Nightwish: Yesterwynde
Los fineses entregan un disco que no llega a la estatura de trabajos previos. "Yesterwynde" es un disco introspectivo que podría dar mucho más.
El esperado nuevo disco de Nightwish, titulado “Yesterwynde”, marca el décimo lanzamiento de estudio de la icónica banda finlandesa de metal sinfónico. Tras la recepción dividida de sus últimos trabajos, “Human.:II:Nature” y “Endless Forms Most Beautiful”, este álbum intenta seguir la misma senda evolutiva que ha definido su música en la última década. Sin embargo, aunque “Yesterwynde” tiene méritos y momentos destacables, está lejos de ser la obra maestra que algunos esperaban. Es un álbum denso y complejo que exige tiempo y paciencia para apreciarlo en su totalidad, pero no ofrece suficientes momentos memorables que se graben en la mente de quien escucha el trabajo.
Tampoco se les puede culpar en exceso: la última vez que Nightwish editaron un disco fue en marzo de 2020. Aquel trabajo salió a la venta con las tiendas de discos cerradas por una pandemia y sufrió a nivel de ventas, aunque luego recuperaría terreno con el paso de los meses. Sin embargo, en el mismo lapso de tiempo, la banda ha sufrido muchos problemas personales: desde el cancer de Floor Jansen a la muerte del padre de Tuomas Holopainen. Todo ello se agolpa en este «Yesterwynde» que es más introspectivo y oscuro que de costumbre.
Aún viene a mi cabeza aquel viaje en taxi por Madrid, en plena sesión de promoción de la banda para «Human:II:Nature» cuando nos reíamos de la locura generalizada que estaba trayendo el Covid. Eran finales de febrero de 2020. Nadie podía imaginar todo lo que pasaría después, global y personalmente, para los integrantes de Nightwish. Todo eso queda reflejado en un disco técnicamente y compositivamente perfecto pero que dista de ser un gran paso para la banda.
Menos metal y más folk
Desde el primer momento, “Yesterwynde” se presenta como un trabajo con una inclinación más marcada hacia lo folk y lo acústico, algo que ya se había insinuado en sus discos anteriores. Este enfoque más suave y atmosférico aleja a Nightwish del sonido más metalero que les hizo famosos, lo cual puede generar sentimientos encontrados entre sus seguidores. Canciones como “Sway” y “Hiraeth” abrazan esta faceta más tranquila, pero el uso constante de guitarras acústicas y coros repetitivos puede resultar excesivo para quienes buscan la potencia y el dramatismo característico de la banda.
El disco abre con la pista homónima, “Yesterwynde”, una composición delicada que combina armonías vocales y suaves arpegios de guitarra. Aunque esta canción establece una atmósfera envolvente, no logra generar el impacto épico que podría esperarse de un inicio de álbum de Nightwish. Este patrón se repite en varias de las canciones posteriores, donde los arreglos detallados y la instrumentación meticulosa no logran ocultar una falta de energía y emoción en comparación con trabajos anteriores.
Lento y complejo
El mayor desafío de “Yesterwynde” es su naturaleza densa y complicada. No es un álbum fácil de digerir en una sola escucha. A lo largo de sus 71 minutos de duración, la banda ofrece una experiencia auditiva rica en detalles sonoros y arreglos orquestales que, aunque impresionantes, pueden sentirse abrumadores. Para apreciar realmente este trabajo, es necesario invertir tiempo y atención.
Canciones como “An Ocean of Strange Islands” y “The Antikythera Mechanism” destacan por su ambición y complejidad. La primera es una pieza repleta de capas instrumentales, con la presencia de las ya clásicas gaitas de Troy Donockley y coros que recuerdan la grandeza de obras anteriores. Sin embargo, aunque estas canciones ofrecen momentos interesantes, el disco en su conjunto puede resultar repetitivo y falto de la frescura necesaria para mantener la atención del oyente durante toda su duración.
El problema radica en que, aunque “Yesterwynde” tiene un sonido grandioso y bien producido, carece de una estructura clara que permita a las canciones brillar de manera individual. Muchas de ellas parecen fusionarse entre sí, sin que ninguna destaque de manera sobresaliente.
La voz de Floor no siempre brilla al máximo
Uno de los aspectos más polémicos del álbum es el uso de la voz de Floor Jansen, quien, aunque sigue siendo una de las mejores vocalistas del metal, ha sido relegada a un segundo plano en varias canciones. A lo largo del disco, su potente voz parece ser opacada por coros que se sienten innecesarios y que restan protagonismo a sus interpretaciones.
Este enfoque coral es evidente en canciones como “Something Whispered Follow Me” y “The Weave”, donde los coros predominan sobre la voz principal, lo que limita el impacto emocional de Jansen. Aunque en algunos momentos, como en el final de “The Weave”, muestra su capacidad para alcanzar notas impresionantes, en general su presencia vocal se siente desaprovechada. El uso repetitivo de voces corales y arreglos vocales crea una atmósfera densa, pero también contribuye a la sensación de monotonía o de alargar por alargar que afecta a varias partes del disco.
El factor Hietala
“Yesterwynde” es el primer álbum de Nightwish sin el histórico bajista y vocalista Marko Hietala, quien dejó la banda en 2021. Aunque su ausencia se percibe en algunos momentos, especialmente en las canciones más pesadas, el nuevo bajista Jukka Koskinen realiza un trabajo sólido. No obstante, no logra llenar completamente el vacío que dejó Hietala, cuyo estilo vocal y carisma eran fundamentales en el sonido de la banda.
El álbum también sufre de una falta de un gran hit que defina esta etapa de Nightwish. Mientras que en discos anteriores canciones como “Ghost Love Score” o “Élan” lograron capturar la atención de los fans y convertirse en clásicos inmediatos, “Yesterwynde” carece de un tema que logre ese nivel de impacto. Aunque hay momentos destacados, como el emotivo cierre de “Lanternlight”, ninguna canción parece tener la capacidad de convertirse en un verdadero referente dentro de la discografía de la banda.
Un disco de transición
“Yesterwynde” es, en definitiva, un disco de transición para Nightwish. Aunque mantiene algunos de los elementos que han definido su carrera, como los arreglos sinfónicos y la lírica filosófica de Holopainen, el álbum no logra alcanzar las alturas de sus mejores trabajos. Es una obra que se siente menos inspirada y más segura, con una banda que parece cómoda explorando terrenos que ya ha visitado antes.
Dicho esto, “Yesterwynde” no es un mal disco. Es una continuación digna de la trayectoria reciente de Nightwish, y quienes disfrutaron de “Human.:II:Nature” probablemente encontrarán elementos agradables aquí. Sin embargo, para aquellos que añoran la épica teatral y la intensidad de sus primeros trabajos, este álbum puede ser percibido como una decepción.
Nightwish sigue siendo una de las bandas más influyentes del metal sinfónico, pero “Yesterwynde” muestra que incluso los grandes necesitan reinventarse de vez en cuando. Aunque no es un mal álbum, tampoco lleva a la banda a un nuevo nivel del mismo modo que «Once» pudo llegar a hacer. Son otros tiempos, seguro, y la banda ha evolucionado por el camino pero falta magia. Ese intangible que no es tan fácil de generar.
Sergi Ramos
Grupo:Nightwish
Discográfica:Nuclear Blast
Puntuación:7
Canciones:
- Yesterwynde
- An Ocean Of Strange Islands
- The Antikythera Mechanism
- The Day Of...
- Perfume Of The Timeless
- Sway
- The Children Of 'Ata
- Something Whispered Follow Me
- Spider Silk
- Hiraeth
- The Weave
- Lanternlight
Año:2024-09-20
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.