THRASH EM ALL FESTIVAL – ANGELUS APATRIDA + STEELGAR + AGRESSION + VIVID REMORSE

El pasado sábado 1 de marzo de llevó a cabo la primera edición del Thrash’em all Festival, un evento que congregó a más de 250 personas en la sala Mephisto y que realmente fue un éxito, tanto por el nivel de los grupos como por la satisfacción general de todos los asistentes, que pudieron gozar de cuatro horas de thrash metal a cargo de cuatro muy interesantes bandas de aquí: tres de ellas, Vivid Remorse, Aggression y Steelgar, de Barcelona, con un futuro muy prometedor por lo que se pudo ver. La cuarta, y cerrando el cartel, ya ha sobrepasado el estatus de promesa para convertirse en la que quizás sea la banda de thrash más importante del panorama nacional, Angelus Apatrida, gracias especialmente a su segundo y aclamado álbum, Give’em War. El plato fuerte no decepcionó, como tampoco lo hicieron sus compañeros de cartel.

El éxito, tanto por el nivel de las bandas como por la importante cantidad de público nos hace pensar que realmente el resurgimiento del thrash metal a nivel mundial también ha se ha dado a escala nacional, con un panorama plagado de buenas bandas. Festivales como éste confirman una tendencia que habrá que ver si es una moda pasajera o si realmente podremos hablar, en unos años, de un movimiento consolidado, una especie de “new wave of spanish thrash metal”.

Como antecedente de este festival cabe mencionar el Three Thrash fest, un mini-festi que organizaron y llevaron a cabo las tres bandas locales en el pasado mes de julio en la sala Banda Sonora de Sant Adrià. El magnífico saber de boca que se llevaron tanto los grupos como las 80 personas que asistieron al concierto aquella vez hizo que los organizadores, los propios grupos, pensaran en montar algo más, yendo un poco más allá, en una sala mayor y contando con un cabeza de cartel de renombre en el metal estatal. Y esos fueron ni más ni menos que Angelus Apatrida, que retrasaron su venida hasta marzo a este Thrash’em all debido a que ya participaron en el Metal Echoes Fest, también en Mephisto, en noviembre.

El festival se abrió con Vivid Remorse. De todos es conocido que en festivales a las primeras bandas no se les hace mucho caso y la asistencia al bolo de los grupos que abren es muy inferior que la que se da en los cabezas de cartel. Pues bien, éste no fue el caso. Realmente fue magnífico comprobar como Vivid Remorse gozó de tanto público como Angelus Apatrida, y que la gente ya desde el principio, ávida de buen thrash metal, estuvo muy receptiva, animando, cantando y haciendo pogos, moshing, headbanging y “stage diving” desde que abrieron puertas.

Vivid Remorse, por ser el primer grupo, no gozó de buen sonido, pero ello se vio compensado por su propuesta, quizás la más personal de los cuatro grupos. Evidentemente, siempre se notan influencias, y de la misma manera que Aggression apuesta por un thrash mezcla de la técnica de Testament y los riffs, la tralla y la forma de cantar de Kreator, y que Steelgar tiene un punto más de metal clásico, con influencias claras de Megadeth y Metallica, en Vivid Remorse se percibe una herencia tanto de Anthrax, por su sonido a veces un tanto “hardcore”, como de los últimos álbumes de Slayer, Sepultura o Pantera, un thrash más característico de los ’90, con un solo guitarra y una voz que recuerda a Death Angel. Empezaron con cinco temas propios para atacar posteriormente con un magnífico medley, con las diferentes partes muy bien ligadas, de Countdown to extintion, Battery y Cowboys from hell, para continuar luego con los que quizás fueran sus mejores temas, al menos por sonido y elaboración (Overdosed, Facing the Needles y The bed you lie in) y seguir con una personalísima (toques thrash, doble bombo…) versión de Blitzkrieg Bop de Ramones, y cerrando con un segundo medley de Raining blood –que enloqueció al personal-, Desperate Cry y Seek and Destroy, con todo el mundo cantando el conocidísimo estribillo. Así pues, Vivid Remorse calentaron de lo lindo al público, lo cual es meritorio puesto que eran los primeros, además de que no ayudó el sonido ni tampoco su quizás excesivo estatiticismo. La tralla, especialmente en las versiones, y su particular apuesta hicieron que la gente, que ya de por sí estaba motivadísima, se lo pasara en grande.

Continuaron Aggression, acaso el grupo más “bestia” de los cuatro y que, como se ha comentado, tienen una clara influencia de Kreator, no sólo por el sonido, sino también por la manera de su frontman, Pol Luengo, de actuar y de animar al público. Aggression es un grupo que tradicionalmente toca muchas versiones en directo; esta vez, con todo, se centraron en su primer CD, “Thrashing your brain”, que presentaban en este festival. Aun así, cayeron dos covers muy celebradas, Angel of Death, en la que cantó Guillermo Izquierdo, de Angelus Apatrida, y Ace of Spades, con la que cerraron. Si la gente ya se había empezado a calentar antes, fue con Aggresssion cuando se desató el desenfreno…¡y eso que aún quedaba la mitad del festival! Muy buen grupo, Aggression, con una primera grabación que goza de un sonido muy bueno y rebosa calidad y fuerza por los cuatro costados, especialmente en temas como New born war o I hate you.

Tras una corta espera (algo habitual en este festival y que sin duda se agradece), y bastante conocidos en el ambiente underground catalán, Steelgar subía al escenario para presentar su segundo trabajo, Beware, un álbum con un sonido que se acerca al thrash primerizo de Exodus o Megadeth –incluso la voz de Héctor Amaya recuerda muchísimo a la de Mustaine-, y por lo cual tiene muchos toques de metal clásico. La gente no paró de hacer headbanging y de corear sus temas, especialmente los más conocidos, los de su primera grabación (Thrashing knights, Riders of the sand, etc.). Especialmente buena fue la acogida de su versión de Tornado of souls. Hacer una cover de este complicado tema de Megadeth denota sin duda no sólo mucha calidad, sino también mucha confianza en sí mismos. No fue su mejor concierto, según comentó mucha gente que ya les había visto en varias ocasiones, como en el pasado Metal Circus Fest pero esto no fue un freno para que la gente se lo pasara en grande. Steelgar promete mucho –ya lo ha demostrado en sus múltiples conciertos en Catalunya- y sin duda irá para arriba.

Sobre las 12 de la noche subían al escenario Angelus Apatrida que, a pesar de ser los más esperados, no gozaron de un recibimiento especialmente caluroso. No porque no motivaran, todo lo contrario, sino porque se notaba que la gente estaba realmente cansada…físicamente, se entiende. Incluso lo dijo su frontman, Guillermo Izquierdo, haciendo notar que los tres anteriores grupos habían metido tanta caña que el público se había quedado exhausto. A pesar de todo, la calidad y fuerza de la banda fueron metiendo de nuevo a la gente en materia, especialmente gracias a la versión del Caught in a Mosh de Anthrax, y a partir de ese momento, más o menos a mitad de concierto, la cosa fue para arriba, alternando temas del nuevo disco con los que sin duda son los mejores de su primer álbum (Fuck you, Versus the World, Backbone crusher, Gone away). La gente se sobrepuso al cansancio y siguió haciendo moshing, headbanging y lanzándose desde el escenario, siendo el punto culminante la versión de Metal Militia, de Metallica, con la que tenían previsto cerrar. Con todo, la gente pidió más, por lo que se vieron “obligados” a tocar la versión de Domination, que ya grabaron para su primer CD. La imagen más espectacular fue sin duda el final del tema cuando, en la parte lenta, decenas de melenas se movían lenta y acompasadamente a tiempo de los últimos acordes de este gran tema de Pantera. La profesionalidad que demuestra el grupo está fuera de toda discusión y esperemos que en breve tengan el reconocimiento internacional que sin duda merecen.

Así pues fue una gran noche de metal, con tres grupos barceloneses muy prometedores y el que ya es una realidad, Angelus Apatrida, quizás el mejor grupo de thrash metal hoy por hoy a nivel estatal como demostrarían al cabo de una semana en el Atarfe Vega Rock. La gente -270 entradas vendidas- salió muy satisfecha; por sólo 8 euros gozó de cuatro horas de buen thrash, lleno de versiones clásicas, y confiando que no se demore demasiado en el tiempo una nueva edición de este festival.