico NBM rápido y cargado de blast-beats, pero su ambientación y sobre todo los guturales que lo presiden, amén del mejor solo del disco, lo convierten en el tema con mayores reminiscencias a su etapa pasada. Ya encarando la recta final, “Storm of Memories” vira de un inicio netamente progresivo a una transición absolutamente al nivel de las composiciones black metaleras de los 90’s. Como era de preveer, la violencia y rapidez se transforman en nuevos fraseos melódicos eso sí, con cambios perfectamente hilados. Un tema que también pasa de los ocho minutos, con muchos cambios y variantes, pero que también resume muy bien el carácter del trabajo. Finalmente “Forsaken” supone el popurrí final que cabría esperar, con un poco de aquí y de allí. Buen tema sin lugar a dudas.  

El nombre de una banda lleva incrustado su D.N.I, es decir, sus señas de identidad. Esto implica que ni los de la década de los 90’s eran más ENSLAVED que estos ni los de ahora lo son menos. ENSLAVED es el presente, pasado, y el futuro, por muy distintos y dispares que estos sean. Es su trayectoria, su evolución. Esto, que no tiene connotaciones ni negativas ni positivas, a efectos se traduce en un nuevo trabajo “RIITIIR”, en el que de algún modo han buscado, más que en anteriores ediciones, de conciliar sus dos caras, la blacker y la progresiva. Cayendo en numerosas ocasiones en la monotonía y en la repetitividad, por momentos si nos mecen entre blast-beats y progresiones varias. Sin embargo, un disco de 67 minutos que muchos habríamos resumido en poco más de 40 ha de tener alguna tara. Eclecticismo extremo el de ENSLAVED, que parecen haber hecho suyo aquello de “todo vale”. Ideas difusas, momentos estelares. Luces y sombras. Sabor agridulce. ¿Tiempos de cambio? En un par de años lo sabremos.

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