Wacken, la cuna del desmelene europeo en Agosto, cita obligada para la gran mayoría de metaleros y aborrecida por unos pocos que ya empiezan a cansarse de, según ellos,  la fórmula que año tras año repite en cuanto a contratación de grupos se refiere. Aunque tampoco es para echarse las manos a la cabeza, ni mucho menos. Si bien es cierto que los acuerdos de colaboración que la organización del festival mantiene con ciertos sellos (Nuclear Blast, Armageddon Music…) provoca que muchas de las bandas participantes repitan papel cada dos años de forma casi metódica, este grueso de agrupaciones ni tan siquiera llega al 50% de bandas que el evento luce orgullosamente en su plantel, por lo cual la oportunidad de presenciar grupos no tan habituales, bandas de culto y formaciones reunidas en exclusiva sigue siendo una tradición en la que el festival germano muy a menudo se lleva la palma en cuanto a “open airs” europeos se refiere. Si a ello le sumamos las garantías que nos brindan años de experiencia y sublime organización, la opción siempre resulta válida, máxime teniendo en cuenta que el festival posee cuatro escenarios que funcionan a toda máquina (por lo cual difícilmente tendrás que “tragarte” a una banda que no quieras ver).

ANTESALA Y ENTREMESES 

Este año se dio algún que otro imprevisto que no hizo sino darle color y personalidad a la edición, por mucho que un servidor se marchara con un cabreo monumental del recinto el sábado. Tal y como ya se hizo con la crónica del año pasado, nos basaremos en un vistazo más o menos general del asunto sin entrar en profundidad en los conciertos, set lists y demás pormenores. Por todos es sabido que en un festival así, en el que normalmente se encuentran tocando tres bandas a la vez, cuesta ver a todos los grupos que uno desearía; un arma de doble filo que se torna hiriente cuando uno tiene un abanico de gustos lo suficientemente amplio,,, Pero no se puede tener todo en esta vida.

Puesto que la experiencia es un grado, este año todo salió a pedir de boca. Tras haber hecho noche en un hostal de Hamburgo, la misma mañana del jueves 2 de Agosto nos dirigimos hacia el pueblecito de Wacken con la intención de acampar en la zona de prensa, que abre sus puertas a los periodistas el primer día de conciertos. Nuestra expedición se metió en un tren que iba directo con un billete de cercanías, se hizo el longuis cuando pasó la interventora (todo son ventajas cuando alguien se mete en el papel de “extranjero desorientado”) y llegó a Itzehoe para coger un taxi que los dejaría a apenas dos kilómetros de su destino. Tras echar el ancla, no dudamos en armarnos de valor, ir en busca de cerveza y disfrutar de los buenos conciertos que la organización nos había preparado para el día de apertura. 

Nada más llegar a la zona de conciertos, la primera variación espacial respecto a años pretéritos salta a la vista. ¿Dónde esta el Party Stage? Debido a las aglomeraciones que venían dándose los últimos años ante dicho escenario (hasta el punto de que en algunas ocasiones era imposible acercarse lo más mínimo a él), la organización decidió trasladar este año el Party a la zona derecha del recinto del conciertos, logrando que mucha más gente pudiera congregarse delante de él. Sin embargo, he aquí un enorme fallo: tan sólo era posible trasladarse de la gran zona de conciertos a este nuevo anexo pasando por debajo de una puerta/arco de poco más de 5 metros de amplitud, hecho que durante todo el festival provocó unos colapsos de órdago, especialmente justo antes y después de cada actuación en dicho escenario. Me sorprendió que una organización como la de Wacken no hubiera previsto algo así, pero al menos la misma ya ha comunicado que toma buena nota del asunto de cara al año próximo. Por otra parte, cabe destacar que, por mucho más espacio que haya delante del Party, a la hora de la verdad los grupos no se escuchaban demasiado bien a partir de cierta lejanía (y es que dista mucho la potencia en clave de watios desplegada en este escenario de la habilitada en los otros dos escenarios grandes).   

La velada del jueves la estrenarían BLITZKRIEG en el Black Stage con su heavy metal británico ochenteno de pura cepa. Los que ya les pudimos ver en el festival Martohell Horns Up, ya sabíamos lo que nos íbamos a encontrar, sin embargo me pareció que la banda daba coletazos a medio gas en esta ocasión, no estando demasiado acertado Brian Ross a las voces. Si bien ya su entonación nunca me ha gustado demasiado, en esta ocasión le costó afinar más de la cuenta. Se pasearon sin pena ni gloria por la fina línea que separa la corrección de la mediocridad. Algo mejor lo hicieron los australianos ROSE TATTOO, que con cápsulas como “Rock’n’roll Gipsy” o “Nice Boys Don’t Play Rock’n’roll” demostraron que a pesar de su edad saben como seguir montándoselo bien sobre un escenario. A pesar de ello, no pareció que la banda motivara demasiado a un público más expectante que entusiasta. 

La cosa cambió, y mucho, con los geniales SODOM. Sonido de 5 estrellas y actitud germana 100% aplastante se vieron respaldadas por el, estoy seguro, mayor espectáculo pirotécnico del que jamás han gozado SODOM en el pasado. Razones las había y de sobra. Los monstruos teutones celebraban nada más y nada menos que sus 25 años de historia, contaban con la participación de invitados especiales en la mayoría de temas (antiguos miembros de la banda básicamente) y filmaban un dvd en vistas a editarlo en breve. Y más redondo no podía salir el asunto, pues se marcaron uno de los conciertos del festival, tan sólo equivalente a la expectación que ellos mismos habían logrado crear. El caos que en muchas ocasiones se asocia al thrash metal fue relegado esa noche únicamente a las composiciones mismas, pues la nitidez del sonido y la estructura del show fueron dignas de una ingeniería alemana locuaz.  Inicio con temas recientes (“Blood On Your Lips”, “Wanted Dead”, “Axis of Evil”…) para sin mucha demora pasar a rescatar un buen puñado de temas antiguos ora denostados ora carismáticos para someterlos a un repaso cronológico en compañía de algunos de los músicos que los hicieron ver la luz en su día (Grave Violator, Blackfire, Hoffman, Andy Brings…) siendo quizá “Blasphemer”, “Abuse” o “Magic Dragon” algunos de los cortes destacados. Para el tramo, como no podría ser de otra forma, cayeron un buen puñado de clásicos junto a toneladas de pirotecnia y fogonazos que no hicieron más que “encender” al respetable. Eso sí, no sonó… “Agent Orange”!! Menuda cara se me quedó. En fin, trallazos de la talla de “Sodomy And Lust”, “Augesbombt” o “Bombenhagel” (con la que finalizaron) compensaron a modo de desagravio, pues menudas son. ¿Qué menos nos podía deparar un show así, con un Tom Anegelripper impecable y amenazador al frente?

Para los sibaritas, un servidor, sacrificado por la causa, se encarga aquí de adjuntar el set list perpetrado junto a las colaboraciones que tuvieron lugar en cada momento. Me merezco un diez, como los enormes SODOM 

Set list

1. Blood On Your Lips  2. Wanted Dead

3. City of God

4. Axis of Evil

5. Blasphemer ( con Grave Violator a las guitarras)

6. Proselytism Real (con Frank Blackfire a las guitarras)

7. Christ Passion (con Frank Blackfire a las guitarras)

8. Magic Dragon (con Frank Blackfire a las guitarras)

9. Tarred and Feathered (con Michael "Micha" Hoffman a las guitarras)

10. One Step Over The Line ( con Andy Brings a las guitarras)

11. Wachturm (con Andy Brings a las guitarras)

12. Get What You Deserve (Andy Brings a las guitarras y Atomic Steif a la batería )

13. Abuse (Andy Brings a las guitarras y Atomic Steif a la batería )

14. Frozen Screams  

15. Vice of Killing  

16. Napalm in the Morning

17. Sodomy and Lust ( Frank Blackfire acompaña a Bernemann a las guitarras)

18. Ausgebombt (Andy, Blackfire y Bernemann a las seis cuerdas)

19. The Saw is the Law (Hoffman acompaña a Bernemann a las guitarras)

20. Outbreak of Evil  

21. Bombenhagel  

 

Que SAXON hicieran prácticamente el mismo show de siempre no fue lo sorprendente. Lo sorprendente fue que nos gustó, de nuevo, como si fuera la primera vez que los veíamos. Y es que por todos es sabido que la eficiencia de los ingleses sobre las tablas, el gancho inaudito de las composiciones y el espectáculo y las ganas que son derrochados a nuestras expensas componen un cóctel altamente seductor del cual es imposible escapar si eres de los que disfrutan con el heavy metal de la NWOBHM, movimiento del cual SAXON son uno de los principales valedores.  Sacaron a pasear, cómo no, el águila de luces en varias ocasiones, gozaron de fogonazos por doquier y fueron cubiertos a la retaguardia por una enorme pantalla de leds sobre la cual se proyectaban normalmente imágenes simples, calaveras y demás, detalle que si bien en algunos pasajes daba versatilidad visual al asunto, en otras resultaba retórico y algo cansino. Los temas, los clásicos de siempre, de toda la vida: “Princesa of the Night”, “Denim And Leather”, “Crusader”, “The Eagle Has Landed” o un “747 Strangers in the Night” con Tobias Sammet de EDGUY cantando junto a Byff a modo de aliciente. Concierto de larga duración el que se marcaron los ingleses, que coincidieron en parte de su franja horaria con el show que OVERKILL brindaron al público más trallero en el Hellfest Stage (nombre que se le dio al Party Stage durante el jueves, no me pregunten por qué).  

Penumbra

  

VIERNES

El viernes amaneció con una sorpresa mayúscula de índole extramusical. Tras la actuación de los clásicos NAPALM DEATH y empezando AMORPHIS, acaeció un pequeño incendio en la zona de conciertos. La paja esparcida para evitar que la gente se hundiera en la ciénaga, resultante de las muchas precipitaciones anteriores en los días próximos a la cita, y una colilla anónima hicieron saltar la luz de alarma. Más alarmante fue pensar que los bomberos de Wacken serían los FIREFIGHTERS, músicos y héroes del Bier Garten y de edades superiores a los 60 años. 

Como suele caracterizar a este festival las soluciones no se hicieron esperar y en unos minutos todo solucionado. AMORPHIS obviamente salieron algo más tarde pero no vieron empañada su actuación. Hace tiempo que se pasaron del death y el doom más ortodoxo de esas tierras nórdicas a una onda mucho más comercial y accesible pero no exenta de calidad. A destacar la preciosa “My Kantele”, “Black Winter Day”, “Against Widows”, “The Smoke” o “Black Winter Day”. Su evolución les acerca a sonoridades tipo Sentenced pero sus antiguos fans agradecieron el repaso a discos como Elegy o Tales From the Thousand Lakes. Era la primera vez que presenciaba un show de estos finlandeses y la verdad es que se desenvuelven perfectamente sobre las tablas.

Uno de los grandes momentos del presente Wacken era la presencia de los aclamados THERION. Una vez más ofrecieron un magnífico espectáculo si bien las dos chicas que tienen a las voces sopranos están lejos del nivel de Sarah Jezabel y de anteriores cantantes. Sustituyeron recientemente a Mats Leven por Thomas Vikstrom (Candlemass y Stormwind) y todo indica que parece un gran acierto. El set list fue bastante acertado con “Rise of Sodom and Gomorrah”, “Ginnungagap” o la apoteósica “Wine of Aluqah”. Vikstrom se lució en “Blood of Kingu” aunque se coló alguna vez, síntoma inequívoco de novatillo en la banda. La sorpresa fue la inclusión de “Seven Secrets of the Sphinx” del Deggial. Tras sólo dos concesiones a su último y algo flojo Gothic Kabbalah pasaron a las imprescindibles “To Mega Therion” y “Cults of the Shadow”. Inexplicablemente tocaron a las 14 del mediodía, pero como siempre estuvieron impresionantes. 

Los siguientes eran los defensores de la fe metálica GRAVE DIGGER, un grupo alemán que ha vivido dos grandes periodos de éxito, uno a finales de los 80 y otro a finales de los 90. El presente siglo lo han dedicado al autoplagio y sus conciertos se salvan debido a que en su haber poseen varios himnos imprescindibles, pero su directo pasa con más pena que gloria. “Excalibur”, “Knights of the Cross”, “The Grave Digger” –sorpresiva para mi-, “Rebellion” o “United” vertebran un show previsible como pocos. El fin de fiesta lo puso “Heavy Metal Breakdown”, como siempre.

Otro de las citas ineludibles eran los TURBONEGRO con su primer Wacken, y eso que son la banda oficial del equipo de fútbol del Sainkt Pauli de la cercana Hamburgo. El cada vez más adiposo Hank Von Helvete ejerció de maestro de ceremonias y dejó patente que es capaz de ganarse a toda una audiencia amante de sonoridades mucho más duras. Un set-list combinando clásicos y nuevas canciones les hizo entrar a Wacken por la puerta grande. “All my Friends are Dead”, “Fuck the World”, “Get it On”, “Age of Pamparius” o “Wasted Again” sonaron con las intercaladas presentaciones de von Helvete y su ácido sentido del humor. El cierre vino con la ya hímnica “I Got Erection” y el consiguiente desfase del personal. De hecho el estribillo de la canción fue habitualmente cantado por muchos durante todo el festival. 

Tras la actuación de los festivos JBO, grupo alemán cachondo que versionó esta vez a Britney Spears y a Backstreet Boys para deleite de todos los presentes, los siguientes fueron los italianos LACUNA COIL. El status de los transalpinos ha crecido a pasos agigantados. Era absurdo que Evanescense se llevaran el éxito copiando el sonido de los Coil. “Our Truth”, “Senzafine” y “Heavens A Lie” encandilaron al respetable y consiguieron salir triunfantes sin necesidad de pirotecnia ni trucos visuales. La gran sorpresa vino con la versión del “Enjoy The Silence” de los Depeche Mode. Es curioso recordar cuando años atrás les entrevisté, en la pregunta de si era una posible vía la de acercarse hacia el sonido Depeche Mode se sorprendieron y no mostraron gracia alguna. Años más tarde en Wacken versionan temas de los Mode… Las vueltas que da la vida. Desgraciadamente olvidan sistemáticamente sus primeros y geniales trabajos a favor de sus últimas y algo insulsas entregas.

Pese a que THE ANSWER estaban tocando en el WET STAGE uno no puede despegar la vista del escenario cuando son BLIND GUARDIAN los que tocan. Estos alemanes venían como cabeza de cartel y como siempre estuvieron a la altura de su leyenda. Puesta en escena efectiva y un set-list que combinó pasado y presente con grandes momentos. Memorable la preciosa “Lord of the Rings” o las inclusiones de “Time What is Time”, “Welcome to Dying” o “Time stands Still”. Siguen recurriendo mucho al famoso IMAGINATIONS FROM THE OTHER SIDE con “Born in a morning Hall”, “The Script from my Requiem” o “Bright Eyes”, esa preciosa conposición centrada en la figura de Gollum. Las referencias a sus dos últimos trabajos fueron escasas y marcaron los bajones de su actuación, “Fly”, “Other Song”, “Punishment Divine” y “This Hill Never Ends”. Evidentemente empezaron con “Into The Storm”, incluyeron “The Bard’s Song” que como viene siendo habitual hace lustros es cantada por el público, que también se desgañitó en “Valhalla” y “Nightfall”. Obviamente cerraron con la celebérrima “Mirror, Mirror”. Muy a su pesar el Guardián Ciego ha tenido otros Wackens mucho más inspirados. Hansi tiene su personsalísimo registro y el grupo funciona, pero han perdido parte de la magia habitual con la que hace años arrasaban por donde pasaban. 

Los que soñábamos con la presencia de Hansi cantando con los ICED EARTH, grandes amigos y compañeros de trabajos paralelos quedamos algo frustrados. Jon Schaffer cedió todo el protagonismo a Tim “Ripper” Owens (exJudas Priest) y definitivamente los Earth han perdido el ángel. Los antiguos temas cantados por Matt Barlow quedan tremendamente deslucidos por un Owens que se pierde con la reiteración de agudos imposibles. Muy a pesar de ser un excelente cantante en cortes como “Melancholy”, “The Hunter o la trilogía del SOMETHING WICKED THIS WAY COMES la gente sigue echando mucho de menos a Barlow, un hombre que le afectaron tanto los atentados del 11S que decidió dar carpetazo a su andadura en pos de luchar por la paz mundial. Ninguna referencia al HORROR SHOW, eso sí, el momento de lucimiento a las voces de Schaffer sigue en la hímnica “Stormrider”. A su favor cabe comentar que los nuevos cortes como “Ten Thousand Strong” funcionan más que bien. Se nota que la composición tiene en cuenta las posibilidades de Owens y los coros en los estribillos del guitarrista quedan impecables. Desgraciadamente la sombra de Barlow es muy alargada…

A pesar del enorme cansancio llegaba uno de los platos fuertes del festival con los DIE APOKALYPTISHEN REITER, banda alemana con el cachondeo por bandera y con enormes posibilidades de triunfar por todo lo alto. Un sinfín de trucos escénicos como la jaula del teclista, esposar a una chica del público, navegación de zodiacs entre el público (recurso habitual de Rammstein) en “Seeman”, aparición estelar del cantante desde el cielo y pelotas gigantes para los asistentes. Himnos de la talla de “We Will Never Die”, “Riders on The Storm”, “Sehensucht”, “Reitermaniac” o “Eruption” convencieron hasta al más escéptico. Se basaron básicamente en su genial HAVE A NICE TRIP y en cortes como “Vier Reiter Stehen Bereit”. La versatilidad y dominio de la voz de Fuchs y los constantes cambios de ritmo pueden recordar mucho a –salvando las distancias- a System Of A Down. Finalizaron con “When Ich Träume”, “Revolution” y “Eruption” dejando patente que son una de las bandas revelación del presente Wacken. En pocos años bien pueden ser encargados de cerrar el mismo festival. Enorme potencial y capaces de convencer sin despeinarse, esperemos que el show fuera grabado para un futuro DVD 

Zelig

   

SABADO

El último día de festival presentaba a los portugueses MOONSPELL en un horario temprano y solar. Puede que muchos crean que merecen una posición más nocturna y adecuada a su gótico oscuro, pero son otra de esas bandas que tras facturar un par de geniales trabajos se perdieron musicalmente y nunca han vuelto a brillar como antaño, discográficamente hablando. Si hasta ahora el directo les salvaba, visto lo visto en Wacken podemos afirmar que su situación es algo preocupante. Otra vez fueron las recurrentes “Opium”, “Vampyria” y “Alma Mater” los puntos álgidos del show. Cabe salvar algo de su último LUNA, precisamente la canción homónima, pero poco más. 

http://www.youtube.com/watch?v=CcdXlGCsjXI

Gran expectación por ver a STRATOVARIUS tras la crisis mental de su líder Timo Tolkki, las peleas internas, las expulsiones absurdas, las meadas del teclista sobre su guitarrista y líder o los intentos de apuñalamiento del mismo. Gran concierto con un Timo Kotipelto a las voces y una ejecución de los temas impecable. Abrieron con “Hunting High and Low”, “Speed of Light” y la tremenda sorpresa: “Distant Skies”. Absolutamente nada de su último trabajo y un buen repaso a los clásicos. “One Million Light Years Away”, “Father Time”, el single “Eagle Heart” y la extensa “Visions”, esta vez sin pirotecnia ni las narraciones de Nostradamus. Otro gran momento fue la presentación de un nuevo corte perteneciente a su inminente nuevo disco que no sonó nada mal, si bien peca de parecer el típico single facilón con el que abren sus trabajos. Como es habitual cerraron con la preciosa “Black Diamond”. Esperemos que la recuperación del estatus de Stratovarius continúe, su directo dio motivos serios de esperanza. 

RAGE se presentaban en Wacken con la orquesta LINGUA MORTIS, eso implicaba desempolvar su olvidada etapa orquestal, odiada por unos y añorada por otros tantos. Genial desde el inicio con “From the Cradle to the Grave”, “Sent By The Devil”, “Alive but Dead” y “Black in Mind”. Recurrieron a una suite de piano para las melodías de “Firestorm” y “Don’t You Fear the Winter”. Es impresionante tener la oportunidad de ver a toda una orquesta combinando instrumentos clásicos con guitarra, batería y bajo. De hecho su disco LINGUA MORTIS es uno de los experimentos orquestales con heavy metal más sobresalientes realizados hasta la fecha. Ríanse ustedes de ese aborto llamado SM a cargo de Metallica donde cada uno iba a la suya. Aquí todo converge y funciona. “French Bourree” y la suite del último  SPEAK OF THE DEAD dieron paso a la festiva “Higuer than the Sky”. Y cuando parecía que ya todo había terminado… vuelta a la palestra para brindar una obra casi arqueológica: nada más y nada menos que “Refuge”, todo un clásico. RAGE suelen olvidar reiteradamente sus muchos clásicos, hecho que no hace mucho les hacía acreedores de ser la banda más tostón y predecible del heavy metal… con el permiso de Grave Digger, claro.

Wacken da para mucho y es imposible ver ni un tercio de lo que se ofrece en el cartel, hecho por el cual decidimos hacer un alto en el camino y dirigirnos al METAL MARKET, un mercado enorme de discos, camisetas y demás objetos que sólo se pueden encontrar allí. La escapada no tenía un objetivo consumista, sino que allí actuaba Mike Terrana (batería recientemente huido de RAGE) y el plato fuerte: el super guitarrista freaky Michael Angelo Batio. Se ha debatido mil veces si realmente su forma de tocar es real, y visto lo visto parece ser que así es, si bien se acompaña de una base sampleada de acompañamiento. Guitarras de dos mástiles invertidas, solos imposibles, velocidades increíbles y una técnica única e inimitable. Mejor un vídeo para que entiendan ustedes al exguitarra de los infumables NITRO, un guitarrista que tiene más de circense que de músico. ¡Atención a partir del minuto 4! 

http://www.youtube.com/watch?v=-u9vPVfKAf4&NR=1

 Los siguientes en liza eran los thrashers DESTRUCTION, veterana banda en formato trío que celebraba sus 25 años de andadura con un show espectacular con vistas a ser grabado para DVD. Pirotecnia, chicas ligeras de ropa, un actor haciendo el papel de carnicero loco (símbolo de la banda), antiguos miembros (excepto Witchunter) y tres baterías tocando a la vez.  La retahíla de clásicos tan previsible como aniquiladora: “The Butcher Strikes Back”, “Curse The Gods”, “Tras Hill Death”, “Mad Butcher”, “Soul Collector”… En “The Alliance of Hellhoundz” subieron a escena gente de Rage, Overkill, Communic y Sodom y la fiesta alcanzó el punto máximo. Entre fogonazos siguieron “Nailed to the Cross”, “Antichrist”, la genial “Death Trap” y se despidieron con “Eternal Ban” y “Bestial Invasion” con todo el mundo encima de las tablas. Un auténtico regalo para los fans y una de las grandes actuaciones del presenta Wacken, y eso que en el escenario pequeño tocaban TURISAS, una de esas bandas que duele perdérsela. 

En el Bier Garten aparecía el héroe freak MAMBO KURT, un ser pegado a sus gafas y a su organillo MIDI que escupe clásicos y clásicos en versión cutre aptos para todo tipo de público beodo. Guns N’ Roses, Abba, Van Halen o hasta Slayer (impagable el solo) son masacrados sin piedad por este simpático personajillo deudor del tristemente célebre Anton Maiden. Tras la atuación, y como colofón final decidió inmortalizar el momento y cargarse el organillo a martillazo limpio y con una sierra eléctrica. La entrega de pedazos a la enloquecida audiencia puso fin a una divertida actuación.

http://www.youtube.com/watch?v=QmerAtpMZe0  

A pesar que TYPE O NEGATIVE y posteriormente IMMORTAL tocaban en el escenario principal, dirigimos nuestros pasos hacia otra cita con la historia: STORMWARRIOR ofrecerían un show especial con Kai Hansen (Gamma Ray, Helloween), tocando gran parte de los dos primeros trabajos de HELLOWEEN. Tras más de 20 minutos de material de la propia banda (ejercieron de sus propios teloneros) apareció un genial Hansen a las voces (sin guitarra) y cantando la célebre “Ride The Sky”. Repasó el homónimo disco primerizo con “Murderer” y “Phantoms of Death” y posteriormente hicieron una buena selección del WALLS OF JERICHO.  “Victim of Fate” y “Judas” precedieron al gran momento “Heavy Metal (is the Law)” coreada hasta la saciedad. Sorpresivamente no cayó la esperada “How Many Tears” y en su lugar regalaron la archiconocida “I Want Out”. Éxtasis a medias pues se dejaron muchas joyas en el tintero.

Les seguía la orquesta medieval HAGGARD con cerca de una veintena de integrantes. Tienen fama de estar más tiempo afinando que tocando y casi así sucedió muy a pesar de no alcanzar el desastroso espectáculo de su último concierto en Wacken en el que no hubo tiempo para nada. Presentaron un par de temas nuevos de su esperado nuevo disco y las ya clásicas “Eppur si Muove” o la final y apoteósica “Awaking the Centuries”. Pese a ser espectaculares no dejan de parecerme una banda que les falta explotar la potencia y contundencia que podrían conseguir tocando todos sus instrumentos al unísono y a la que sus dos sopranos están a años luz de las que suelen tocar con Cradle of Filth o Therion. Eso sí, conseguir asistir a un show bien merece por si sólo el viaje a Wacken. El final fue plagiado a su última actuación en este festival, no tuvieron tiempo para despedirse de una audiencia que reclamaba más madera.El fin de fiesta últimamente corre a cargo de los festivos SVBWAY TO SALLY, que han tomado el relevo de Skyclad y Unkle Tom Angelripper. Banda de folk oscuro y pegadizo ideal para disfrutarlos con cerveza en mano. Las danzas entre el barro al son de “Unsterblich”, “Veitstanz”, “Sieben” o “Henkersbraut” cumplieron, como punto final “Julia und Die Räuber” que como marca la tradición es la encargada de cerrar el festival. Es emocionante ver como la banda ha abandonado el escenario pero el público sigue coreando el estribillo durante minutos y minutos.

La mañana siguiente amanece con el descampado de visión apocalíptica y con la tradicional destrucción de las propias tiendas. Últimas cervezas de despedida y viaje de unos días a la bella Hamburgo. Siempre da pena despedir a Wacken y tener que esperar todo un año al siguiente, pero es lo que toca. 

Zelig    

      

Fotos: Penumbra y oficiales cortesía de la organización

Penumbra (penumbra@themetalcircus.com) y Zelig

Promotor:Wacken

Asistentes:60000

Día:03/08/2007

Sala:Wacken

Ciudad:Wacken

Puntuación:9