Bad Way: From Zero to Hero

Después de bastante tiempo preparando los detalles y trabajando en hacerse
un nombre en la escena de Barcelona, BAD WAY finalmente editan su primer disco,
titulado “From Zero to Hero”. BAD WAY no son la banda maquetera que uno puede
esperar cuando lee “autoproducido” en la entradilla de esta reseña. Estoy acostumbrado
(y mi compañero Javi Metal aún mas) a escuchar muchas bandas casposísimas que
este país produce periódicamente y en el momento en que comencé a escuchar la
demo y ahora el disco de BAD WAY me doy cuenta de que son un auténtico soplo
de aire fresco en una escena demasiado saturada de bandas no profesionales que
pretenden ir de profesionales, de mamelucos que no saben como demonios tocar
o cantar y que creen saber hacerlo, y cosas por el estilo. BAD WAY no tienen
nada que ver con todo eso: se trata de una banda bien hecha, que presta atención
a los detalles y que trabaja duro y no se contenta con tocar ante las mismas
catorce personas cada fin de semana. No en vano, han teloneado a TWISTED SISTER
en su único concierto en Barcelona y recientemente han acompañado a los olvidadísimos
VAIN en una fecha madrileña. Y como todos, se han tragado un buen montón de
horas de furgoneta para llevar a su grupo por estos mundos de Dios.

La filosofía de la banda no es la de copiar abiertamente la escena angelina,
pues lo cierto es que no puedo coger “From Zero To Hero” y decir “es que esto
suena igual que el ‘Apettite’ de GUNS, vaya copia, váyanse señores de BAD WAY,
váyanse”. Siempre que hablo de ellos hago referencia a “la banda del anuncio
de la Pepsi” pues no se trata de Hard-Rock macarra al uso, sino que posee un
componente semi-azucarado que lo hace irresistible. BAD WAY abogan por temas
energéticos, con riffs de alto voltaje de la mano de Martin G. y Alek y con
el sólido apoyo de Dabis como bajista. Rítmicamente, no se trata de una banda
compleja: estamos hablando de rock n’ roll sucio y apetecible, con lo cual aquí
no hay ni doble bombo, ni solos a lo Mike Portnoy ni nada de eso. Estribillos
resultones (véase a “Cocaine”, el primer single, o “Nights And Mornings”), guitarrazos
diabólicos, y una voz desgarrada a más no poder. Quizá ese es uno de los pocos
puntos a mejorar: cuando al vocalista Marc Vanway le da por soltarse, parece
que vaya a escupir los pulmones de un momento a otro. Un poco menos de fuerza
y algo más de intensidad en su registro vocal le vendría de perlas, puesto que
me da la impresión de que utiliza más recursos de los que necesita en algunos
momentos, y la voz si no se cuida, se pierde.

Dejando a parte interludios curiosos (“The Way”, “Prelude To a victim”), estamos
hablando de un disco con once canciones muy sólidas, de estructura muy bien
definida, con un acusado buen gusto en lo compositivo. Siendo quisquilloso,
me da la impresión de que no se ha utilizado ‘click’ a la hora de grabar las
baterías y eso contribuye a que en algún momento puntual Alex Skizo vaya un
pelín adelantado o atrasado respecto al resto de la banda. Pero si os soy sincero,
he tenido que rebuscar para sacar el típico error toca-pelotas al que todos
los críticos debemos hace referencia en una reseña. Y estoy orgulloso de poder
decir que me ha costado. No voy a aseguraros que BAD WAY van a vender millones
de discos y a tener números 1 en Indonesia, porque sería faltar a la verdad.
Pero también sería faltar a la verdad decir que no les veo un futuro brillante
–más brillante que a mucho tontolaba que anda por ahí suelto.