Vision Divine: 9 Degrees West of the Moon

Si hablamos de Carlo Magnani seguro que cogemos a más de uno medio despistado, sin embargo, si ponemos sobre la mesa el nombre de Olaf Thorsen la cosa debe cambiar radicalmente. Pues sí, el amigo Carlo, u Olaf, como prefiramos, es con seguridad uno de los artífices del nacimiento y explosión del llamado Metal Italiano a finales de los 90, uno de esos personajes con los que estaremos en deuda eternamente. Thorsen lideró la gran banda por excelencia del movimiento italiano, los grandísimos Labÿrinth, sin embargo, y a pesar de las maravillas que nos legaron, la cosa no cuajó demasiado y Olaf decidió abandonar la formación para centrarse por completo en lo que en un inicio fue su proyecto paralelo, VISION DIVINE. Así fue, y tras grabar dos álbumes con Fabio Lione a las voces, Thorsen fichó al espectacular Michelle Luppi, con quien editó tres fantásticos larga duración. Sin embargo, la cosa no acabó de funcionar y Olaf ha vuelto a reclamar la presencia de Fabio para la grabación del nuevo álbum, el “9 Degrees West Of The Moon” que hoy nos ocupa.

El señor Thorsen básicamente sigue siendo fiel a sus inicios, Heavy Metal de perfil clásico y tintes Power, con gran presencia de las melodías vocales y amplia profusión de teclados, pero también es cierto que el grado de fuerza y garra de las guitarras y la base rítmica ha disminuido un poco. Las líneas vocales siguen copando todo el protagonismo, ahora lideradas de nuevo por el gran Fabio, mientras que las estructuras rítmicas, algo más agónicas en el pasado, ceden empaque en pos de un resultado instrumental más homogéneo y perfil ligeramente más moderno.

Empezamos por “Letter To My Child Never Born”, quizás el más directo de todo el CD. Teclados secuenciados en el inicio, creando ambiente, riff de guitarra asesino “made in Thorsen” y estructura clásica verso – puente – estribillo. Lo primero que puedo apreciar es que la producción podría haber sido más brillante, aún así el sonido es bueno. Fabio entra con fuerza encarando las estrofas, con mucho brillo en el puente y doblado por los coros en el pegadizo estribillo. El tema tiene una especie de interludio de piano, seguido de una especie de colapso silencioso que da entrada al solo de guitarra, que a mi parecer le hace un flaco favor, ya que apaga y difumina demasiado la tónica general. Tema muy en la línea de lo que se les puede pedir a esta gente. 8/10

“Violet Loneliness” tiene un toque sinfónico especial, ya no es el “power a tres marchas” de siempre. Las guitarras ahora acompañan al piano, que es el que lleva la “voz cantante”. Fabio más sereno en las líneas vocales coloreando la melodía, más moderna y tenue, hasta llegar al estribillo, de corte algo “popero”, pero resultón. Otro buen tema, y diferente a lo de siempre. Los arreglos son buenos y dotan al tema de ese toque mágico buscado por el amigo Olaf. 7/10

“Fading Shadow” suena potente desde el inicio, con gran trabajo de batería y guitarras muy espesas y presentes. La voz entra sola, aunque las melodías pecan de aburridas en el verso. No hay puente y el estribillo apenas dice nada. En general el tema suena redondo, pero tampoco aporta demasiado. 6/10

En “Angels In Disguise” la banda abandona por completo sus principios y se marca un tema de claro cariz progresivo, de guitarras brillantes y melodías a medio tiempo, con gancho, de las que te atrapan hasta el final. Los teclados siguen muy presentes, arreglando y engalanando el tema de inicio a fin, mientras que Fabio se luce y la banda convence con rotundidad. 8/10

“The Killing Speed Of Time” representa el momento de locura e inconsciencia que vive cada músico cada cierto tiempo. Sinceramente, no sé lo que han querido decir con esto, pero bueno… ahí queda. Tema extraño, sin estructura clara…con Fabio cantando plagado de efectos, rasgando la voz de modo agonizante. No opino. Ahora bien, el estribillo es a priori sencillo pero me engancha. 6/10

“The Streets Of Laudomia” vuelve a verse impregnado de ese rollo moderno tan de moda últimamente. Melodías azucaradas y muy sencillas de escuchar, y aunque parezca increíble me recuerda al debut de Labÿrinth, “No Limits”, tanto por construcciones como por arreglos, en concreto a temas del perfil de “Piece Of Time” o “In The Shade”. Tema muy dinámico y muy, pero que muy, Olaf Thorsen. 7/10

Una de las estrellas, sin duda, es “Fly”, el más ágil de todo el plástico. Construcción tradicional, sin historias raras, con el bajo de Cristiano Bertocchi llevando el protagonismo en las estrofas y de puente y estribillo hiper cantables. Esto se les da, se les ha dado y se les dará de cine. Es lo que es, sin ir más allá, lo que realmente saben hacer, y hacerlo muy bien. Melodías excelentes y guitarras marca de la casa. Genial. 8,50/10

“Out In Open Space” es otra de las triunfadoras. Riff sencillo, muy Heavy, y apoyo excelente de los teclados en cuanto a colchones. El estribillo es pletórico, hipnótico. Fabio es donde más cómodo se mueve, llevándote de la mano a lo largo de todo el tema. Las voces dobladas en plan oscuro del estribillo quedan de maravilla y en general la canción vuelve a estar rodeada de ese halo oscuro-semimoderno del que hablaba anteriormente. La parte anterior al solo, con guitarras y teclado dibujando la melodía del estribillo, es colosal. 9/10

“9 Degrees West Of The Moon” da título al álbum y se presenta como una especie de medio tiempo evocador, a modo de canción de cuna. Sonido apagado de caja de batería, piano de puntillas y bajo muy presente. Fabio saliéndose, girando hacia aquí y hacia allá desde el comienzo. Curioso. 7/10

Y para cerrar, LUJAZO, espectacular versión de “A Touch Of Evil”, de los maestros Judas Priest. Toque innovador a base de teclado, Olaf y Federico saliéndose en las guitarras y Fabio cantando como nunca lo había escuchado, super agresivo… Miento, ya recuerdo aquel pletórico “Holy Thunderforce”… Imposible cerrar de mejor manera.

Un paso más en la trayectoria de un genio. Nuevas ideas, coqueteos con otros estilos, pero a fin de cuentas Olaf Thorsen en esencia. ¿Mejor, peor?… Que juzgue cada uno… En mi opinión “9 Degrees West Of The Moon” no supera ninguno de los tres discos que Luppi grabó para Vision Divine, lo cual, dicho sea de paso, tampoco resta ni méritos ni honores a esta nueva entrega, pero tan sólo es una opinión. Objetivamente, buen disco, rozando el notable raspado.