Kix: Live in Baltimore

¡Kix han vuelto! Y lo fuerte es que parece que para quedarse. Tras unos shows en festivales norteamericanos estos pioneros del hair metal parece que van en serio. Empezaron siendo una banda de versiones para alcanzar luego cierta repercusión a principios de los 80. Antes que Bon Jovi, Cinderella y muchas decenas y centenares de nombres más. Discos como “Midnite Dynamite”, “Blow My Fuse” o “Hot Wire” bien merecen una escucha para todos los fans de ese hard rock festivo, primerizo a lo Mötley Crüe o Posion. Ellos guardan más conexiones con los Crüe o sobretodo con Cinderella. De hecho son un poco un cruce entre ambos. Siempre muy eléctricos y desbordando actitud. Desgraciadamente el tsunami grunge terminó barriéndolos a pesar de que sacaron un disco más que quedó en nada.

Falta sólo el bajista Donnie Purnell para completar el póker de originales, pero Mark Schenker cumple bien su papel como comprobaremos luego. El directo está grabado en su Baltimore natal y en él desgranan lo mejor de su repertorio. Es un disco muy crudo, pero auténtico. El público es audible entre temas, y aunque van directos y a la yugular, siempre sonando contundentes y metiendo unos coros tan festivos como funcionales, hablan entre tema y tema y se comunican con su audiencia. Además del superclásico “Yeah, Yeah, Yeah, alargado hasta la saciedad, destaca la espectacular “Like a Rug”. Antes “High Wire” y “Same Jane” ya nos sitúan de lleno en materia. Pronto llega la balada a piano “Dont Close Your Eyes”, absolutamente CInderella, especialmente por los tonos y la voz de Steve Whiteman. A lo largo del concierto combina harmónica, saxo y percusiones.

Muy grande ha quedado “Cold Blood” con el público coreando, pero sobretodo destaca “Cold Shower”, con ese bajo marcado y esa cadencia tan festiva a la que Whiteman le pone el colofón con instrumentos de viento. La recta final es lo mejor de su discografía, empezando por la afilada “She Dropped Me the Bomb”. Whiteman es todo un showman y la presentación del “clásico” “Blow My Fuse” es el mejor ejemplo. Impresionante escuchar a todo el respetable acompañándole en la entrada. “Kix Are for Kids” es uno de los temas clásicos con el que suelen abrir los shows. Muy vacilón y cargado de melodía. Una enorme mezcla de blues y rock n roll con guitarrazos afilados. Y no podía faltar “Midnite Dynamite”, ese tema que daba título a su tercera obra. Para muchos su tema más inspirado.

El grupo sigue estando en una forma excelsa. Especialmente Chocolate a la batería y “10/10” y “Damage” a las seis cuerdas. Obviamente Whiteman ya no canta como en sus inicios, pero sabe tirar de veteranía y simpatía. Es innegable que el show posee tanto ángel como pegada. Desgraciadamente creo que esta banda se prodigará poco por Europa. Quizá en algún Glam Slam o habrá que visitar Suecia con su Sweden Rock. Son uno de esos grupos semiolvidados y que nunca han conseguido el renombre de otros compañeros de fatigas. Tras escuchar este “Live in Baltimore”, la verdad es que a uno le dan ganas de verlos sobre un escenario… aunque sólo sea una vez.