Masterplan: MASTERPLAN

Es curiosa la rapidez con la que una banda puede ser adjetivada como “consagrada”.
De acuerdo, los músicos que forman MASTERPLAN tienen individualmente mucha carretera
a sus espaldas pero no hay que adelantarse a los hechos, señores.

El hecho, por el momento, es que han conseguido un fantástico disco de debut.
La banda ha hecho un disco de composiciones sólidas, de temas inspirados y con
un enfoque diferente a todos los discos de Heavy Metal actuales.

El inicial “Spirit Never Die” junto al ya conocido “Enlighten me” son futuros
clásicos, sin discusión. Tienen capacidad de quedarse en tu cabeza y que los
recuerdes días después de haber escuchado el disco, de manera que ese es el
primer punto que les separa de cualquiera de las bandas clon que publan actualmente
la escena del Heavy Metal.

Hay otros temas, como por ejemplo “Crystal Night”, que nos descubren una cara
mas agresiva de MASTERPLAN, con un Jorn Lande cuya voz rasgada contribuye mucho
a ese comentado endurecimiento. “Soulburn” es otro claro ejemplo de como mezclar
arreglos ligeramente sinfónicos, coros muy melódicos, y guitarras en tonos bastante
bajos, tónica general en varios temas de este primer disco. El solo de Roland
Grapow en este tema es memorable puesto que sin buscar el virtuosismo, consigue
algo directamente sacado de su corazón. Probablemente Grapow es capaz de tocar
1000 notas por hora, pero es un músico bastante comedido en estudio y en directo,
lo cual se agradece. Ya hay suficientes Yngwies en la actualidad.

La sorpresa viene con “Heroes”, un tema que cantan a medias Jorn Lande y Michael
Kiske, y que podría haber estado firmado perfectamente por STRATOVARIUS, GAMMA
RAY o los HELLOWEEN clásicos. Lógicamente, ni Uli Kusch ni Grapow son tontos,
y le han dado a los fans una pizquita de eso que tanto demandan: una banda que
se asemeje a los HELLOWEEN clásicos.

Kusch es una maquina perfecta tras la batería, y la manera en que respeta el
tempo de cada canción es alucinante. Realmente, la gracia de MASTERPLAN reside
en que todos sus componentes, o al menos la cúpula principal (Grapow, Kusch
y Lande) son excelentes compositores, algo mostrado por Lande en numerosas ocasiones
(ARK, MILLENIUM, JORN), y algo que no nos esperabamos de Kusch y Grapow después
de aquel fiasco llamado “The Dark Ride” editado bajo el nombre de HELLOWEEN.

En la vertiente agresiva antes comentada también encontramos “Crawling from
hell” y  el ligeramente progresivo “Bleeding eyes”, los cuales contrastan ampliamente
con el aluvión de sentimentalismo mostrado en “Into the light” y “When Love
close”. La primera es una balada perfilada como tal, y la segunda un medio tiempo
de pasajes vocales bastante melancólicos, que a buen seguro hará las delicias
de quienes piden variedad en los lanzamientos actuales de bandas Heavies.

MASTERPLAN han conseguido hacer un gran disco. Eso si ¿consagrados? Cuando
saquen el segundo álbum, lo discutimos.