Deftones: Diamond Eyes

No sé si será por una razón concreta o un cúmulo de ellas, pero tengo que reconocer que el nuevo trabajo de DEFTONES es de los mejores discos y que más fácilmente se deja escuchar de primeras que ha caído entre mis manos en los últimos meses, e incluso años. Digo lo de cúmulo de razones, porque la cosa no pintaba demasiado bien. Personalmente, ‘Satuday Night Wrist’ me pareció bastante aburrido, y la crítica generalizada, aún sin ser mala, no fue tan buena como sus obras anteriores. A esa falta de confianza en un nuevo álbum de la calidad de antaño, se unió toda la desgracia de Chi Cheng; su accidente de coche y estado de coma, afectó de tal manera a la banda, que paralizaron todo el proceso de ‘Eros’, lo que iba a ser su sexto disco, ya que no reflejaba lo que era el grupo en ese momento.

Y la verdad es que las declaraciones sobre esa grabación pintaban muy bien (raro es el grupo que no vende sus discos como lo mejor que han grabado nunca). Pero las comparaciones con ‘White Pony’ pusieron los dientes largos, y ‘Eros’ no vio la luz… de momento. Porque parece que algún día puede que lo haga; pero ese es otro asunto. Cambio de productor (Nick Raskulinecz por Terry Date), nuevo bajista en la persona de Sergio Vega, procedente de Quicksand y que cumple su cometido, y en definitiva, borrón y cuenta nueva. En sustitución de ‘Eros’ se encuentra ‘Diamond Eyes’, que de momento no sabremos si es mejor o peor… pero que se convierte en lo mejor que han hecho desde ‘White Pony’ sin apenas dificultad.

Desde la canción que da título al disco, la escucha se va convirtiendo en una delicia, cargada de matices, llena de detalles y sentimientos, y de una forma tan variada que hace que este álbum se pase en un suspiro. ‘Diamond Eyes’ suena pesada a la par que delicada. La guitarra cruda de Stephen Carpenter se une a la voz suave de Chino Moreno en lo que parece una lucha de uno con otro hasta que terminan de ensamblarse por completo la una con la otra, y dar paso a ‘Royal’, donde Chino parece dar muestras de volver a estar inspirado. Pero no es una posibilidad, sino una realidad; y si hay discos donde el conjunto de temas, sin destacar ninguno en concreto, hace la fuerza, con ‘Diamond Eyes’ cada uno destaca por sí mismo, y la unión de todos… no hace falta decir lo que consigue.

Y es esa facilidad para pasar de momentos suaves a otros más desgarrados lo que va hacen que el disco sea sobresaliente. Por ejemplo, tanto ‘Royal’ como ‘CMND/CTRL’ son muy completas, con sus subidas y bajadas, pero el ritmo se pausa con ‘You»ve Seen The Butcher’, más ambiental, pero igualmente pesada. Y es que el señor Carpenter se ha sacado de la manga una guitarra de ocho cuerdas que se hace notar. Al menos en algunos temas, porque mediado el disco encontramos una especie de interludio, con ‘Beauty School’, cuyo mejor calificativo ya va en el título del tema, y ‘Prince’, que si cualquiera nos dice que pertenece a las grabaciones de ‘White Pony’, nos lo creeríamos por completo, marcando uno de los mejores momentos del disco, con un estribillo épico y emotivo. Pero de repente, vuelven momentos más agresivos, con la conocida ‘Rocket Skates’, primer tema de adelanto, simple a la par que efectivo y directo.

La verdad es que la calidad del disco llegado a este punto es altísima, y donde otros discos empiezan a decaer, este mantiene el nivel. ‘Sextape’ es otro momento de pausa, en lo que parece ser una nana y el momento más delicado de todo este trabajo. De nuevo vuelven esos riffs más pesados con ‘Risk’, donde Carpenter cobra protagonismo, para cederlo de nuevo a Chino Moreno en ‘976-EVIL’ y ‘This Place Is Death’, donde su voz es la absoluta protagonista. ¿Y el resto del grupo que ha quedado sin nombrar? Pues bien, Frank Delgado en un segundo plano, pero con algún momento puntual de nota adornando las composiciones, y  Abe Cunningham en su línea, enérgico, y aunque no se le suela citar a menudo, una pieza básica en DEFTONES.

Delicia, gozada, una especie de viaje… Búsquese cualquier calificativo agradable, y esa definición se puede adaptar a la escucha de ‘Diamond Eyes’. Y un servidor se muestra encantado comiéndose su orgullo y la poca fe en la nueva obra de los de Sacramento, porque esta vez sí, callará muchas bocas. Básicamente, a los que criticamos en su momento a SNW; y a los que les gustara, este lo hará más, no tengo casi ninguna duda.