La música es cultura, es un arte y una forma de expresión, y sobre todo un idioma universal que está por encima de credos o religiones, como ayer pudimos constatar en Bilbao gracias a las descargas de System House 33, Subterranean Masquerade y Orphaned Land.
El rock progresivo es un estilo que depende mucho del tirón que tenga el artista. La mayoría de los músicos que confirman las bandas de este tipo de música son prácticamente virtuosos o, en su defecto, grandes músicos, pero para mover a grandes cantidades de gente necesitan un nombre consolidado dentro de la escena.
Soy de los que siempre defenderá que un concierto de hardcore es una experiencia que toda persona debe vivir al menos una vez en la vida. La energía que se genera en esta clase de bolos tan intensos y acalorados se traduce en sensaciones que no se pueden vivir en ningún otro sitio.
Asistimos a una nueva edición del festival Coruñés 981 United, que une el espíritu de apoyo a las bandas locales al mismo tiempo que ofrece la oportunidad de ver bandas nacionales e internacionales de hardcore, metal y punk. Un festival que, a pesar de las dificultades de última hora, ha sabido sacar adelante un evento con dos jornadas de música en directo con éxito.
La despedida del fin de semana en Madrid se insinuaba de manera especial. Era un día frío y lluvioso, de esos en los que solo apetece refugiarse en casa bajo una manta con una buena película o serie. Pero durante la pasada noche del domingo teníamos una razón de peso para salir a la calle, pues los alemanes The Picturebooks llegaban a la capital para ofrecernos lo mejor de su música.
El vocalista y bajista británico Glenn Hughes se presentaba en Avilés el pasado viernes, después de pasar por Barcelona, Madrid y Bilbao, dentro de la gira “Classic Deep Purple Live”.
Desde lo más profundo de los bosques cántabros, bandas como Synchronical y Ciconia transforman la belleza del paraíso natural en acordes para nuestros oídos. No importa el origen, ni cómo lo hagas, pues en la variedad está el gusto. Lo importante es transmitir lo que se siente.
La historia es de sobra conocida, pero la repasamos por si alguien se ha despistado. En 2016, con motivo del 15 aniversario de uno de los mejores discos de toda la historia del heavy metal estatal, Alberto Rionda resucitaba a Avalanch con una superbanda de artistas de más que solvente calidad para regrabar “El Ángel Caído”.
Para todos aquellos que estamos cansados de la monotonía, la tarde noche de ayer estuvo más que suficiente para poner un toque de variedad al género de nuestros gustos musicales.
Los alemanes Der Weg Einer Freiheit cumplen 10 años desde que su primera demo salió a la luz, y decidieron celebrar el acontecimiento con una gira por Europa, con su esperada parada por la ciudad condal. Para completar la noche de post-black metal contaron con la ayuda los lituanos Au-Dessus, además del dark folk del cantautor de The Devil’s Trade.
