Recordamos a Doogie White como el tipo al que recurrió todo un Ritchie Blackmore cuando necesitó un gran vocalista para el último disco de Rainbow. A pesar de que muchos ven a esa obra como menor, siempre comparada con la mayoría de sus trabajos, hay que ver ese disco como el último coletazo de esa banda enorme, y lógicamente White estuvo a la altura de las circunstancias. Desde entonces White ha ido tapando agujeros en diferentes bandas y sorprende que hasta día de hoy el escocés no hubiera grabado un disco en solitario. Lo que son las cosas… A pesar de ello Doogie es alguien más que conocido en la escena, sumamente respetado, así que la larga lista de colaboraciones en el disco es abrumante.

Últimamente le pudimos ver cantando con Tank, así que obviamente Mic¡k Tucker está en la lista. También Pontus Norgren de Hammerfall, Patrick Johansson a la batería (Malmsteen), la gran Patti Russo o Derek Sherinian a los teclados, entre una larga lista. Doogie pues saca del armario su estilo favorito y comone lo que siempre le hubiese gustado cantar. Previsiblemente vemos un hard rock de matices purpleianos y a lo Whitesnake 70, mucho de Rainbow, algo de NWOBHM, pero en definitiva, un bonito cruce entre hard más inglés con algo del AOR más comercial americano. Es un discazo, así de claro.

Desde “Come taste the Band” que Doogie hechiza y sienta las credenciales de su estilo. Muchísima clase y una voz perfecta, que eso sí, os asegura que brilla más en disco que en directo. Hay temas muy elaborados, y de ellos quizá “Lonely” es el que más convence. Gran riff y estribillo para enmarcar. Sus composiciones pasan de los 5 minutos de duración, dando mucho protagonismo a los invitados. Todos los temas poseen alma y “Secret jesus” tiene unos bonitos cambios de tempo en los que Doogie deja bien claro el nivel de garganta y poderío vocal. “Time Machine” indaga en los terrenos AC/DC. Mención especial merecen los teclados de apoyo de Carey y Sherinian, absolutamente claves en el disco. La cara más accesible y baladística asoma en “Sea of Emotions”, un corte que muestra otra vez la enorme variedad del CD. Aroma arábigo y unos coros de apoyo sutiles, pero presentes.

En “Catz Got Yer Tongue” White vuelve a los terrenos de Bon Scott y demuestra que en este disco ha querido jugar a demostrar su enorme versatilidad. En la variedad está el gusto, y de gusto White va sobradísimo. Otro gran trabajo en los coros aparece en “Living on the Cheap”, mucho más AOR y a caballo sobre un riff 70ero a lo Uriah Heep. Quedan muy claros los dioses e influencias del escocés. Finaliza el disco con “Times Like This”, con una línea vocal absolutamente a lo Rainbow, con muchas subidas y mucha melodía. Juntamente con “Lonely” y “Come Taste the Band”, lo mejor de este disco.

Hemos tenido que esperar mucho para ver este disco en solitario y siempre hemos creído que White era ese vocalista al que se recurría para tapar bajas de cantantes y asegurarse que la cosa saldría bien. Eso tiene mérito, pero evidentemente había esa cara oculta que quedaba escondida y que ha salido finalmente. White canta bien y compone mejor. Obviamente se nota la mano de sus colaboradores Locke, Dickson y Norgren, pero obviamente todo el mérito es suyo. Incluso el título del disco es genial. Hard rock con mayúsculas en el doctorado de Doogie White.

Jordi Zelig Tàrrega

Grupo:Doogie White

Discográfica:Metal Mind

Puntuación:8.5

Canciones:

  1. Come Taste the Band
  2. Time Machine
  3. Dreams Lie Down and Die
  4. Lonely
  5. Land of the Deceiver
  6. Secret Jesus
  7. Sea of Emotion
  8. Catz Got Yer Tongue
  9. Living on the Cheap
  10. Times Like These

Año:2011