Los de Seattle son una banda elegante como pocas y se han trabajado un disco conceptual trabajado al milímetro que, probablemente, eleve bastante el listón y lo sitúe como su mejor disco desde el “Promised Land”. Pues todos sabemos que su discografía posterior a 1994 es algo ñoña, aburrida y sosainas. No podemos hablar de malos discos, pero lejos, muy lejos quedan de sus obras cumbres.

El disco queda instalado permanentemente en el medio tiempo y la balada, composiciones sentidas, trabajadas pero algo previsibles. El disco es muy homogéneo y va ganando con las repetidas escuchas, pero a las primeras de cambio puede incluso llegar a decepcionar un poquito. Es eminentemente un disco de estudio pues estos temas en directo pueden llegar a aburrir como ya pasó en el Metalway zaragozano.

Hay muy buenos momentos como “Sliver”, quizá el tema más agresivo y conseguido, la balada “Home Again” cantada a dúo con Emily Tate, la enorme “Man Down!” o “Remember Me”. Siguen manteniendo todas las características que les han hecho grandes, la voz de Tate brilla en todo lo alto y sus estructuras complejas nunca decepcionan. La guitarra de Wilton está a la altura de la de DeGarmo y sus solos mantienen el listón muy elevado.

Puede que al disco le falten algunos de esos estribillos gloriosos que en otros tiempos consiguieron, pero la calidad de la banda es innegable y el disco literalmente te transporta al escenario bélico en el que los soldados malviven con sus fobias y demonios interiores. A nivel de letras la cosa está muy lograda y los múltiples detalles técnicos ensalzan los temas. Como siempre Scott Rockenfield demuestra sus grandes dotes de baterista.

Podemos destacar la brillantez de “Dead Mans Words”, con un precioso riff y un crescendo progresivo marca de la casa. El juego vocal de “Killer” en el estribillo la puede hacer habitual en los set lists de la banda. La producción corre a cargo de Jason Slater y sólo se la puede calificar de soberbia, una maravilla.

“American Soldier” es un disco realmente logrado, muy original en la concepción y con una portada excepcional. Todos los detalles están cuidadísimos pero el material no es directo. Muestra una cara realmente muy intimista, llena de matices y musicalmente compleja. El sonido es 100% Queensryche y demuestra que todavía son capaces de emocionarnos, quizá no al nivel de sus grandes obras, pero sí a un alto nivel. Si los siguientes discos de la banda tienen esta calidad estaríamos hablando de su segunda juventud en plena madurez.

Jordi Zelig Tàrrega

Grupo:Queensrÿche

Discográfica:Rhino/ATCO

Puntuación:8

Canciones:

  1. SILVER
  2. UNAFRAID
  3. HUNDRED MILE STARE
  4. AT 30 THOUSAND FT
  5. A DEAD MANS WORDS
  6. THE KILLER
  7. MIDDLE OF HELL
  8. IF I WERE KING
  9. MAN DOWN!
  10. REMEMBER ME
  11. HOME AGAIN
  12. THE VOICE

Año:2009