Agridulce noche de miércoles, y no por los Stranglers sino por un público poco entregado y por una sala que siendo tan grande como la Razzmatazz 1 se quedó enorme, aunque a la vez pequeña. Viendo que la gente no abarrotaba la sala se optó por utilizar unas cortinas que cierran los espacios vacíos, decisión acertada, aunque no lo fue tanto la de dejar sólo dos barras abiertas para las 500 personas que había. Las colas fueron motivo de queja por todos.

El caso es que los Stranglers volvían a Barcelona, esta vez no de festivales, sino como cabezas de cartel y con el atractivo título de “Greatest Hits Tour”. Desgraciadamente parece que la banda ha quedado algo olvidada por estos lares, algo imperdonable pues el legado del cuarteto de Guilford es imprescindible.

New Wave inglesa, punk, algo de David Bowie y un teclado que rezuma a los Doors por los cuatro lados serían una buena opción para tratar de definir el sonido de estos históricos, que explotaron en los 70 con el monumental “Rattus Norvegicus” (la rata que llevó la peste a Inglaterra) y llegaron a anticipar sonoridades de la década de los calentadores.

Lo primero que salta a la vista es que Jet Black, el batería, no está presente y hay un chico de 24 años tras los tambores. También los efectos de las imágenes proyectadas en el enorme telón de fondo que van cambiando según que canción hacen sonar. Abrieron con la imprescindible “Get a Grip” y siguieron con “5 Minutes”, otro temazo muy bien recibido por la tímida concurrencia. Burnel y Warne comparten tareas vocales muy bien apoyadas en los coros por Dave Greenfield, rodeado de un mar de teclados.

Caería pronto “Golden Brown”, uno de los temas más ovacionados y reconocibles con esa intro en clavicordio sublime. Se les puede achacar muchas cosas a la banda como sus “especiales” letras, pero es innegable que sus composiciones han pasado a la historia e incluso han envejecido muy bien. A pesar del uso “primario” de los sintetizadores no suenan desfasados.

Nos rendimos ante la preciosa “Hanging Around” o la delicada “Skin Deep”. No estuvieron excesivamente comunicativos, la verdad, pero en todo momento profesionales y efectivos. “Nice & Sleazy” sonó absolutamente espectacular dejando patente que el fichaje de Warne fue un gran acierto en su día.

“Walk On By” te transporta al universo The Doors, de veras que podrían haberla firmado las huestes de Morrison y ser todo un himno. El delirio llegó con “Always the Sun”, muy coreada, otro de sus buques insignia del fabuloso repertorio. Las joyas iban cayendo y “Duchess” siguió encandilando a los presentes. Otro de los puntales fue “All Day and All Night”, un híbrido entre los Doors y los Kinks, tremendamente melódica.

Hubieron dos bises, el primero con la excepcional “Tank” y a la segunda entrada rematando la faena con “No More Heroes”, probablemente su tema más conocido y que dejó patente que en directo gana y de qué forma. No éramos muchos, pero la gente se volvió absolutamente bailando al son de un corte versionado por decenas de bandas.

Hora y media de clásicos y clásicos de mucho peso. Son una banda a reivindicar y es una lástima que Barcelona no responda a la llamada de los Stranglers. No son una banda fácil en las primeras escuchas pues hay pocos combos comparables a ellos en lo musical. Sus composiciones son sencillas, directas y muy adictivas y te pueden recordar desde Billy Idol, Bowie, The Clash o los recurrentes Doors. Más allá de los shows cortos que pueden ofrecer en festivales os aseguro que vale la pena ir a uno de sus conciertos en los que van como cabeza de cartel, especialmente si titulan a la gira como “Greatest Hits”. La lástima es que esta ocasión ya haya pasado. Un consejo, haceros con un recopilatorio de la banda y disfrutad de este híbrido musical llamado The Stranglers.

Jordi Zelig Tàrrega / Fotos: Sergi Ramos

Promotor:Sinnamon

Asistentes:700

Día:28/01/2009

Hora:21:30

Sala:Razzmatazz 1

Ciudad:Barcelona

Puntuación:8