Considerándome un ferviente  seguidor de este artistazo desde que lo vi en 1990 cuando Whitesnake presentaban su “Slip Of The Tongue” y siguiendo su amplia carrera ya sea en bandas como Alcatrazz ,la David Lee Roth Band o los antes mencionados y disfrutando de sus tremendos discos en solitario; cada vez que pisa nuestra ciudad intento no faltar a la cita con él ya que se certeramente que, durante las dos horas y pico que esté oyéndole y observándole me transportará a una dimensión única e inimitable.

Es cierto que esta vez no congregó a la cantidad de público que habitual y fielmente cubrían los aforos casi completamente, pero sigue teniendo una enorme legión de fans que acuden y disfrutan de su arte. Arte porque lo que Steve Vai nos da, no es sólo una interminable catarata de notas y ejercicios masturbamástiles, el  reinterpreta la manera de tocar la guitarra y ya sea mediante sus composiciones o gracias al apoyo de una banda con altísimo nivel, los temas se elevan hasta límites insospechados sin que el show llegue a decaer en ningún momento.

Esta noche tocaba presentar su nuevo “The Story Of Light”, un trabajo bien recibido y que fue la base en la que se asentó gran parte del concierto aunque todos sabíamos que nos entregaría durante el set list más de una joya de su amplia discografía.  También éramos conscientes de que contentarnos a todos es casi imposible ya que su fondo de armario es amplísimo y el bolo se alargaría bastante más de las dos horas y media que dura, lo que es técnicamente imposible. Una de las cosas que siempre he remarcado en los conciertos de Steve Vai es el ritmo que le da, ya sea a través de gimmicks con su indumentaria, bromas entre él y la banda, interacción con el público o los momentos de lucimiento que deja a sus compañeros, los minutos van pasando de una manera relajada y agradable aunque cuando quiere epatarnos bien sea con unas notas imposibles o con su excelsa técnica preñada de sentimiento lo hace también fácilmente.

Sonar las primeras notas de  ´Racing The World´ y de ´Velorum´ y saber que gracias al perfecto sonido y a la capacidad de la banda vamos a vivir una experiencia remarcable. Secundando a Vai tuvimos al bajista Philip Bynoe que fue tal vez el más comedido de la noche; a Deborah Henson-Conant con su arpa salpicado por luces y también a los teclados, dando un contrapunto bestial a la guitarra del protagonista; Jeremy Colson a la batería, sencillamente flipante, sobre todo para recordar su número con un minikit a cuestas y el increíble Dave Weiner a la guitarra, tanto eléctrica como acústica, con la cual se montó un solo que dejo a todo el mundo boquiabierto….

Los temas iban fluyendo ante el alucine del personal , ´Gravity Storm´, ´Weeping China Doll´, ´Answers´, la celebradísima ´The Audience Is Listening´ con la cual se llegó a un pequeño set acústico en el que sonaron temas como ´Rescue Me Or Bury Me´ o ´Sisters´. Después del solo de Colson, Steve Vai salió ataviado con un traje en plan robot, lleno de luces, con el cual nos tocó un ´The Ultra Zone´ alucinante, dando paso a uno de los momentos que nos demuestran la cercaná de este genio para con su público. Subió al escenario a dos espectadores para que le fueran marcando ritmos y el iba improvisando el tema, construyendo una canción sobre la marcha….sencillamente genial!.. Con la esperada  ´For The Love Of God´, se llegó al final del set aunque no tardaron en salir para regalarnos ´Taurus Bulba´ y esta vez sí, dar por finalizado el concierto, quedándose al final, solo sobre las tablas para agradecernos el que estuviéramos allí…prometiendo volver hasta que nos cansemos de él…cosa que no creo que llegue a ocurrir…

Texto: Jaume Bellini / Fotos: Sergi Ramos

Promotor:Concert Studio

Asistentes:1600

Día:14/12/2012

Sala:Razzmatazz

Ciudad:Barcelona

Puntuación:9