Riot of Violence: Planet of the Rapes

Riot of Violence consiguen así apartarse de lo convencional, trazan su propio camino y nos traen su manera de hacer las cosas. Y esto es algo que muchos apreciaremos enormemente dada la poca variedad e ingenio que normalmente se ve en los lanzamientos de un género como el metal.

Cuando una banda publica su debut, es más que habitual encontrar en su música señales inequívocas de que esa es su primera obra. Composiciones poco maduras, ejecución claramente mejorable, abanico de ideas reducido… podemos avistar, si bien no siempre todos, algunos de estos elementos en muchos de esos primeros pasos de bandas amateurs. Pero esto no es ningún tipo de sorpresa, ni mucho menos de decepción. Es algo habitual y normal, dado que las agrupaciones necesitan tiempo para crecer y, lo más importante, desarrollar su personalidad. Pocas son las bandas que sorprenden con un primer trabajo con cara y ojos bien definidos, con unos rasgos característicos que los diferencien desde el primer segundo de los demás. Y pese a lo excepcional que pueda ser esto, igual de admirable puede ser una buena progresión escalonada, una evolución en el segundo álbum que demuestre lo rápido que se puede mejorar y cómo se puede crear una identidad musical en relativamente poco tiempo, superándose a sí mismos y dejando claro quién tiene madera para sobrevivir en la mercado musical hoy día.

Este es el caso de Riot of Violence. Si bien su debut «Waiting for Death» no es un mal álbum, uno no podía dejar de pensar después de escucharlo que esa banda podía ofrecer mucho más. Que se veían buenas intenciones pero que con trabajo duro aquel disco de suficiente podía llevarnos a algo mucho más atractivo, con estilo propio. «Planet of the Rapes» viene para cumplir con todas esas expectativas y para confirmarnos que nos encontramos ante una banda con un enorme potencial, capaces de manufacturar un álbum tremendamente compacto y adictivo. Gran parte de su éxito reside en la mezcla estilística que encontramos en sus canciones. Sin ir demasiado lejos con experimentaciones, la agrupación coge lo mejor de varios géneros entre los cuales se encuentran sus influencias más cercanas y los combina a la perfección. Algo de metalcore/deathcore, algo de thrash, algo de death más clásico… pero sobretodo la predominante esencia de la maravillosa escena de Gotemburgo. Y no os engañéis, por mucho que esta mezcla pueda sonar algo extraña aquí escrita, Riot of Violence consiguen moldearla de una manera totalmente coherente y nos entregan un producto final donde la bestialidad y la melodía se equilibran con sumo buen gusto.

El mayor logro de la banda con este «Planet of the Rapes» es la estructuración de las canciones. Olvidaos de todo lo que conocíais hasta ahora en metal estándar. Olvidad el constante intro-verso-estribillo-verso-estribillo-solo-estribillo-final. Aquí cada canción tiene una historia que contar, y la música se desarrolla a la par que esta. Impresionante el trabajo lírico realizado (os insto a comprar la edición física para apreciar mejor las letras en el contexto del booklet, pero también las podéis leer en su Bandcamp), y magnífico el cómo evolucionan los temas junto con las temáticas tratadas: pocas repeticiones de riffs, un constante fluir de ideas que, lejos de resultar caótico, cobra total sentido con unas cuantas escuchas y la lectura de las crudas letras. Riot of Violence consiguen así apartarse de lo convencional, trazan su propio camino y nos traen su manera de hacer las cosas. Y esto es algo que muchos apreciaremos enormemente dada la poca variedad e ingenio que normalmente se ve en los lanzamientos de un género como el metal.

Furiosos blastbeats confluyen con rebuscados breakdowns, todo coronado por un idóneo sonido de guitarra y un tratamiento vocal que haría temblar al más valiente. Estupendas también las líneas de la batería, mención especial, por ejemplo, a excelentes juegos como el constante cambio de subdivisiones de bombo en cierta parte de «I Am the Battlefield». En cuanto a temas individuales, destacan sobretodo el tema título, la endiabladamente genial «Transhuman Dystopia», la efectiva «March of the Squealers» y la visceral «For Sound I Shall Become». Muy buen trabajo de los barceloneses, y un enorme paso adelante en su carrera y sobretodo, en la definición de su carácter como entidad musical. Riot of Violence tienen mucho que decir. No les perdáis la pista.