I: Between Two Worlds

4 años han tenido que transcurrir desde que IMMORTAL editasen “Sons of Northern Darkness” para poder volver a ver a Abbath, o lo que es lo mismo, al líder de los mencionados IMMORTAL, de nuevo gruñendo y mostrando sus dotes de sempiterno Metalhead. El final anunciado de IMMORTAL lo sabemos todos, así que pasemos página. La historia cuenta que un buen día, Abbath, que debía aburrirse como una ostra trabajando de andamio en andamio tras abandonar su vida como músico, enseñó un material que tenía compuesto a unos cuantos amiguetes suyos. La respuesta de estos fue inmediata e inequívoca; Había que ponerse manos a la obra para pulir todo ese material de una forma seria y profesional. Así pues, Abbath, Ice Dale (ENSLAVED), T.C. King (GORGOROTH) y Armagedda (primer batería de IMMORTAL) se pusieron las pilas, se encerraron en un estudio, acabaron con toda la cerveza existente en Oslo y en un perímetro de 40 kilómetros a la redonda, y parieron, con cesárea, eso sí, este rocoso y  sudoroso compacto. Cabe mencionar también el desgaste que sufrieron los viejos vinilos de Abbath de MOTORHEAD y BATHORY, porque sino, de ninguna otra forma se puede entender el resultado que emana de este  “Between Two Bands”, perdón, “Worlds”.

Quiceañeras atraídas por el “norueguismo” y el maquillaje de Oso Panda de IMMORTAL absténganse de seguir leyendo. I desprende mala leche, veneno en forma de decibelios, apestoso hedor a sobaco como les decía antes y tufillo a cerveza nórdica marca Hansa. De lata. Encima Abbath se sacó el maquillaje, mostró al mundo lo poco agraciado que es, sin verruga por eso, y perdió el misticismo que el maquillaje le daba, ese mismo que atrae a mucha gente ávida por sentirse identificada con la causa extrema y que en el fondo, ni le va ni le viene lo que una banda como IMMORTAL tenga que decir (o callar) en términos musicales. (Cállate Javi que ya te estás ganando enemigos).  

I, a pesar de que Abbath insista en reconocer lo contrario, apesta a IMMORTAL, y de que forma. Pero no vayan a creer que “Between Two Worlds” es un refrito actualizado de “Sons of Northern Darkness” o de “Pure Holocaust”. Nada de eso. Abbath, en esta ocasión, ha echado la vista más allá, a sus raíces, a aquellas influencias primerizas que le hicieron agarrar una guitarra y cantar como una rana en estado febril. Y fruto resultante de ello, surgen estas 8 pequeñas odas al Metal de carácter nórdico, que no necesariamente Black Metal, que conforman “Between Two Worlds”. Y digo nórdico porque incluso los temas más rockeros del disco, desprenden una aureola glaciar, ártica, fría, oscura y densa que hará que mucha gente se replanteé porque Abbath no dio carpetazo a IMMORTAL antes y puso en marcha esta maravilla de nombre I.

“Between Two Worlds”, a excepción de velocidad, posee todo aquello que ha rondado por la cabeza de Abbath en estos más de 15 años de carrera musical. Su voz sigue siendo en líneas generales la misma que la que lleva mostrando en los últimos discos de IMMORTAL (“At the Heart of the Winter” para adelante). Los riffs de guitarra te recordarán en todo momento a los IMMORTAL más épicos y relajados de los últimos tiempos así como a los BATHORY de “Blood Fire Death” sobretodo. En ocasiones flirtean con algunos pasajes algo más rockeros que dan un contrapunto chulo a tanta épica nórdica, pero en ningún caso suponen la tónica principal del trabajo guitarrero. Las pistas de batería, por mucho que los riffs de guitarra evidencien lo contrario, se centran en recrear medios tiempos, algo obvio si recordamos que Armagedda se vio forzado abandonar IMMORTAL en su día por no ser lo suficientemente veloz y no mostrar interés alguno en llegar a serlo. De cualquier forma, esto no supone un handicap. Haber acelerado las canciones habría sido un craso error que habría llevado irremediablemente a las temibles comparaciones con IMMORTAL.   

Probablemente te veas algo decepcionado si esperabas escuchar de nuevo la veloz e hiriente brutalidad de los IMMORTAL de antaño, siquiera la de los últimos y mucho más accesibles. I es original, novedoso y muy atractivo en cuanto que formula una forma de hacer Metal diferente, que gustará más o menos, en mi caso mucho más, pero en todo caso diferente. Abbath ha sabido distanciarse de las voces críticas que siempre le han echado en cara abusar de los tópicos Black Metaleros, para mostrar a la comunidad metálica que ante todo, Olve Eikemo, es un Metalhead de pura cepa con los cataplines bien asentados que ha sabido digerir correctamente sus influencias musicales más básicas y arraigadas. Alabados sean pues MOTORHEAD, BATHORY, IMMORTAL, y porque no, I.