PARADISE LOST + EYES OF EDEN + NEUROSONIC

Que una banda como PARADISE LOST a estas alturas, sacando un discazo como “In Requiem”, no logre llenar poco más de la mitad del aforo del Razzmatazz II, debería preocupar a más de uno. Si bien es cierto que los teloneros en esta ocasión no tenían el mismo peso que DEATHSTARS, WITHIN TEMPTATION u ORPHANED LAND en sus últimas y más recientes visitas, PARADISE LOST a día de hoy parecen más fuertes de lo que lo eran hace 5 o 6 años por decir algo, y eso es algo que no se vio reflejado en la asistencia del personal. No creo, de todas formas, que el concierto de VICIOUS RUMORS y AGENT STEEL el mismo domingo o el de Glen Hugues justo el día antes, restasen audiencia pues todos sabemos que se trata de públicos muy diversos y dispares.

Sea como fuere, bandas como EYES OF EDEN y NEUROSONIC –seamos sensatos- no las conoce ni el tato. Y, en el caso de los primeros, a quienes yo pude ver, no creo que el futuro les depare nada mejor, pues aburrieron y se hicieron soporíferos. Desconozco si los tales NEUROSONIC llegaron a descargar, pero está claro que EYES OF EDEN no eran unos teloneros adecuados. A priori nadie creo que supiese quién demonios eran estos tipos, pero está claro que el nombre de Waldemar Sorychta a más de uno debería sonarle, ya no solo por ser el guitarrista de los thrashers DESPAIR o los más recientes GRIP INC, (Junto a Dave Lombardo de SLAYER) y participar en el famoso proyecto VOODOOCULT, sino por ser uno de los productores más de moda durante los 90, con un currículum que habla por sí solo e incluye a bandas como TIAMAT, LACUNA COIL, MOONSPELL, SENTENCED, THE GATHERING, SAMAEL, TRISTANIA, UNLEASHED, BORKNAGAR o THERION entre muchos otros.

El show de EYES OF EDEN, a pesar de contar con un muy buen sonido y una ejecución por parte de los músicos implicados, falló en lo más básico; Su propuesta. A estas alturas tocar pseudo Gothic Metal, de la escuela WITHIN TEMPTATION o EVANESCENCE, con guitarras pesadas y chica popera al frente está más que visto. Además, gustos a parte, sus canciones pecaban de repetitivas y no tenían ni por asomo la componente pegadiza de las bandas a las que intentan imitar. Mucho me temo que pronto caerán en el olvido y Waldemar volverá con los más que interesantes GRIP INC y sus faenas de estudio. Tiempo al tiempo.

Con un retraso de 45 minutos sobre la hora prevista, PARADISE LOST salieron a escena. Con el recuerdo de la primera vez que pude verles presentando su inmenso “Draconian Times” en Noviembre de 1995, daba el pistoletazo de salida un concierto que se las pintaba histórico, pero que a la postre acabó por ser bastante insípido y desalentador. No me malinterpreten; Los de Halifax sonaron de fábula y ejecutaron los temas calcados a como suenan en sus discos, pero los handicaps, que ahora enumeraré, ganaron por goleada.

Primero, y ante todo, una banda como PARADISE LOST, con 2 teloneros que no interesaban a nadie, no pueden salir y tocar 75 minutos, teniendo 11 discos ya a sus espaldas. Eso creo que resulta más que obvio. Nick Holmes, por su lado, no se comunicó en absoluto con el público, manteniendo así esa aureola mística de divo de la música Gótica que tan bien le encaja. El resto de miembros, sin embargo, contrarestaron sus carencias con una entrega y ejecución encomiables.

Con un disco como “In Requiem”, que nos devuelve –sino total, al menos parcialmente- a los PARADISE LOST de la era “Icon” / “Draconian Times”, la gente esperaba mucho más material antiguo del que realmente acabó por ser ejecutado. Por un lado, la banda dio bastante cancha a su nuevo trabajo –algo perfectamente entendible- con temas como los singles “The Enemy” y “Praise Lamented Shade”, “Unreachable” o la brutal “Never For The Damned”, que se la guardaron casi para el final. De su época digamos, menos metálica, por suerte apenas ejecutaron un par de temas sino recuerdo mal, como la soporífera “Erased” o la más interesante “So Much Is Lost”. De la misma forma, PARADISE LOST no se olvidaron de su anterior y esperanzador trabajo “Paradise Lost” del cual representaron “Grey” y “Over The Madness”. En esta última, Gregor Mackintosh demostró lo buen guitarrista que es con un solo que puso los pelos de punta a más de uno. Sorprende igualmente ver como el otrora tímido guitarrista no paró quieto ni un instante y estuvo moviendo la cabeza durante todo el show como si estuviese poseído.

No obstante, tal y como les decía, el material más antiguo brilló prácticamente por su ausencia. Si obviamos “One Second” y “Say Just Words”, que cerró el show –temas ambos muy conocidos pero ya enmarcados en la etapa más comercial del grupo-  PARADISE LOST festejaron sus 5 primeros y legendarios trabajos únicamente con “Gothic”, “Enchantment” y la descomunal “Pitty The Sadness”, tema favorito del grupo para quien esto suscribe. La interpretación fue intachable, a pesar de que Nick dejó de lado los registros guturales y cantó dichos temas con su voz limpia característica. Sea como fuere, supo a poco, muy poco. La gente esperaba ansiosa algún tema más de “Draconian Times”, el clásico “As I Die” o alguna representación de “Icon” como “Widow” o “True Belief”, pero nada de nada, con las ganas nos quedamos todos.

PARADISE LOST tenían todos los ases en su mano para hacer de éste un show antológico; La presentación de un muy buen disco que podría haber sido el reencuentro perfecto con sus viejos fans, la posición privilegiada de cabeza de cartel, un sonido espectacular y un estado de forma sublime. Sin embargo, la banda británica desaprovechó la ocasión y pudiendo haber tocado al menos media hora más, se fueron por donde habían venido tras no más de 75 minutos. Si a eso le sumamos el alto precio de la entrada y el mal gusto a la hora de elegir a los teloneros, dudo mucho que la próxima vez la asistencia a un show de PARADISE LOST aumente en vez de decrecer de nuevo. Si es que…