Desde que Paul Stanley editara en 1978 su primer disco en solitario ha llovido mucho. Por entonces, KISS aún consistían de su formación original (con Peter Criss y Ace Frehley) y , es más, KISS aún no habían compuesto el mítico “I Was Made For Lovin’ You”. Ni se habían quitado el maquillaje. Ni habían fichado a Bruce Kulick. Ni conocían a Eric Carr. Sólo hay un nexo en común entre entonces y ahora: el genio creativo de la banda sigue siendo el mismo: Paul. Y si uno se pone a indagar, hay otro nexo: Desmond Child. La maquina de hacer éxitos de Estados Unidos mantiene con “Live To Win” su asociación creativa con el starchild, algo que –sin duda- ha beneficiado enormemente a éste nuevo disco en solitario.

 

Y no solo Desmond Child. Para variar, Paul ha sabido rodearse de los mejores talentos del negocio. En “Live To Win” también participa activamente Andreas Carlsson, quien ha tenido relación con bandas como DEF LEPPARD y ya ha colaborado con Paul en el pasado. Y por si fuera poco, Pete Masitti (quien ha trabajado con HOOTIE AND THE BLOWFISH y Enrique Iglesias Jr.) y John 5 han echado una mano en la composición del disco.

 

¿El resultado? Una mezcla entre lo que uno puede esperar de Paul Stanley y una buena dosis de modernidad inevitable. De Paul uno puede esperar canciones pulidas, hímnicas, afiladas en su enfoque comercial. A todo eso, sumémosle guitarras afinadas algo más bajo de lo normal y una voz deseosa de explorar registros menos típicos que los de KISS. “Live To Win” es un disco de rock contemporáneo que destaca por méritos propios. No es Numetal (¿porqué todos los heavies tienen tanto miedo a eso?) y tampoco es un remake de su disco en solitario de 1978. Simplemente es una muestra bien clara de quién es Paul Stanley a nivel musical en el año 2006.

Y aquí es donde entran en juego las comparaciones con su compañero de banda, Gene Simmons. Mientras que “Asshole”, el disco de Simmons era un disco algo carente de una dirección concreta (un tema medio psicodélico por aquí, otra ultraheavy por allá, una balada aceitosa por el otro lado, una versión de THE PRODIGY sin venir a cuento), el de Paul es un disco mucho más centrado y, sobretodo, destinado a hacer diana con los fans de KISS. No creo que absolutamente nadie esperara una segunda parte de su anterior disco en solitario, especialmente sabiendo que Paul rehuye como loco de cualquier cosa que suene a nostálgia. Igual que Simmons reutiliza viejas canciones hasta el límite de lo inteligible – especialmente cuando algunas son verdaderos casos de ‘entiendo porqué no se editó en discos anteriores’- Stanley prefiere comenzar de cero. Y eso es especialmente distinguible en las letras de las canciones, muchas de ellas claramente relacionadas a la vida privada de Paul en los últimos, donde destaca un divorcio y una nueva boda que proporcionan verdadero sentido a las baladas del disco y sus respectivas letras.

 

Antes de escuchar “Live To Win” es conveniente olvidarse de “Love Gun”, “Mr. Speed”, “Detroit Rock City” y “Magic Touch”, por poner cuatro ejemplos de temas que llevan el sello inconfundible de Stanley. Libres de prejuicios es posible admirar el trabao que el guitarrista y vocalista ha hecho en su justa medida. “Live To Win” supera –de lejos- muchos de los discos que se editan hoy por parte de bandas mucho más novedosas y (teóricamente) mucho más metidas en los sonidos actuales. El disco de Paul suena al año 2006 en una época en la que todo el mundo ha decidido sonar a 1975, especialmente tras la popularidad generada por THE DARKNESS para un estilo que muchos ya daban por muerto: el classic rock o el hard rock setentero.

 

“Live To Win” comienza con el tema que le da título. En él, nos encontramos a un Paul que canta en tonos bastante graves respecto a los que nos tiene acostumbrados. Al menos, hasta que llega al estribillo, donde la voz más característica del líder de KISS aflora y el talante hímnico del tema queda totalmente desplegado. Pese a las guitarras hirientes y la baja afinación, el mensaje del tema es positivo. “Live To Win / ‘Til you Die / ‘Til The Light Dies In Your Eyes” canta Paul en el estribillo. Y lo mejor de todo es que Paul no es el único protagonista de todo esto: el empuje rítmico que proporciona Victor Indrizzo a todos los temas del disco es simplemente anormal. Ni Eric Singer podría haber hecho algo más sobrio y adecuado para el disco.

 

“Lift” es el segundo tema del disco y nuevamente, nos presenta a un Paul pesimista que parece utilizar las nuevas canciones para sacar fuera de sí mismo algún demonio personal. El estribillo es dramático, casi agónico, pero con ese toque hard/melódico que emana cualquier cosa hecha por Stanley. Con los dos temas iniciales, el disco parece una cosa pero luego demuestra ser otra muy diferente.

 

“Wake Up Screaming” abre el frasco de las esencias para todos los fans de Paul que deseen escuchar buenos himnos de hard melódico a la antigua usanza con ese toque actual tan beneficioso que se ha aplicado a las nuevas canciones. De hecho, el salto entre la delicada introducción del tema al estribillo es suficiente para agitar la cabeza reiteradamente en señal de aprobación. Es en este tema donde puntualmente uno puede ver como la voz de Paul flaquea, especialmente en notas sostenidas. No se muy bien si es que Paul no ha regrabado esas partes por falta de tiempo o porque cree que esa voz semi-rota es mucho mejor para añadir dramatismo al tema. Atención al solo relampagueante de Brad Fernquist.

 

El capítulo de las baladas en éste disco es bastante corto para lo que cabía esperar. Tras el prescindible “Nothing Can Keep From You” que Paul y Diane Warren compusieron a medias para la banda sonora de la película “Detroit Rock City” los fans se temían un disco entero lleno de baladas lacrimógenas propias de un Michael Bolton enternecido. Pero no, las tres que hay son buenas y tienen muchos elementos que las hacen merecedoras de estar en un disco como éste. Y es que, a fin de cuentas, Paul Stanley siempre ha destacado en las baladas de KISS. Ya fuera “Forever”, “Every Time I Look At You” o cualquier otra, Paul siempre ha sido el músico más adecuado para cargar con el peso de esas canciones. Mejor dicho: nadie se imagina a Gene Simmons vomitando sangre y cantando algo como “Forever”.

 

Las tres baladas son “Every Time I See You Around”, “Second To None” y “Loving You Without You Now”. La primera recuerda en momentos a “Forever”, aunque mantiene la distancia y se sirve de muchos más arreglos orquestales (conducidos por David Campbell, quien trabajó con KISS en el “Alive IV: Kiss Symphony”). “Second To None” parece más fragil y aústera, al menos en los primeros segundos. Tras los primeros compases, el tema va desplegando sus alas hasta convertirse en una power ballad en toda regla, con un solo de guitarra corto y sin excesos. Y el caso es que el tema me recuerda a algo, no se muy bien si es a WICKED LESTER, a los BEATLES o a su anterior disco en solitario. Atención a la letra: toda una oda a su nueva mujer (o eso o es que busco demasiadas cosas en los textos de las canciones)  Finalmente, “Loving You Without You Now” es la más insulsa de las tres, aunque contiene algun fragmento realmente emocionante. El solo de guitarra y los segundos que le preceden estarían en esa categoría.

 

El trío “la-la-la” de éste disco es muy claro. Los tres temas rockeros e hímnicos del disco están practicamente pegados unos con otros. Se trata de “All About You”, reminiscente de los BON JOVI de “Keep The Faith” y con un estribillo muy bien construído que es imposible no aprenderse de memoria, “Bulletproof” (una hija bastarda de “Silver Spoon”) y “It’s Not Me”.

 

“Bulletproof” será, para muchos, el mejor tema del disco. Contiene voces femeninas y un estribillo realmente capaz de elevarte el ánimo. Es el único tema del disco que podría aparecer sin problemas en un disco de KISS y, como ya he dicho, recuerda mucho a “Silver Spoon” de “Hot In The Shade”. Son apenas tres minutos de canción, pero me temo que el riff inicial de guitarra y el estribillo  van a convertirse en un clásico instantáneo para los fans del legendario artista.

 

“It’s Not Me” es otro de los mejores del disco. Se trata de un tema con sonido más actual y con evidentes características de hit, aunque dudo mucho que la radio americana le de cancha a un artista como Paul en éstos tiempos. Es probablemente el tema donde Paul canta más agudo y, como es evidente en los resultados, demuestra que sigue manteniendo un buen nivel a la hora de interpretar composiciones algo más altas de lo normal.

 

La ventaja de éste disco es que reúne los mejores aspectos de Paul Stanley en un solo CD. Tenemos los temas rockeros y coreables, las baladas pegajosas y un componente de innovación que podría ser comparable al que pudimos apreciar en el incomprendido “Carnival Of Souls” de KISS. De todos modos, ni siquiera los temas más oscuros de “Live To Win” (caso de “Lift”, por ejemplo) pueden competir con el material de “Carnival Of Souls”. A su lado, “Live To Win” no deja de parecer una fiesta grabada y editada en formato CD. Y es que, por suerte, Paul sabe administrar la innovación en su justa medida. Si “Carnival” era abrumador, “Live To Win” es un disco que pasa por delante de tus narices y no te das ni cuenta. Cuando quieres procesar los temas, el disco ya ha acabado. Y es que sólo dos temas superan los tres minutos y medio de duración.

 

Y hablando de acabar el disco… ¿porqué nadie edita “Where Angels Dare” como single? Podría ser el mejor tema rockero que he escuchado en los últimos diez años, sin exagerar. Pero claro, como Paul es una vieja gloria…

 

En mi caso, ya tengo el mejor candidato a disco del año. Sin la menor duda.

 

Sergi Ramos

Grupo:Paul Stanley

Discográfica:New Door / Universal

Puntuación:9

Canciones:

  1. Live To Win
  2. Lift
  3. Wake Up Screaming
  4. Everytime I See You Around
  5. Bulletproof
  6. All About You
  7. Second To None
  8. It’s Not Me
  9. Loving You Without You Now
  10. Where Angels Dare

Año:2006