Metallica: Death Magnetic
A nadie a estas alturas se le puede escapar el status que tiene Metallica en el mundo de la música. Y no me refiero solo al círculo del rock y el metal, sino a la música en su más extensa globalización.
Nadie debería estar extrañado que Metallica son, y han sido durante muchos años, una de las puntas de lanza de un estilo musical que en sus comienzos se mostraba marginado y alejado de grandes éxitos o ventas. Lo que unos ven como una manera de venderse, otros la vemos como un paso hacia la aceptación de un género o movimiento. Si en los ochenta el nombre de Metallica empezaba a hacerse conocido, a principios de los 90, con su homónimo negro, el fenómeno sobrepasó todo tipo de barreras. De acuerdo en que ese fue el principio del cambio de la banda, pero que les quiten todo lo conseguido desde ese momento.
Los momentos de flaqueza llegaron a mediados de los noventa, aunque las ventas seguían acompañando. Duras críticas por su cambio de estilo, cambio de estética, adiós a las melenas y a las revoluciones por minuto en sus composiciones, pero en directo seguían siendo ellos. De hecho, no somos pocos los que afirmamos que discos como ‘Load’, de estar hechos por otra banda, hubieran sido un gran éxito. Pero claro, a Metallica, visto lo visto, algunos no les permitían las licencias de cambio; pero ellos siguieron su camino sin importarles las críticas.
Que si ‘Reload’, disco de versiones, directo con orquesta… y crisis. Crisis hasta el punto de filmarla para un posterior reportaje en DVD. Salida de Jason, enfrentamientos entre Lars Ulrich y James Hetfield, problemas de adicciones, oscuridad… y ‘St. Anger’. Aunque en su momento el disco, personalmente, me agradó bastante, a día de hoy no lo veo como bloque. Era solo un cambio más en su carrera, que algunos entenderían, otros asumirían, y tantos otros criticarían. Que si sonido de batería malo, que si falta de solos, que si estructuras de canciones atípicas… pero muchos de los temas les siguieron funcionando en directo, y demostraban ser una máquina engrasada. Mucho más cuando recuperaron temas que apenas tuvieron en cuenta durante un largo periodo de años, y no se limitaban a los clásicos de siempre, que, hasta cierto punto, a muchos nos llegaban a aburrir. Que son ya más de cien canciones las que pueden tocar en sus shows, y en la variedad está el gusto, ¿no?
Todo esto, ya sabido por muchos, es solo una introducción en relación a la supuesta presión que podía tener el cuarteto (o dúo) a la hora de ponerse con una nueva obra de estudio. Para empezar, Metallica no tiene que dar explicaciones de lo que hace o dejan de hacer, básicamente porque con cerca de treinta años de carrera, tienen la vida más que solucionada. Muchos les echaron en cara el abandono de sus raíces en su momento, pero no tengo duda de que esas mismas voces sean las que ahora les echen en cara ese mismo hecho; porque Metallica, en cierto modo, y veinte años después, han vuelto en cierta manera a su pasado. Cuando un grupo consigue lo máximo con ciertos patrones, es de admirar que los cambien; al menos no se limitaron a hacer exactamente lo mismo para tirar por la senda del éxito. La unanimidad entre las críticas positivas enmarca este trabajo en algo parecido a ‘… And Justice For All’ en un nuevo siglo, con todo lo que eso conlleva. No sé hasta que punto habrá tenido que ver Rick Rubin, ya que Bob Rock se encargó de sus producciones desde el cambio del grupo; tampoco hasta que punto ha podido influir el tocar al completo ‘Master Of Puppets’ en giras recientes, o como decía antes, el recuperar viejas glorias que todo el mundo debería conocer más allá de ‘One’, ‘For Whom The Bell Tolls’ o ‘Enter Sandman’. El caso es que, Metallica callarán muchas bocas con este disco, al igual que abrirán de par en par muchas otras. Es lo que tiene ser un grupo tan grande y masificado: nunca se puede agradar a todo el mundo, y hagas lo que hagas, te lloverán palos y alabanzas casi por igual.
Composiciones largas, algunas rápidas, vuelta a punteos y solos… Como digo, en cierto modo, la estructura puede recordar a su cuarto disco de estudio. ‘That Was Just Your Life’ comienza con una intro hasta que pasado ya un minuto, se muestra como un tema rápido y dinámico. Ya aquí se aprecian cosa que acompañaran al resto del trabajo. Por ejemplo, que lo menos destacable del álbum sea la voz de Hetfield, que ha ido perdiendo fuelle con el paso de los años. O que las estructuras de muchas canciones son semejantes, dejando paso a los solos en su parte final dentro de lo largas que se puede llegar a hacer ocho minutos de duración si no hay calidad de por medio. Pero aquí la hay; si hasta la hay en el tema que más partes lleva de ‘The New Song’, aquella que estrenaran hace un par de años en las giras festivaleras de verano, y que ahora se titula ‘The End of the Line’. Algunas bases, riffs, pero la letra cambiada casi por completo, con el regustillo final que queda con ‘… the slave becomes the master’. No me extraña que desde entonces se retrasara la salida de este disco, si tantas vueltas han llegado a dar a cada canción.
La cosa se endurece, a fuerza de hacerse algo más lenta, con ‘Broken, Beat & Scarred’, más crudo, más corto, pero con una de las mejores partes instrumentales de todo el álbum junto a ‘All Nightmare Long’, convirtiéndose ambas por méritos propios en dos de los momentos más destacados de ‘Death Magnetic’. Especialmente esta última espero que sea una de las elegidas de cara a los directos, ya que tiene todos los ingredientes para triunfar en los mismos. Con ‘The Judas Kiss’ pasa algo parecido, ya que tiene toda la pinta de ser una de las favoritas, por sus riffs rápidos, por la forma de cantar de James, por los cambios de tiempo…
En contrapunto, también tienen tiempo de sonar aún más lentos, con ‘The Day That Never Comes’ y ‘The Unforgiven III’. La primera recordó a todo el mundo desde su estreno a ‘Fade To Black’. Comienzo tranquilo, canción hasta cierto punto lineal, hasta que en su parte intermedia, cambia de registro hasta hacerse épica en su final, subiendo las revoluciones de manera más que notable. La segunda era uno de los mayores temores de sus fans cuando vieron el listado de temas de esta obra; pero estoy seguro de que si no fuera por el peso de su título, sería una de las más agraciadas de las diez nuevas composiciones de Metallica. Esos arreglos de piano y de cuerda hacen del tema algo más que triste y melancólico, dejando grabadas muchas partes de su letra. Poco o nada que ver con la original o su secuela a priori, pero un momento muy especial en ‘Death Magnetic’.
Quizá el tema peor parado de todo el disco sea ‘Cyanide’. Bien es cierto que tiene cierto regusto pasado, pero queda ensombrecida por la mayoría de las demás. Resulta curioso que fuera la primera canción que estrenaran en sus conciertos visto el potencial de otras. Mas que nada porque es difícil que entre de primeras, aunque gane con las escuchas.
Otra vuelta al pasado es con el hecho de volver a crear un tema instrumental, ‘Suicide & Redemption’, que si bien no llega a sonar como los de antaño (se notaba la mano de Cliff Burton), cumple. Y para cerrar el regreso, que mejor manera que terminar con el tema más corto y rápido de todo el álbum, a la antigua usanza de ‘Damage Inc’ o ‘Dyers Eve’. ‘My Apocalypse’ deja una sonrisa de satisfacción para quienes esperábamos este disco desde hace años.
Ahora vendrán las voces que echan en cara que si Kirk Hammett abusa del wah wah, o que si Ulrich no podrá tocar algunas partes en directo, al igual que pasó en St Anger. También seguirá habiendo comentarios en contra de que un bajista tan bueno como Robert Trujillo no merece estar en Metallica, o que Hetfield achaca el paso de los años.
Tampoco faltarán opiniones de que esto suena a una mezcla de varias de sus canciones del pasado, una especie de ‘corta y pega’. ¿No era eso lo que querían muchos? O será que no hay grupos de thrash de los ochenta, que tienen canciones con diez años de diferencia, que suenan exactamente igual unas a otras…
Pero como decía antes, no puede llover a gusto de todos. La envidia es muy mala, y mientras algunos grupos han repetido la misma fórmula durante veinte años, Metallica, ya fuera para bien o para mal, han adaptado sus composiciones a través de su mentalidad. ¿Dinero? Seguramente, pero que a nadie se le escape que ha sido un grupo que ha sabido abrir la mente a muchos oyentes que dudo que escuchara otro tipo de música en su momento, mientras otros siguen anclados en un sonido que más que pasado, está anticuado. Y que si en todos estos años han sabido cambiar, demuestran que pueden volver con las mismas energías y composiciones que antaño, pero con veinte años más en sus piernas.
Varo (varo@themetalcircus.com)
Grupo:Metallica
Discográfica:Warner
Puntuación:8
Canciones:
- That Was Just Your Life
- The End of the Line
- Broken, Beat & Scarred
- The Day That Never Comes
- All Nightmare Long
- Cyanide
- The Unforgiven III
- The Judas Kiss
- Suicide & Redemption
- My Apocalypse
Año:2008
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