Praying Mantis: Legacy

Décimo disco para la mantis religiosa, tras parones, separaciones y mil cambios de formación. Dudo que los hermanos Troy hubieran llegado a pensar nunca que en pleno 2015 serían capaces de grabar una maravilla como esta.

A pesar de no ser un fan a muerte de esta formación superviviente de la NWOBHM tengo que confesar que siempre he sentido cierta debilidad y respeto por ellos. Sus discos actuales valen mucho la pena y los de los 80 son auténticos bombazos. Nunca llegaron al estrellato, quizá porque eran bastante más melódicos que el resto, pero allí está su legado, y este “Legacy” no es más que la demostración de que a pesar de los mil cambios de formación, esta gente sigue sentando cátedra. Los nuevos John Cuijpers a la voz y Hans In’t Zandt a la batería parece que lleven una eternidad en el combo inglés junto a los hermanos Troy. ¿Estamos ante el disco del año de hard rock? Pues posiblemente la respuesta sea “Sí, y de largo”.

Espectacular el balance conseguido y la enorme calidad de los temas atesorados, que brillan con la pulcritud habitual con la que suelen gastar todos los productos de Frontiers. Himnos hard rockeros, guitarras dobladas, feeling 80ero e incontables buenos momentos. Abrir con “Fight for Your Honour” ya es tenerlo todo ganado de antemano. Menudo himno con reminiscencias a los mejores Y&T y a los Praying Mantis clásicos. En las voces profundas Cuijpers tiene un deje a Piet Sielck de Iron Savior, pero este sube hasta los agudos manteniendo un feeling tremendo. Excelentes los detalles de teclado que repuntan esta épica maravilla. Instalados en el medio tiempo atacan una preciosa “Believable”. Tremenda línea vocal y crescendo hasta el estribillo rematado con un gran riff doblado. Gran entrada en “Runner” con esas guitarras dobladas e incesantes que dibujan figuras sobre la voz del vocalista. Tremendo papel de Tino Troy y Andy Burgess a las seis cuerdas, pero el teclado también se marca un gran solo.

“Tokyo” es su particular homenaje a Japón con un teclado de apertura en clave oriental, otra maravilla. “Fallen Angel” posee unos coros muy protagonistas y es otra perfecta muestra de lo que se llevan entre manos va hacia buen puerto. Mismas premisas para “The One”, accesible, melódica y calmada. Definitivamente no hay nada de relleno en esta obra a pesar de que “Better Man” y “All I See” no son tan perfectas como el resto. Más intensa y lograda es “Eyes of the Child”, dominada por el teclado y en la que Cuijpers vuelve a demostrar cómo las gasta. En “Against the World” hay preciosos juegos de voces y coros dando mucha intensidad y embelleciendo una canción en la que las guitarras juegan tanto o más que las voces. Final más speedico con otra de las joyas como es “Second Time Around”. Otro gran riff marca de la casa apuntando a que en directo esta no puede faltar.

Décimo disco para la mantis religiosa, tras parones, separaciones y mil cambios de formación. Dudo que los hermanos Troy hubieran llegado a pensar nunca que en pleno 2015 serían capaces de grabar una maravilla como esta. No es nada nuevo, siempre instalados en el medio tiempo, pero lo hacen como nadie. Ya no toca compararlos con sus compañeros de generación, sino con bandas del estilo que acaban de salir a día de hoy… Praying Mantis siguen estando por encima. No va a cambiar nada y Praying Mantis va a seguir estando en festivales menores de hard y metal true en pequeñas capitales europeas y en recintos de poca capacidad. Merecen mucho más… Imprescindible para todos los públicos.