Veinte años, más o menos, tiene ya TBDM como banda y editan su noveno disco de estudio provocando los mismos interrogantes que cada trabajo anterior de la banda: discernir qué caminos son los que van a tomar, si van a mirar más hacia sus orígenes o hacia el futuro, si van a tratar de sorprender o de mantenerse fieles a su sonido. ‘Verminous’ viene a dar la razón a todo el mundo, demostrando que el equilibrio es una de las grandes virtudes del grupo.

El single de adelanto, “Verminous” suena a TBDM por los cuatro costados, es herencia directa de sus primeros trabajos más sucios y directos, puro blackened, infeccioso, pozoñoso y peligroso, pero no es más que una puerta abierta a lo que viene a continuación, a partir de aquí empieza de verdad este nuevo disco.

 

Vaivén de emociones

El vértigo y la velocidad se establecen, tras la comentada previsible apertura, con “Godlessly”, un aceleradísmo tema que quizá tiende más al thrash o al speed de lo que su guardia de corps desease pero que tiene créditos suficientes para instalarse en los setlist de la banda debido precisamente a esas características.

Tras esto, creer que va a ser una autopista recta y sin desvíos es desconfiar de la calidad del grupo como compositores. “Removal Of The Oaken Stake” levanta el pie del acelerador y se carga de densidad, de pesadez y rudeza. Y llega “Child Of Night” una bestialidad absoluta en la que Trevor Strnad escupe bilis y pus convirtiéndose en el mejor tema hasta el momento de los escuchados.

Si no teníamos ya suficientes emociones cambiantes, “Sunless Empire” es la perfecta continuación, con su construcción en continuas variaciones de ritmos y llevando Strnad de nuevo gran parte del peso del tema por encima del tradicionalismo de guitarras y base rítmica.

Solidez sin fisuras

Dispuestos a no dejar decaer el tempo del disco, TBDM arrancan hacia el final del disco con la potente “The Leather Apron’s Scorn” un claro ejercicio de vieja escuela teñida de fuerza y furia, de rabia y contundencia animal, pero genial en cuanto a que supone un trabajo muy variado de ritmos. “How Very Dead” recoge ese testigo de no cejar en el empeño de evitar la repetitividad con un plus de pesadez y rotundidad que la hace especialmente atractiva.

Siguen las sorpresas, la velocidad de “The Wereworm’s Feast” podría bien ser un tema de alguno de sus primeros discos, y así todo encaja de manera muy solvente dentro de este, lo cual demuestra la versatilidad que tienen TBDM de aunar brutalidad tonal con riffs brillantes y armonizados y unas voces profundas, rabiosas e infernales, sabio hasta en su fade-out.

Llega el interludio, sí, interludio, “A Womb In Dark Chrysalis (Interlude)” un brevísimo acústico de guitarra con arreglos que hacen que parezca ejecutado y grabado en una sórdida mazmorra, abriendo la puerta al tema final, “Dawn Of Rats”, más furia, más velocidad, más repetitividad en las bases rítmicas y en en los riffs mientras Trevor declama quemando su garganta en una especie de final absoluto, de no habrá mañana y ahora tenemos que darlo todo mientras poco a poco se desvanece todo y queda tan sólo ese misterioso efecto de sonido.

Así es, una despedida apoteósica (en el sentido más black del término) para ‘Verminous’,  que desde la primera escucha hace decir que sí, que de nuevo The Black Dahlia Murder sirven a sus fans y a los no tanto, un disco que confirma al grupo como uno de los más serios y solventes del actual panorama black metal y sus infinitas ramificaciones.

Toni de Lola

Grupo:The Black Dahlia Murder

Discográfica:Metal Blade Records

Puntuación:7

Canciones:

  1. Verminous
  2. Godlessly
  3. Removal of the Oaken Stake
  4. Child of Night
  5. Sunless Empire
  6. The Leather Apron's Scorn
  7. How Very Dead
  8. The Wereworm's Feast
  9. A Womb in Dark Chrysalis (Interlude)
  10. Dawn of Rats

Año:2020-03-17