Empiezo aclarando que no hablaré en esta crónica sobre uno de los aspectos más comentados entre los asistentes: el deterioro físico, los kilos de más y la papada -y la hucha- de Billy Corgan (uy! ya lo he hecho!) sino que entraré directamente a analizar lo que presenciamos anoche en Razzmatazz con el directo de unos "THE SMASHING PUMPKINS" (las comillas son intencionadas) en obvio declive. 

Un sonido bastante deficiente en general y pésimo al principio enturbió todo el asunto. Y eso es lo que se dice empezar con mal pie: salir a por todas y que el bajo, directamente, no suene. Paradójicamente, fue la bajista, Nicole Fiorentino, quien mejor realizó su papel durante la noche a pesar de este tropezón inicial con el que la castigó el técnico de sonido. Y con ese panorama damos el pistoletazo de salida: Corgan cabreado, sonido terrible y voces casi inaudibles… situación que, por suerte, fue mejorando a medida que avanzaban los minutos y atenuada por una puesta en escena magnética con bien de luces y visuales proyectados.

Billy Corgan, por su parte estuvo bastante decente, manteniendo la dignidad tanto en la parte vocal, como con la guitarra, a excepción de un gallito que encaró con humor y de la ida de olla de ponerse a tocar con los dientes (…). No, Billy, cariño, no estás aquí para eso. Un gesto absolutamente innecesario que, a pesar de que técnicamente no estuvo mal ejecutado, estaba totalmente fuera de contexto en el discurso musical y artístico de la banda. 

Irritante también el "solo de virtuoso" forzado del guitarrista, quien ostenta el título de Míster Peor Sonido del bolo. Era una pena lo chirriante que resultaba esa guitarra dentro de un conjunto bastante bien empastado. Si el verdadero tesoro de THE SMASHING PUMPKINS está en sus composiciones y su carácter, el quid de la cuestión no es ser ejemplo magistral de calidad técnica. ¿Por qué entonces perderse en intentos de virtuosismo que les harán sonar mal de tiempo, crear armonías extrañas con unos samplers en ocasiones controlados erróneamente, desafinar, acoplar y opacar la música con un nubarrón de notas falsas?

Pero no todo fueron aspectos negativos. El público iba bastante animado y concienciado de lo que iba a ver: todo el mundo sabía el estado en el que encontraría a esta banda y que nos harían tragar "Oceania" (un disco regular, correcto pero descafeinado) casi enterito, pero se trata de un grupo con un gran legado, culpables de la banda sonora de una época, que nos regalaron todos sus hits sin racanear. No faltaron un "Disarm" un poco desangelado pero al que el público supo verle el brillo de antaño, un "Tonight, Tonight" que se vivió con euforia ni un "Bullet With Butterfly Wings" que puso a toda la sala a botar. 

Y es que otro de los puntos clave fue la duración del concierto. Con un set de poco más de dos horas (ya se anunció que se adelantaba la hora de comienzo a las 20:45 porque iban a prescindir de teloneros e iban a alargar su actuación), ganaron un punto positivo y otro negativo. Por una parte, demostraron que, a pesar de su estaticidad escénica y esa cierta apatía, le ponían algo de ganas decidiendo dejarse la piel encima del escenario por tanto tiempo. Y por otra parte, poner a prueba la paciencia de la audiencia, que a pesar de estar bastante receptiva, no pudo evitar cansarse y eso se vio en el progresivo vaciado de la sala en la parte final del concierto. 

Estuvo incluido un speech en el que Corgan estuvo majísimo pero que se hizo eterno, conteniendo algún sinsentido como su intento frustrado de pronunciar el título del último álbum "Oceania" en catalán (WTF), que puestos a decir algo, con un "Bona nit, Barcelona" se complicaba menos y tendría algo más de sentido. O como el irónico momento en el que presentó a la banda y ante las ovaciones dedicadas a Fiorentino preguntó jocosamente "¿por qué es ella la que se lleva siempre los mayores aplausos? ¿porque es una chica? ¿porque tiene tatuajes? ¿porque es más guay que nosotros?". ¿Puede ser que esto ocurra porque es la única de toda la formación que le pone algo de ganas al asunto y que lo hace bien? Y es que sí, a parte de ir toda mona ella y lanzar las púas al público cual princesita, estuvo mucho más que correcta con el bajo y sin perder en ningún momento el tono con los coros. 

Casi no quedaban ya fuerzas para pedir el bis, pero se hizo, y se terminó con dos temas que sonaron bastante bien, dejando buen sabor de boca: una versión de "Immigrant Song" y, como broche final, "Today", coreada con entusiasmo por los allí presentes.

No sé, al menos fue majo, de buen rollo con la gente y firmando todo lo que cayera en sus manos. Conclusión: entretuvieron pero extenuaron. Solo rezamos porque cuando esté editado el proyecto de las 44 canciones completo, no decida promocionarlo en directo con tanto empeño como "Oceania" y siga dejando algún hueco para los temazos. O si eso, que los toque al principio…

Texto: Ana Velcev / Fotos: Sergi Ramos

Promotor:Last Tour International

Asistentes:2000

Día:28/06/2013

Sala:Razzmatazz

Ciudad:Barcelona

Puntuación:7