Wacken Open Air 2015 (III): Running Wild se olvidan de los clásicos e In Flames explotan
Menos lluvia y frío en una jornada en la que Running Wild nos dejaron a medias, In Flames consiguieron un llenazo histórico y The Bosshoss se consolidaron. Hablaremos también de la despedida de Samael, Dream Theater, Samael tocando un disco entero, Stratovarius decepcionando, At the Gates, Opeth y Qüeensryche sin Geoff Tate.
El amanecer del viernes fue realmente duro… El sol volvió a Wacken pero el fango seguía estando en los puntos clave y el cielo amenazaba con volver a arrear con una tromba de agua a la que nos despistásemos un poco. El viento hacía sus apariciones pero ante lo absurdo de ir a ducharse para ir y volver por un lodazal optamos por buscar otras opciones en el pueblo. Esto retrasó nuestra llegada a los conciertos perdiéndonos a Angra con Fabio Lione y a Ensiferum
FALCONER
Estos suecos crearon un grupo realmente interesante tras las cenizas de Mithothyn. Por cierto, llegué a ver en Wacken alguien vistiendo una camiseta de este olvidado grupo (aviso de que tengo un reportaje a medias sobre esta banda). Su primer disco “Falconer” protagonizó gran parte del set en el que se volvieron a vislumbrar todas esas carencias que afloraron en sus dos primeros conciertos: Rock Machina y Wacken, hace cinco lustros. No hay banda más estática sobre un escenario y a pesar de que “A Quest for the Crown”, “Locust Swarm” y “Catch the Shadows” poseen calidad quedó todo muy desdibujado y falto de fuerza con coros casi imperceptibles. Hay grandes líneas vocales y composiciones orgánicas y arriesgadas pero nada lució en lo que era su despedida. ¿Lo mejor? “Upon the Grave of Guilt” y ese final con “Mindtraveller” y “The Clarion Call”. Despiden su carrera como la empezaron… podían ser los nuevos Blind Guardian pero todo se quedó en nada.
KVELERTAK
Les vimos cerrar el pasado Azkena y maravillando pero esta vez les tocaba de buena mañana y a pleno sol. No eran sus condiciones soñadas pero esta gente sabe convencer y su repertorio cada vez es más conocido a la vez que van sumando adeptos. Cuentan ya con buenos padrinos y el heredero de la corona noruega es declarado fan del combo. Su eclecticidad que va del punk al black metal es rica en matices y van sobrados de actitud. Comiéndose el escenario con trallazos como “Kvelertak” o “Mjod”. Actitud de osos cavernarios con dejes hipsters y con un sonido demoledor. Su líder Erlend Hjelvik es un frontman excepcional y en Wacken se lanzó al público micrófono en mano. “Ulvetid” fue otra buena muestra de su estilo y final con “Bruanne Brenn”, su tema más emblemático. Se nota que han bebido mucho de Turbonegro y cada vez que les vemos más nos gustan. Estarán en la gira de thrash del año y os aseguro que fue el show que se me hizo más corto de todo Wacken.
AT THE GATES-STRATOVARIUS
Excelente oferta y duelo entre unos de los creadores del sonido Gotemburgo y los ases finlandeses del power metal, así que vimos un poco de cada uno. Ganaron de calle los suecos tirando de entrega y bien apoyados por un setlist tremendo y con un sonido espectacular. Por su parte los de Timo Kotipelto se marcaron uno de los peores conciertos que les hay podido ver en mi vida (unas 30 veces). At the Gates arrancaron con “Death and the Labyrinth” y sentaron cátedra con “Slaughter of the Soul”. Hasta siete cortes de ese disco, así que tenían claro lo que tenían que ofrecer en un show de festival. Sacar todo lo mejor de su repertorio dejando noqueados a los asistentes. No olvidaron “Terminal Spirit Desease”.
Por su parte los Strato encaraban la recta final a lomos de “Paradise” y tirando de actualidad con “Shine in the Dark”, un interesantísimo nuevo corte que entrará en su próximo disco. Pero “Speed of light” y “Unbreakable” no terminaron de despegar, ni mucho menos un “Hunting High and Low” pesado y cansino haciendo cantar al público y alargando el estribillo hasta la saciedad. Incluso costó que la gente entrara correctamente a cantar el estribillo…
QUEENSRŸCHE
Uno de los conciertos más apetitosos e interesantes para el presente Wacken era el de los reformados Queensrÿche sin Geoff Tate. La última referencia en vivo que tenía fue la del pasado concierto en Zaragoza con un grupo pasivo al que cuando no le entró la intro de audio optaron por pasar a la siguiente canción y hasta terminar 10 minutos antes. Para muchos puede que no tenga sentido esta banda sin Chris DeGarmo ni Geoff Tate pero esta nueva encarnación con Todd La Torre recupera toda la esencia que podemos esperar de ellos. Comunicativos y motivados abrieron con “Anarchy X” fundida con “Nightrider”, aunque el setlist es discutible: nada de “Empire” ni de su última obra de estudio… Todd es un perfecto clon de Tate y las piezas de “Operation Mindcrime” no se hicieron esperar. “Eyes of a Stranger”, “The Needle Lies” o sobretodo “Breaking the Silence” dejaron patente toda la clase del combo de Seattle. Hasta cuatro temas de “The Warning” y una preciosa concesión al “Rage for Order”, “The Whisper”. El sonido no fue perfecto y lejos estuvieron de dejarnos en éxtasis pero Todd se doctoró con la interpretación de “The Queen of the Reich” y sus agudos imposibles. Buena despedida con “Take Hold of the Flame”.
OPETH
Coincidían Opeth con Annihilator, pero ya que habíamos visto a Jeff Waters en Santa Coloma optamos por los suecos. Show preciosista, dando todo el peso a lo musical y con un sonido que distó de ser perfecto. Pronto quedamos atrapados en las atmósferas cambiantes y los mil detalles progresivos que hubieran lucido mucho más con las luces en la noche. De inicio se centraron en “Pale Communion” con las maravillosas “Eternal Rains Will Come” y “Cusp of Eternity” para luego encarar seis temas más, uno de cada disco. No cayó nada del “Still Life” pero hubo momentos cumbre con “The Drapery Falls” y la calmada “To Rid the Disease”. Impresionante demostración del baterista Martin Axenrot clavando todo el material que salió a relucir. Entraron los growls y guturalidades en “”The Devil’s Orchard” y sobretodo en “Heir Apparent”, lo mejor de su descarga, despidiéndose con “The Grand Conjuration” y “Deliverance”. Quedó más que claro que las bandas progresivas no terminan de calar en los asistentes de Wacken… y luego… ¡Dream Theater!
DREAM THEATER
Si en Barcelona tuvieron momentos exquisitos en Wacken superaron con creces lo expuesto en el Rock Fest. De entrada las luces laterales giratorias de la batería de Mangini tuvieron el lucimiento esperado, casi inapreciable en Santa Coloma debido a la diurnidad. Tras “False Awaking Suite” vino “Afterlife” y la concesión al “Images and Words”: “Metropolis Part I: The Miracle and the Sleeper”. Un Labrie mucho más cómodo en lo vocal y más comunicativo que se lució en “Burning My Soul”. Corte que gana muchísimo en directo, igual que la portentosa “The Spirit Carries On”. Enorme balada con muchísimos asistentes cantando el estribillo. Como ya pasó en Santa Coloma el tramo que une la dura “As I Am”, la tremenda “Panic Attack” y “Constante Motion” fue apabullante. Esperaba algún cambio en el set pero no fue así. Nos fuimos a medias de “Bridges in the Sky” pues en la carpa había un caramelo que había que saborear sí o sí: ¡Armored Saint!
ARMORED SAINT
Hay bandas que ganan en las distancias cortas y en salas de aforo medio. Posiblemente el show de el Santo Armado hubiese quedado muy diluido en el escenario grande y al aire libre, pero lo vivido allí fue electrizante. John Bush está en un momento de forma maravilloso y la banda fue una auténtica apisonadora. Aprovecharon los 45 minutos como pocas bandas hicieron en este Wacken. Ya nos conquistaron con “Win Hands Down” y “March of the Saint” con un Bush que es todo carisma y que dejó a la altura del betún a los otros dos cantantes de Anthrax. Primera vez que pude verle en directo y devoción absoluta hacia este maestro…”Raising Fear” y “Last Train Home” lucieron pero sería el final con “Reign of Fire” y “Can U Deliver” lo que más lució. Sacrificamos a Black Label Society, pero creo que no nos equivocamos en la elección.
SAMAEL
Muchísimas ganas de ver a Samael presentando todo su “ceremony of Opposites”, con una imagen impactante y con un Vorph con pinturas de guerra y demostrando que puede enamorar por mucho que le toque estar en la carpa. Se llenó el recinto bastante más que con Armored Saint pues la ocasión lo merecía. Contundencia y entrega total en “Black Trip”, “Celebration of the Fourth” y “Son of Earth” en un show que no dio respiro alguno. Poco pudimos ver pues en In Flames corríamos el riesgo de quedarnos fuera pues todo apuntaba a que la asistencia iba a ser masiva.
IN FLAMES
No nos equivocamos pues pocas veces hemos podido ver una asistencia tan masiva. Las 80000 personas parecían haberse puesto de acuerdo y con In Flames se llenó hasta los topes. Incluso con sensación de incomodidad. En Wacken siempre llevan pirotecnia y esta vez consiguieron superar las últimas descargas, que habían sido algo sosas y descafeinadas. Anders Fridén iba vestido en riguroso blanco estilo jugador de golf, y a pesar de que el sonido no fue tan perfecto como cabía esperar, la entrada con “Only for the Weak” fue un puñetazo sobre la mesa. Ganas y entrega y largos speeches por parte de un Fridén que nos llegó a contar pasajes personales de su vida. “Bullet Ride” fue toda una concesión al fan antiguo y “Everything’s Gone” funciona de maravilla. Confieso que cada vez soy más fan del disco “Sounds of a Playground Fading”, especialmente de “Where the Dead Ships Dwell”. Del mismo cayó “Deliver Us”. A pesar de que soy fan reconocido de sus inicios cuando atacan los cortes del “Reroute to Remain” me emociono. No cayó “Trigger”, pero si la imprescindible “Cloud Conected” y la recuperada “Drifter”. Más parlamentos, más pirotecnia (aunque menos que en anteriores Wackens) y buenos momentos con “The Quiet Place” o “Rusted Nail”. Sigue faltando ese plus que tenían en sus inicios y puede que el material más nuevo no conecte del todo con el fan clásico, pero os aseguro que si había 80000 personas allí es por que se lo han ganado. Final trepidante con “The Mirror’s Truth”, “Take this Life” y “My Sweet Shadow”. Para un servidor no fue el mejor concierto de Wacken pero estoy seguro que para la mayoría sí (Savatage aparte, claro).
RUNNING WILD
A pesar de que hay una placa en el pueblo de Wacken en la que reza: “Aquí Running Wild” hicieron su último concierto, toca quitarla. Rock’n’Rolf volvió a armar el barco pirata, disponía de hora y media y tocaba desquitarse de sus dos anteriores Wackens, realmente flojos. No puedo decir que fuera un show matador, ni impresionante pero sí mejor que los dos anteriores, aunque tampoco era difícil. Como cabía esperar cometió gran parte de los errores de antaño pero sí cantó todos los estribillos y demostró fuerza y ganas. Lo que no pinta nada es un solo de batería en un festival, y este de casi 10 minutos tras seis canciones cortando toda la intensidad conseguida. El setlist fue para matarle… ¿Alguien concibe un concierto de Running Wild sin “Conquistadores”, “Prisioners of Our Time”, “Black Hand Inn”, “Branded and Exiled”, “Raise Your Fist” o “Port Royal”? Pues alguien sí… su líder. Y eso que salió a por todas con “Under Jolly Roger”. Si vuelves tras seis años tienes la oportunidad mágica de tirar de clásicos y dejar al fan extasiado, pero Rolf es mucho Rolf. “Jenning’s Revenge” descolocó a muchos, remontando con “Genghis Khan” y colando hasta dos cortes de “Shadowmaker” y uno del “Resilent”. “Riding the Storm” y la sorpresiva “Raw Ride” eran las bajadas por la montaña rusa, pero las otras subidas lentas hasta la siguiente rampa. Pudimos apreciar en su música temas realmente similares entre si para luego volver a desatar la alegría con “Diamonds in the Black Chest”. Y antes de los bises “Soldiers of Fortune” y la grandiosa “Bad to the Bone”. De lo mejor de la descarga.
Cuando esperábamos la traca final se marcó una sorpresiva “Bloody Island”, y en el segundo un “Little Big Horn” con el gorro del ejército norteamericano en la guerra civil. Gran despedida a un concierto superior en casi todo a sus dos anteriores venidas, pero con un set que nos descolocó una y otra vez…
THE BOSSHOSS
Ya son unos habituales en Wacken y cada vez que aparecen mejoran su anterior concierto. Si la otra vez salieron con cuatro mariachis con gorros mejicanos haciendo coreografías con la sección de vientos esta vez añadieron más metales a su propuesta. Casi media orquesta para dibujar melodías country, juegos de voces, buen rollo y calidad a raudales. Sentados en sus taburetes habituales despacharon enseguida “God Loves Cowboys” y “Bullpower”. Pocos shows sentados son tan dinámicos, de verdad. Bromas constantes y feeling con un público ganado desde el inicio. Geniales en la clásica ”Rodeo Radio” y en “Last Day (Do or Die)”. EL sonido era maravilloso. Junto con el de TSO el mejor del festival. A la mañana siguiente la gente me preguntaba que quién era esa banda que tan bien había llegado a sonar… ¡desde el campamento! Su feeling se mantuvo hasta el final con divertidos guiños y los incombustibles mariachis danzando al son de los temas y terminando con sus dos versiones más celebradas: “Word Up” (del grupo Cameo, pero popularizada por los geniales Gun) y “Polk Salad Annie”. Son un fin de fiesta ideal para la jornada del viernes. La del sábado ya tiene dueño desde hace muchos años: Subway to Sally. A destacar ese sencillo pero a la vez brillante final con Alec dando la vuelta a su guitarra, y que en el reverso, con cinta adhesiva, la banda había escrito la palabra “Thanx”.
Promotor:ICS Concerts
Día:2015-08-31
Hora:11:00
Sala:Wacken
Puntuación:10
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