VADER + SEPTIC FLESH + DEVIAN
Sano el esfuerzo de estos polacos por no perder las buenas costumbres. ¿O deberíamos quizá rendir pleitesía a los pequeños promotores españoles? Sea como sea, la fórmula no falla. VADER son uno de los grupos europeos que más visita España, raro es el año que por aquí no se pasen y el público, en mayor o en menor medida, responde, asiste a los conciertos y se queda con ganas de más. Podrían ser un claro ejemplo de cómo asegurarse una afluencia de público demostrando año tras año ser una apisonadora sobre las tablas, pues si algún grupo de death metal se ha labrado una buena reputación en directo con el paso de los lustros han sido VADER. Sin embargo, para muchos, entre los que me incluyo, la gran motivación de la noche eran los griegos SEPTIC FLESH.
Los primeros en salir a escena fueron, presumiblemente, INACTIVE MESSIAH, a quienes no llegué a tiempo de ver. Otra vez será. A continuación, pisaron las tablas DEVIAN, banda que destaca por albergar entre sus filas al exvocalista de MARDUK Legion y, también, aunque muchos parezcan pasarlo erróneamente por alto, al señor Dragutinovic, que de la misma forma tan buenos momentos nos brindara en el pasado de la mano de la banda comandada por el amigo Morgan. Hubo a quienes les parecieron rabiosos e interesantes, mientras que a otros les aburrieron soberanamente. A quién aquí suscribe, la verdad, no le dijeron gran cosa. Si bien la banda cuenta con algunos puntos a su favor como es su música directa y voraz, así como su marcado rollo macarra (insuflado en gran parte por la naturaleza de su frontman), en directo suenan algo monótonos y excesivamente previsibles. La voz de Legion, por su parte, resultó algo obnubilada por el resto de instrumentos. Asimismo, daba la sensación de superposición, resultando poco creíble en el marco musical, a pesar de que esta apreciación pueda estar adulterada por el pasado musical por el cual todos reconocemos al vocalista. Dragutinovic, por el contrario, volvió a dar la talla tras su kit, construyendo las bases black/death de la banda con fiereza y garantías.
A partir de aquí, el color de la noche ofreció otro matiz. Y es que con la esperada actuación de SEPTIC FLESH se pusieron de buenas a primeras los puntos sobre las íes. Apabullante, monolítico y estremecedor, afloran sin desdén alguno los calificativos para definir “Communion”, la última obra de estudio de la banda, sin lugar a dudas uno de los discos del año. Algo así como unos DIMMU BORGIR despojados de ciertas tonterías y llevándose el gato al agua de una vez por todas, con pleno derecho a platicar sobre maldad. Y de antemano era conocedor que por poco que consiguieran recrear parte de las sensaciones que transmite dicha obra en directo, la velada se tintaría con trazos de brocha gruesa. Y así fue. Sorpresivamente, el show comenzó con algunos temas antiguos, siendo “Unbeliever “y “Virtues of the Beast” piezas para nada prescindibles aunque pertenecientes a la última etapa más industrial de los griegos (previa separación, por supuesto). Y a sabiendas de lo que se traían entre manos, no tardaron en profundizar en su última obra a través de la mismísima “Communion” para proseguir con la espeluznante “Lovecraft’s Dead” o “Anubis”, cuyos coros, a pesar de estar grabados, nos embutieron en otra dimensión. Llegados a este punto, en referencia a esta canción y puestos a buscar algún punto negativo, cabría destacar que si bien era de esperar que toda la orquestación y coros de la banda estuvieran pregrabados, sí que confiaba en que las melodías vocales limpias fueran interpretadas por Sotiris. No fue así, también estaban enlatadas. Es algo que quizá deberían apuntillar de cara al futuro. No así lo inmejorable; y es que la presencia de Spirus en el escenario es sinónimo de implicación y demencia, tal y como dejaban constancia las continuas muecas con las que nos deleitaba en el clímax de los temas, ya fuera la fantástica “Persepolis” o la no menos vibrante “We The Gods” las que sonaran, la posesión bajo la cual el vocalista parecía permanecer no dejó a nadie indiferente. Tras acabar con “Red Code Cult” por todo lo grande, nos quedó definitivamente claro que SEPTIC FLESH habían sido uno de los vencedores de la noche, así como que VADER le habían cogido, acertadamente, el gustillo a esto de traerse a los grupos griegos más granados de gira (recordemos que hace unos años eran ROTTING CHRIST los teloneros de los polacos). Por lo demás, sí, también nos dimos cuenta de otro detalle que para más de uno supondrá un tirón de orejas: mirando el set list nos dará por pensar ¿Acaso SEPTIC FLESH tienen tan sólo dos discos?. Seguramente algunos fans, debido a lo variado del fondo de catálogo de la banda, echaran algo en falta más de material de la época primeriza, pero, dada la coherencia evolutiva a lo largo de estos años, creo que desde el primero al último de los que allí se encontraban debieron quedar satisfechos de lo que sonó, oscura y malsana carne séptica a fin de cuentas, fuera cual fuera su encarnación. A pesar de todo, es algo que se presta a ser echado en cara. Por lo demás, sublime Ya ardo en deseos de volvérmelos a encontrar en próximos festivales veraniegos.
Tras la perita en dulce de los griegos, ya sabíamos qué nos tocaba ahora. ¿La noche “va” “der” mal en peor? Ni mucho menos (y perdón por el chiste de preescolar), pues si algo hemos aprendido a lo largo de estos años es que en un concierto de VADER quien no se destroza las cervicales es porque se cohíbe. El resto, simplemente nos dejamos llevar por un sinfín de oleadas de brutalidad. Y si a ello le sumamos un sonido como el que tuvieron esa noche (y del que muy pocas veces han gozado en Barcelona), aquello no podía ser más que un ejercicio mortuorio pero saltándose los protocolos. Siendo “Dark Age”, Vicious Circle” y “Chaos” de las primeras en sonar, aquello ya se vino abajo, formándose un jugoso pogo en el frontal del escenario con la banda ya descargando toda su furia desde sus posiciones habituales, esto es, Peter rugiendo y sentando cátedra con su guitarra en el centro, el siempre efectivo Mauser a su derecha y el bajista Novy a su izquierda en un tercer plano. A pesar de todo, lo que más impactó fue escuchar de esa forma la batería de Daray, pues de la misma forma que en el pasado Hellfest Open Air, los técnicos consiguieron sacarle un sonido especialmente intenso, de corte muy analógico y compacto, que no hizo más que realzar los pasajes más rápidos, consiguiendo así que los blast beats resultaran siempre de lo más interesante, tal y como quedó demostrado por ejemplo en los pasajes más acelerados de la genial “Sothis”, que les quedó bordada, o la sangrante “Epitaph”, sin lugar a dudas uno de los temas de los últimos años más apreciados por los fans.
Continuando con un sonido brutal que además la banda aprovechó para lucirse en los solos (así como sacar un buen partido de sus pedaleras) y arengar algo al público agradeciendo el recibimiento y soltando algún que otro cumplido, siguiendo desgranando los polacos su repertorio. Cierto es que “Helleluyah!!! (God Is Dead)” es un corte más odiado que amado entre algunos de los seguidores de los polacos, pero lo cierto es que esta canción suma puntos de cara a la implicación del público en el directo debido a su coreable estribillo, por lo cual a la hora de la verdad, y al igual que en su anterior gira, pareció ser tan bien recibida como cualquier otra del repertorio. A pesar de que en set list que los músicos tenían en escena parecía todo bien claro, lo cierto es que se tomaron ciertas licencias sobre el mismo. De tal forma, ni “Reign Forever World”, ni “The Book”, ni “This Is The War” ni “Lead Us!!!” sonaron, que yo sepa, a pesar de constar escritas, todo lo contrario que “Black To The Blind”, que acabó formando parte del playlist aunque en un principio no estaba incluida. Así pues, hemos de suponer que vimos un show algo más corto de lo que en un principio tenían planeado los mismos músicos, aunque lo cierto es que una hora y poco más, que fue lo que acabaron tocando, viene a ser el tiempo estándar en escena para una banda de estas características, amén de ser el tiempo que suelen tocar VADER habitualmente en sus giras.
Cuando hacia el final del show sonó “Wings”, aquello ya resultó el acabóse. Y es que no hay lugar a dudas a estas alturas de que el “Litany” es uno de los discos más queridos por los fans de la banda y este es su tema emblema, con esa melodía de guitarra doblada tan característica. Y para finalizar, de nuevo en esta gira también, la versión de “Raining Blood” de SLAYER: Les quedará muy bonita, pero quizá vaya siendo hora de que empiecen a enterrar este hábito que empieza a redundar en estereotipo. Su utilidad, eso sí, volvió a quedar fuera de toda duda: el público enloqueció como si llovieran billetes de 500 euros rebozados de mazapán y la banda se despidió del respetable entre vítores. Toda una lección de death metal con un sonido apabullante y una simbiosis apolínea.
Texto y fotos: Penumbra (penumbra@themetalcircus.com)
Promotor:RRS PRomo
Asistentes:280
Día:14/05/2008
Sala:Salamandra 1
Ciudad:Hospitalet de Llobregat (Barcelona)
Puntuación:9
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