Blessed By A Broken Heart: Feel The Power

Una fiesta pura y dura. Eso es ni más ni menos lo que nos ofrecen BLESSED BY A BROKEN HEART con su tercer disco, continuando la senda (y el buen sabor de boca) que dejó ‘Pedal to the Metal’, y siguiendo con su curiosa mezcla de elementos glam con otros que los acercan a grupos de metal más modernos. Sé que suena a tópico lo de “traer al tiempo actual los 80”, pero es que ellos no hacen eso exactamente; sino que cogen sólo lo que les interesa y lo acoplan a un sonido actual.

De la misma manera que con su predecesor, dejan un mensaje claro en el título del álbum; y no es de extrañar, porque la fuerza y energía se siente desde ‘Deathwish’, que sirvió como primer adelanto del disco, o con ‘Forever’, con su vídeo en medio de un desierto donde juegan con esos estribillos tan pegadizos (una constante a lo largo de todo el álbum, de esos que con dos escuchas ya tarareas y están hechos por y para el directo) que se hacían hace tres décadas y las melodías de guitarra en sus solos. Pero ante todo, con su imagen, la sensación que da es la de que son un quinteto con ganas de pasárselo bien.

Suenan más crudos y actuales en ‘Love Nightmare’, con una base musical contundente cercana a algunas bandas que practican metalcore y derivados, pero que saben ensamblar muy bien con las señas de identidad mencionadas anteriormente, lo que da como resultado algo que se parece en algunos momentos a los más recientes AVENGED SEVENFOLD, salvando las distancias, como puede pasar en ‘Holdin» Back for Nothin»’, o alguna parte de ‘Shut Up and Rock’, una de las que mejor refleja su curiosa mezcla de estilos, y en la que colabora Dallas Taylor de MAYLENE AND THE SONS OF DISASTER.

La parte central la ocupan la típica balada ochentera con ritmo in-crescendo ‘I»ve Got You’ (con su correspondiente solo final), junto al medio tiempo ‘Rockin» All Night’, otra declaración de intenciones con su título. Ya para completar, encontramos una veloz ‘Scream It Like You Mean It’ con sintetizadores de fondo, muy parecida a ‘Innocent Blood’ aunque mejor esta segunda, ‘Skate or Die’ que pasa más desapercibida, y ‘Sleepless Nights’ para cerrar el trabajo, que si bien tiene la mayoría de elementos que encontramos en el disco, no se encuentra entre las más destacadas, casi todas ellas en la primera mitad del álbum. Notable vuelta de los canadienses, que siguen teniendo muchas ganas de rockear.