Eleine: Acoustic In Hell

Hacer un disco en vivo o acústico es tramposo, parece fácil pero no lo es. De cierto modo el artista se quita la presión de tener que componer algo nuevo para cumplir reglas, pero si su imaginación es limitada, sus versiones en una sesión en vivo lo terminaran por exhibir.

En teoría, hay muchas posibilidades de que sea un éxito comercial, pues la muchedumbre ya conoce las canciones, aunque cuando no se elige el setlist conveniente no funciona. La idea no debería ser meter hits demasiado obvios. Y, al parecer, los de la agrupación de Eleine entendieron todo esto a la perfección; o al menos ellos lo sabían de forma perspicaz para crear ‘Acoustic In Hell’. Eleine a logrado un acústico realmente diabólico y dotado de cierta hermosura celestial al mismo tiempo.

Respeto a las versiones originales

El grupo consigue mantener un respeto a las versiones originales, transformando sus arreglos, sus bases y sus melodías en nuevas composiciones, pero sin perder la magia de cada una de las melodías. El experimento no va a cambiar las vidas de los integrantes, ni de sus seguidores, pero por lo menos arroja uno de los mejores discos acústicos del año.

De unos años para acá Eleine se ha convertido en una banda exigente consigo misma, digamos que sus últimos álbumes ofrecen sus recompensas a cambio de periodos de atención extensos, con niveles de concentración elevada. Su entrega de este álbum llamado ‘Acoustic In Hell’ se mantiene en la misma línea de esas ultimas grabaciones, pero en con esa sensación diferente que dan las versiones acústicas de las canciones favoritas de los seguidores.

Las canciones tienen la duración adecuada y van en el momento adecuado; las mismas letras se disfrutan enormemente al escucharse desde otra perspectiva, esas letras se vuelven luctuosas e introspectivas, la producción impecablemente limpia y atmosférica sin mucho espacio para los momentos de estallido que son el alma de su música.

Un disco más introspectivo

Un excelente track, por su “sencillez”, es “Memoriam” donde aparte la voz es más natural y no se le requiere forzarla a hacer cosas de más. “Enemies” con su ritmo galopante moderado se puede aprovechar en momentos de intimidad salvaje y de locura. En “Death Incarnate” sí da la sensación de que la banda ya quería subirle a las revoluciones y a la velocidad; invitando al escucha a subirle y mover la cabeza de arriba abajo. Sin duda, el disco merece escucharse completo de principio a fin, sin saltos, ni presiones.

No hay tracks donde se le pueda hacer desprecios o que te hagan perder el tiempo, todos los tracks hacen que uno lo disfrute plenamente. Cuando uno comienza a familiarizarse con el ‘Acoustic In Hell’, hay una canción que atrapa y pide a gritos ser escuchada una y otra vez en bucle infinito: “Ava Of Death” dónde todo es perfecto y las voces se acentúan de forma abrumadora.

Lo de Eleine se ha convertido en una prueba difícil, donde antes existía una banda que recompensaba a sus seguidores de inmediato con canciones poco convencionales, ahora, al menos en este año, habita un trio de ritmos lentos, sin prisas para complacer a los puristas de su legión de seguidores. Ese alto nivel de exigencia guarda recompensas solo para algunos cuantos.

En contraste con otros discos unplugged, ‘Acoustic In Hell’ no es un álbum ideal para beber solo en casa en estado de depresión y desaliento. Tampoco es para ponerlo el sábado en la noche antes de salir de fiesta. Lo mejor sería que el disco eligiera el momento y al afortunado de merecer la preciosidad auditiva que surge de sus entrañas y llevarlo (al afortunado) por un éxodo sin retorno por los retumbos acústicos directos de los terrenos de satanás.