The Agonist: Lullabies For The Dormant Mind

Pero… ¿qué ha pasado con THE AGONIST? Esa es la pregunta que se me pasó por la cabeza al escuchar ‘Lullabies For The Dormant Mind’; o también si estos eran los mismos que hace poco más de un año nos ofrecieron ‘Once Only Imagined’. Esa fue la primera entrega de este cuarteto de Canadá, donde, aunque suene machista, lo primero que me llamó la atención fue la imagen de Alissa White-Gluz. Por un lado dulce e inocente, pero parte de esos calificativos se difuminaban una vez se escuchaba su voz en disco.

Pero es que esa inocencia ya ha desaparecido por completo, con un disco que desborda rabia y multitud de géneros agresivos. Producido por Christian Donaldson (Cryptopsy, Mythosis), aparte de tanta tralla, han sabido arreglar algunos temas con orquestaciones, intentado así dar una variedad y dinamismo al disco que, de largo, han conseguido. Alissa escupe sus letras sobre unas estructuras que combinan estilos y más estilos musicales, sonando de una manera bastante moderna. Vamos, que al escuchar el disco, así de primeras, hasta me he acojonado, porque para nada esperaba algo tan sumamente cafre y arrollador. Es increíble la facilidad con la que Alissa pasa de sus gruñidos a una voz de lo más angelical, y se puede apreciar desde la inicial ‘The Tempest (The Siren»s Song; The Banshee»s Cry’, donde Simon McKay nos ametralla con su batería con todo tipo de cambios. Que ya apuntaban algunos de estos hechos en su primer álbum, pero es que aquí lo elevan a la máxima potencia.

Pero es que esa melodía no es una constante y no es que abunde precisamente, lo que se suele hacer extraño en un grupo liderado por una fémina. Es que hasta hay partes que pueden estar cercanas al Black, como el comienzo de ‘and Their Eulogies Sang Me to Sleep’, dejan espacio a solos de guitarra en ‘Thank You pain’, añaden las mencionadas orquestaciones en temas como ‘When the Bough Breaks’, suenan algo más clásicos en ‘Globus Hystericus’… y poco espacio dejan a la tranquilidad, solo al principio de ‘Waiting Out The Winter’, que podría pasar como single (aunque no acertado de lo que incluye el disco al completo), y en ‘Swan Lake…’, donde la voz de Alissa solo se ve acompañada de orquesta quedando un tema muy atmosférico, como si de un coro de iglesia se tratara (increíble su unión con ‘The Sentient’).

Si con ‘Only Once Imagined’ me parecieron una banda del montón con algún tema destacable, aquí me rindo a ellos, y ahora entiendo la apuesta de Century Media por ellos. Segundo trabajo de su carrera, sobresaliente, desmarcándose bastante de lo que fuera su debut, con multitud de matices, y con una cantante que brilla con luz propia en estudio. ¿Lo hará igual en directo?