Symphonic Rhapsody Of Queen en tamaño XXL

Aunque si de instantes hipnóticos hablamos, Danny Vaughn (quien por cierto, vive parte del año en la Costa del Sol) sólo en escena con su acústica en mano  interpretando “Is This The World We Created…?” y “Love Of My Life” consiguió erizar más vellos de lo esperado.

En muchas otras ocasiones o hemos traído crónicas del espectáculo Symphonic Rhapsody Of Queen, o lo que es lo mismo, un elenco de vocalistas de indudable calidad, acompañados por una orquesta y una banda de rock interpretando los clásicos y los no tan clásicos de QUEEN. Un espectáculo que os hemos recomendado siempre, ya que se aleja mucho del concierto tributo al uso. En esta ocasión, el periplo de conciertos se reducía a tres únicos shows, ya que lo harían en grandes recintos, y sumarían más vocalistas que en anteriores ocasiones. Y qué queréis que os diga; cuando veis en un mismo cartel a Patti Russo (Meat Loaf), Mats Levén (Therion, Candlemass, etc), Tommy Heart (Fair Warning, Soul Doctor), Thomas Vikström (Therion), Danny Vaughn (Tyketto), Nick Worman (Vega) y a la soprano Graciela Armendariz, las ganas de revivir los temas de la banda británica con estas voces son tremendas.  Aunque obviamente, intentar llenar la enorme plaza de toros La Malagueta de Málaga es casi una utopía al alcance de muy pocos, ya que artistas de nombres más populares, tampoco lo han conseguido. Pero ver todo el ruedo lleno, aunque fuera con asientos numerados (las entradas más caras, por cierto), y parte de la grada cubierta, ya era todo un logro dado el aumento de conciertos en época estival por estos lares. Y para este tipo de público, todo hay que decirlo.

Pero antes del espectáculo principal, la tarde se iría cerrando con Judith Mateo, que al ritmo de su violín, nos brindó varias versiones más que conocidas para caldear el ambiente. De hecho, durante su corta actuación, mantuvo al público más tiempo de pie que el concierto cabecera. Sonaron “Highway To Hell”, “Nothing Else Matters”, “Dust In The Wind” y “Thunderstruck” entre otras, además de su tema propio “Rock Is My Life” que contó con el apoyo de las voces de Chuse Joven, al igual que en algunas interpretaciones de su repertorio. También contó con la presencia de un guitarrista, y a pesar de llevar las bases rítmicas pregrabadas, su simpatía y sus ganas de avivar al público, les hizo ganar muchos amigos en este concierto.

Y tras unos minutos de espera, y ya con noche cerrada, el concierto comenzó. Se puede hablar mucho de este concierto, tanto como sus casi tres horas de duración (con descanso incluido), pero lo que está claro que desde su inicio con Nick Worman, seguido de Mats Levén, fueron de menos a más hasta un final apoteósico. A destacar el protagonismo  de Patti Russo, que a sus 53 años es capaz de hacer retumbar los cimientos del escenario que pisa. Protagonismo involuntario, porque cada uno de los cantantes estuvo muy a la altura de lo esperado. “Under Preasure”, “Somebody to Love”, “I Was Born To Love You”, “One Vision”, “Crazy Little Thing Called Love”, “Headlong”, “Friends Will Be Friends”, “Don’t Stop Me Now”,  o “The Show Must Go On”, fueron algunas de las más aplaudidas en una primera parte, que ya nos dejó muchos momentos para el recuerdo. Aunque si de instantes hipnóticos hablamos, Danny Vaughn (quien por cierto, vive parte del año en la Costa del Sol) sólo en escena con su acústica en mano  interpretando “Is This The World We Created…?” y “Love Of My Life” consiguió erizar más vellos de lo esperado. Y qué decir de Russo en “To Much Love to Kill You”… sólo por ese momento, bien vale la pena la asistencia a este espectáculo. También el guitarrista de Therion, Christian Vidal cuidó y mimó cada solo que interpretaba, aunque con esa calidad vocal se viera relegado a un segundo plano.

El juego de luces y de sonido estuvo a la altura de las circunstancias, y una vez que los siete cantantes ya tuvieron su protagonismo individual, la serie de duetos, tríos, cuartetos y demás combinaciones, fueron sucediéndose para interpretar   “A Kind Of Magic”, “I Want To Break Free”,  “Radio Ga-Ga”, “Bohemian Rhapsody”, “Barcelona” (con una soberbia Armendariz que nos hizo recordar ese histórico momento de Mercury y Caballé), y cómo no, “We Will Rock You”,  “We Are The Champions” (con todos los vocalistas presentes) y “I Want It All” en el tramo final, con un público desatado que no paraba de aplaudir y corear estas populares canciones que forman parte de la historia.

La fórmula sigue funcionando, y es una oportunidad única para disfrutar de un plantel de voces unidas en unas canciones que son y serán inmortales. ¡Lo seguimos recomendando! Y ojalá que esta versión a lo grande, se vuelva a repetir.

Texto y Fotos: Satur Romero, Luciana Peralta