Slash le gana la partida a Axl N’ Roses

Gran noche de rock por parte de uno de los grandes iconos de la historia de la música popular: Saul Hudson, o lo que es lo mismo: Slash. Lo que empezó como un trabajo solista se ha ido consolidando poco a poco hasta derivar en una banda seria y de infinitas posibilidades, capaz de mirar de tú a tú al proyecto que lleva Axl Rose.

Gran noche de rock por parte de uno de los grandes iconos de la historia de la música popular: Saul Hudson, o lo que es lo mismo: Slash. Lo que empezó como un trabajo solista se ha ido consolidando poco a poco hasta derivar en una banda seria y de infinitas posibilidades, capaz de mirar de tú a tú al proyecto que lleva Axl Rose, si bien el rubio vocalista es quien actúa bajo el amparo de Guns’N’Roses. Correcta entrada para un enorme Sant Jordi Club que pocas veces consigue sold outs y sí la presencia de la amplia cortina negra de fondo. Había muchísimas ganas, el nuevo disco realmente vale la pena y veías al público ávido de recrear su juventud con el material de los Guns pero también de disfrutar de un directo avasallador y de un grupo que está en un momento dulce. Había cierta paridad entre mujeres y hombres en la sala si lo comparamos en los últimos shows que he asistido y mucha gente ajena al circuito habitual de conciertos, cosa que se agradece.

MEAN MACHINE caldearon el ambiente con muy buenas maneras y tirando de entrega. Ya les vimos en el Rock Fest del pasado año pero se nota que han ido ganando tablas. Pura actitud y base Motörhead sin hacerle ascos al thrash básico y primigenio. No se les hizo grande el escenario y conectaron bien con la concurrencia que llegó incluso a cantar en “Rock and Roll Wizard”. En “I Was Made for Rock and Roll” demostraron su amor por las huestes de Lemmy con una pieza que recordó bastante a la célebre “Brazil” de Motörhead. Este formato trío posee cualidades y ya llevan tiempo dejándose la piel en salas. Muy buen frontman y un repertorio que convence.

CICLONAUTAS son una agrupación que quizá no sería la ideal para abrir para un tipo como Slash si bien poseen mucho feeling y musicalmente son rotundos. Músicos reputados en un interesante proyecto que nace con disco doble y con multitud de invitados del negocio. Destaca especialmente la presencia del batería de Marea Alen Ayerdí, el bajista Txo y la voz es para el argentino Mai Medina. Comandados por una voz muy personal y profunda desgranaron su extensa primera obra sin llegar a conectar con un público curioso y más ávido de rock duro que de otra cosa. Musicalmente el combo ofreció detalles muy técnicos a pesar de que hay cierta densidad sónica y la personalísima voz de Mai a muchos no les terminó de entrar. Hubo temas muy meritorios como la pegadiza “Que corra el aire” o “Hermanos”, que la dedicó Mai a su hermano presente, venido desde Argentina para la ocasión. Banda interesante que habrá que catar en pequeña sala para llegar a ver todo el potencial que poseen en un show completo. Quizá algo desubicados por estilo pero se ganaron merecidas ovaciones tras cada tema, finalizando con un extenso final eléctrico.

Quienes ya vimos al gran SLASH en su show en el Azkena sabíamos que la cosa iba a ser grande, y más en el Sant Jordi Club. Sonido rotundo y una banda con tantas ganas o más que el público. “You’re a Lie” prendió una mecha que daría para dos horas de concierto. Impresionante ver a Slash con sus 50 tacos bajo el sombrero. En Myles Kennedy ha encontrado al vocalista ideal para este proyecto y a ello hay que sumarle unos Conspirators que cumplen, y de qué manera. Pronto cayó la primera bomba con “Nightrain” arrancando el primer “¡Ooooooh!” de la noche. La batería de Brent Fitz tenía en los bombos ese emoticono sonriente que adorna su última obra de estudio. En “Avalon” y “Standing in the Sun” pudimos apreciar la cantidad de detalles técnicos con los que nos obsequia Todd Kerns. “Back from Cali” fue recibida como si de un clásico se tratara. Y no es para menos. Brillante demostración vocal por parte de Myles. Personalmente me convence muchísimo más este vocalista cantando con Slash que con Alter Bridge. El grupo juega con las poses y en varios momentos se arremolinan juntos en el centro posando. Slash posee total libertad de movimientos si bien habita más el flanco izquierdo con incursiones solistas hacia el centro.

Tras “Wicked Stone” cayó la sorpresa de la noche. No iba a sonar “Double Talkin’ Jive” como en Madrid, sustituida por la coreada “Mr. Brownstone”. Pero la primera descarga brutal de adrenalina sucedió cuando el baterista Brent Fitz atacó la intro de “You Could Be Mine”. De lo mejor de la noche. Fue un tramo realmente cautivador pues Todd tomó el micro para cantar “Doctor Alibi” y “Welcome to the Jungle”. El chico canta de cine, hecho que les da otro plus cuando canta en los coros y mete segundas voces. Myles volvió para bordar la maravillosa “Starlight”, el tema con el que empezó su relación con Slash. Preciosa. Hubo momentos para que el divo diera sus lecciones de guitar hero que culminarían en el final de “Rocket Queen”. Pero antes hubo la modernilla “The Dissident” en la que Myles volvió a demostrar que sus cuerdas vocales están en un momento excelso. Seguiría dicha demostración en la exigente “Bent to Fly”. Puede que sea el mejor tema de su última obra y es un single potencial.

“World on Fire”, otro gran single muy Guns, y “Anastasia” con ese deje clásico en el riff de guitarra, nos acercaron a un final en el que no podía faltar el “Sweet Child O’ Mine”. Mítica composición que ha llegado más allá del clásico rockero entrando en lo atemporal. Mil recuerdos flotando en el ambiente y alguna lagrimita furtiva amagando su salida. Se despidieron con “Slither” de Velvet Revolver, con la que Myles presentó a la banda para cerrar definitivamente con “Paradise City”. Grand finale con entrega total y las pulsaciones desbocadas. Magnífica noche de miércoles con una leyenda del rock que va acompañada de un combo espectacular. Podemos entrar a valorar incluso si Slash en este formato pasa por encima de los Ax’L’Roses. Por otro lado vuele a haber rumores de reunión de la formación clásica de Guns, ¿y adivinan quién parece ser al que no le apetece esta vez? Mr. Slash. Y no es de extrañar visto el nivel de su banda actual.