RISE AGAINST

No hace demasiado de su anterior visita, pero las condiciones eran las mismas. Estos vegetarianos, americanos y hardcoretas, llevan mucho tiempo haciéndose un nombre y aportando sabia nueva al estilo. De hecho, hacía casi dos meses que habían agotado todas las localidades de la mayor de las Razz, como en su anterior venida. La sala era un infierno de calor, contrastando con el gélido frío que hacía afuera y de la inacabable tromba de agua que nos acompañaría toda la noche. Pero contra el frío no hay nada mejor que la entrega de Tim McIllrath y sus secuaces.

A pesar de que el sonido era bastante mejorable, la cosa arrancó de maravilla con “Chamber the Cartidge”, “State of the Union” y “The Good Left Undone”. Las primeras filas empezaron pronto a dar buenas muestras de entrega total. Afortunadamente para el público el setlist elegido obvió bastante su nuevo trabajo, y serían los muchos clásicos los protagonistas de la velada. Espectacular “Re-Education” del disco “Appeal to Reason”, pero el desmadre total fue “Heaven Knows”. El hecho de que el guardarropía quedara lleno provocó cierta incomodidad de la gente a la hora de dejar las chaquetas.

Sinceramente a mi Rise Against me parece una banda más de las muchas que hay en este estilo, eso sí, es innegable que poseen un buen repertorio y saben manejarse de maravilla sobre las tablas. Llegaría el turno de un tema nuevo, convenientemente anunciado por McIllrath: “Help Is on the Way”. Mantuvo el tipo, pero cuando las siguientes en caer son “Like the Angel” y “The Dirt Whispered” se nota una clarísima diferencia entre la aceptación del nuevo material y el antiguo.

Estábamos en el tramo final y el grupo empezaba a lanzar sus mejores bombas. Coreo masivo en una intensa “Survive” y locura colectiva en “Prayer of the Refugee”. Posiblemente fue en ese tema donde más pogo se bailó y más paraguas quedaron triturados bajo los pies que abarrotaban la sala. “Audience of One” precedió al single del nuevo disco: ”Architects”. Parece que va para clásico. Se despidieron de escena con una intena “Savoir”. De lo mejor de la noche. Ya hacía un par de temas que la cosa sonaba como tenía que sonar.

El primer bis fue la emotiva balada “Swing Life Away”, preciosa, y la verdad es que sorprendiendo agradablemente. Rompió la dinámica y mostró su cara más comercial, que no por ello es mala. La traca final llegaría de la mano de las festivas “Give It All” y “Ready to Fall”. Espectacular broche de oro para una intensa noche de hardcore melódico.

Bueno, quizá podían haberse estirado con algunos temas más, cosa que sí han hecho en algunos conciertos de la presente gira, y también podrían haber caído “Hero of War” o “Blood to Bleed”, pero vaya, dudo que nadie que asistiera a la velada quedara insatisfecho. Buen concierto y plena consolidación de una banda que crece a pasos agigantados en cuanto popularidad. Aún y así… ¿me lo parece a mi o los últimos dos discos están algo por debajo de su nivel habitual? Casi seguro que la próxima vez que les veamos estarán en una sala mucho más grande.