Agnostic Front: My Life, My Way

Retorno a las raíces de los chicos de Vinnie Stygma y Roger Miret. Si sus dos últimos discos en Nuclear Blast eran una conversión al thassh hardcore y eran de lo más elaborado, agresivo y excelsamente producido, para esta tercera entrega hay un retorno hacia sus orígenes, aunque manteniendo ciertos guiños a su último “Warriors” y manteniendo una producción tan pulcra como contundente. Ciertamente esperábamos con ganas este trabajo, pues ya hace algunos años que la banda de NY no sacaba material nuevo.

Ellos son pioneros de todo y estuvieron antes que nadie. Siguen fieles a los cánons a los que les vimos nacer y les han hecho leyenda. Contundencia abrasiva, temas de escasos dos minutos de duración y una explosión de rabia contenida. Mucha atención a “Us Against the World” porque pues tiene todas las de la ley para ser todo un nuevo himno. Coros de apoyo y un estribillo que queda a la primera. Miret ha perdido algo de voz, pero mantiene esas señas inequívocas de identidad que hacen que cuando escuches el disco, suene a Agnostic Front. Stygma lanza los característicos riffs y se atreve con solos muy cercanos al heavy metal.

 Otra que va para clásica es la que da nombre al disco: “My Life, My Way”, la más extensa y trabajada de todas. Con unos coros de corte Oi! y el mejor riff del álbum. “Thats Life” es una vuelta a sus primeros trabajos, puro hardcore neoyorkino, tirando de velocidad y mala leche. El baterista Pokey Mo demuestra el por qué de su fichaje por el grupo, todo un acierto. “Self Pride” acerca al grupo a sonoridades propias de Slayer o Sepultura, riffeando a medio tiempo y dando toda la contundencia posible. Otra similar es “Your Worst Enemy”. Se nota la sabia mano de Erik Rutan en la producción.

Volviendo al corte más hímnico y desenfadado hay “Now and Forever”, ideal para corear en directo. No deberíamos sorprendernos de que “A Mi Manera” sea cantada con el peculiar spanglish de Miret. Ese inicio con “Eso es para todos los de la escuela nueva y los de la escuela vieja” es toda una declaración de intenciones. La voluntad de Agnostic Front de aglutinar bajo la bandera de una gran familia a punks, skins y metalheads sigue vigente.

Posiblemente este “My Life, My Way” no se acerque a sus mejores obras, ya clásicas, pero es un buen golpe de timón a su sonido y nos devuelve a los AF más combativos y puros, aunque manteniendo parte del sonido de sus dos anteriores discos, mucho más cercanos al thrash metal. No han conseguido tampoco un single tan claro como “For My Family”, pero el material ofrecido roza un nivel muy alto y convencerá sobradamente a todos sus seguidores. Material incendiario y otra dosis de contundencia marca de la casa que demuestra que esta banda sigue viviendo una segunda, o tercera, juventud.