981 United: Stick To Your Guns sienta cátedra

Asistimos a una nueva edición del festival Coruñés 981 United, que une el espíritu de apoyo a las bandas locales al mismo tiempo que ofrece la oportunidad de ver bandas nacionales e internacionales de hardcore, metal y punk. Un festival que, a pesar de las dificultades de última hora, ha sabido sacar adelante un evento con dos jornadas de música en directo con éxito.

Los pasados días 6 y 7 de abril se celebró en A Coruña la octava edición del festival gallego 981 United, un evento que reunió a decenas de personas para disfrutar de dos noches de hardcore, metal y punk. Este festival acogió en sus primeros años a bandas mayormente de la ciudad herculina y alrededores, de ahí el nombre “981 United” puesto que 981 es el prefijo de la provincia. Pero gracias a su éxito y al trabajo de la organización ha ido creciendo con el tiempo, y así se han ido incorporando cada año más bandas tanto nacionales, como Crisix, Brothers Till We Die, Sound Of Silence o Hyde Abbey, como internacionales, como Deez Nuts, For The Glory, Hills Have Eyes o Strength Approach.

El cartel de este año se dividía en dos jornadas. Por un lado, el sábado 6 con las actuaciones de Wasted Wiltons, Ruthless, Kids Of Rage, Black Panda, Bellako y Trallery. Al día siguiente, era el turno de Morgen, Get The Shot, Nasty y Stick To Your Guns, quienes llegaban a A Coruña para dar la primera fecha de su gira Route Resurrection y eran un gran reclamo para la mayoría del público. A pesar de ello, muchos fueron los que decidieron acudir ambos días y disfrutar también del resto del festival, donde se dejaron la garganta y diversas partes del cuerpo en el pit.

El lugar elegido para esta ocasión, así como otros años, fue la Sala O Túnel, situada justo debajo del famoso Coliseum que normalmente alberga eventos de gran tamaño como conciertos y otros espectáculos. La sala en sí es amplia y cómoda, contando con una barra para saciar la sed de los asistentes, aseos y una zona para el merchandising donde algunos músicos se paraban a hacer unas fotos con los fans.

El sonido estuvo perfecto en todo momento, exceptuando algún problema puntual, lo que aportó más calidad a la experiencia. En el ambiente se respiraban ganas de pasarlo bien y darlo todo, si bien es verdad que al principio cuesta un poquito romper el hielo con las primeras actuaciones y el público se muestra algo tímido respecto a ponerse más cerca del escenario. Pero, a medida que avanzó la noche, cada vez eran más y más las personas que llegaban a la sala y aquello al final acabó con un pit bastante movidito, especialmente con Bellako. Ni que decir tiene cómo fue al día siguiente, que algunos vimos peligrando nuestra integridad física (y la de nuestra cámara).

981 United: Sábado 6 de abril

Rompiendo el hielo con Wasted Wiltons

Los primeros en actuar el sábado 6 fueron Wasted Wiltons, una banda coruñesa de punk rock. Un detalle: esta banda en realidad suele hacer música en acústico, pero se prepararon un show con instrumentos eléctricos, tocando temas ya existentes y otros nuevos que compusieron con este nuevo formato. Como comentaba anteriormente, a la gente le costó romper el hielo y empezar a moverse un poco, además de que durante esta actuación no dejaban de llegar nuevos asistentes. Pero esto no frenó ni un poquito a Wasted Wiltons, quienes mantuvieron en todo momento un tono enérgico, quizá hasta alegre dentro de lo que es tocar punk rock, y desde luego con caña. Se despidieron entre aplausos y agradecimientos para dar paso a la siguiente banda.

Wasted Wiltons (Foto: Iria López)

Ruthless: brutalidad en estado puro

Puntuales, los siguientes en salir fueron Ruthless. Se trata de otra banda de la ciudad, pero esta vez tocando death metal. Con temas de su último álbum ‘Aftermath’, ofrecieron al público una intensa sesión de brutalidad, violencia y contundencia, tanto por parte de cada uno de los instrumentos como por su vocalista, que los acompañaba en perfecta harmonía con una voz gutural desgarradora. Vocalista que, por cierto, se trata de Daniel Luces, conocido también por formar parte de Bloodhunter y que entre canción y canción trataba de ganarse a los cada vez más numerosos asistentes.

Ruthless (Foto: Iria López)

El público se terminó de calentar junto a Kids Of Rage

Los terceros en pisar el escenario fueron Kids Of Rage. Llegados desde Barcelona, esta banda de hardcore trajo energía desde el primer minuto. Si bien es verdad que la mayoría de las personas que suelen acudir a este festival son fans de este género musical, el vocalista Quim trató de animar a todo el mundo a que se acercasen un poco más al escenario y buscó conectar con ellos en todo momento.

Kids Of Rage (Foto: Iria López)

Cosa que surtió efecto, pues aquí sí vimos los primeros mosh o el ya característico “hardcore dancing” que suelen acompañar a este tipo de conciertos, mostrando así que Kids Of Rage hicieron disfrutar a los allí presentes con un estilo desenfadado pero lleno de espíritu. Aunque sus letras son en inglés mayormente, se despidieron con un tema en su lengua materna, que es el catalán, titulado “Lluitarem” y que forma parte de su reciente último lanzamiento ‘Hurry Up’.

Black Panda: desenfadados pero enfadados

Después de echar los primeros bailes, llegaba el turno de Black Panda. Estos coruñeses trajeron buen rollo y actitud, riffs muy interesantes y un sonido que te encantará si te gusta el punk, d-beat, crust y todo lo que se parezca. Son una banda de la que vas a disfrutar sí o sí, porque además de ser buenos músicos también tienen desparpajo y uno de sus vocalistas, que son dos, así lo mostró presentando los temas. Muy buena impresión para quienes los vimos en directo por primera vez.

Black Panda (Foto: Iria López)

Bellako arrasan con el público

Un rato antes de las once era el turno de Bellako, una de las bandas más esperadas de no sólo de esta noche sino del cartel completo. Desde tierras catalanas llegaron para desatar la locura, y es que así fue de principio a fin del concierto. En general, todos los miembros conectaron con un público que se mostró muy entregado y frenético en todo momento, pero en especial Rober (vocalista) y Xavi (bajista) fueron quienes más dieron pie a liarla. Bellako son una bomba y así mismo estallaron sobre el escenario del 981 United.

Bellako (Foto: Iria López)

En cuanto a setlist, ofrecieron una muy completita, que incluía temas de su último trabajo ‘Demonios’ como “De Nuevo”,“Vivir Enfadado”, “Trepanación” o “Siglo XXI”, junto a temas anteriores como “El Nieto”, “Humo” o “A Fallo”. Con esta última se despidieron, y como la ocasión merecía terminar por todo lo alto, incitaron a que los asistentes subieran al escenario. Así lo hicieron unos cuantos, hasta que un improvisto técnico dejó la sala a oscuras y sin sonido. Rápidamente, el equipo del festival lo solventó y continuaron así con este último tema, dejando al público más que satisfecho con lo que acababan de presenciar.

Una delicia en directo llamada Trallery

Llegados a este punto de la noche, hubo personas que dieron por concluido el festival por esa noche y decidieron marchar antes de tiempo. Digo antes de tiempo porque todavía quedaba una banda, y esta banda era ni más ni menos que los mallorquines Trallery. De todas formas, muchos fueron los que decidieron quedarse a verles y disfrutar así de este trío que sonaba a caballo entre thrash, groove, death e incluso con toques progresivos. Su sonido fue impecable, así como la ejecución de cada canción por parte de Humberto (vocalista y bajista), Biel (guitarrista y coros) y Sebas (batería).

Trallery (Foto: Iria López)

Un despliegue de calidad técnica a lo largo de una setlist que recorrió sus dos álbumes ‘Catalepsy’ (2013) y ‘Spiritless’ (2016), como son “Catalepsy”, “Disease”, “White Shadow”, “Keep Your Eyes Open”, “Hunt To Kill”, “Spiritless” o “Evil Pride”, y sacando tiempo para divertirse con un cover de “Creeping Death” de Metallica. Conquistaron de lleno al público que los despidió entre calurosos aplausos, y terminaba así la primera jornada del festival 981 United.

Trallery (Foto: Iria López)

No empezó con buen pie la jornada grande el 981 United. En un día protagonizado en la zona norte de Galicia por el viento y la lluvia, ya de por si poco propicio para grandes colas durante la espera, las adversidades subieron la apuesta cuando a la hora de la apertura de puertas aquello se tornó en desasosiego. Los minutos pasaban ante la nula actividad que parecía registrarse en los aledaños por parte de la organización. Había nervios. Y los nervios si estás empapado y con frío son doblemente dañinos.

981 United: Domingo 7 de abril

Segundo día del 981 United celebrado en A Coruña. Esta vez la jornada estuvo protagonizada por temas ajenos a lo puramente musical. Las casi 3 horas de retraso en la apertura de puertas con respecto a hora anunciada marcaron el devenir de la noche, que poco a poco retornó a la normalidad y a lo que importaba aquí: el hardcore.

En las redes sociales del festival comentaron que por causas ajenas retrasarían la apertura hasta las 19.15 horas. Al final nada más lejos de la realidad. Tres horas de reloj fueron en total las que los asistentes improvisaron andanzas y actividades, principalmente por los bares de los alrededores de la sala O Túnel, hasta que por fin dieron la señal: la espera había acabado. Después sabríamos que una avería relacionada con el vehículo que traía a las bandas y su montaje  había sido el gran culpable.

Noche de mosh pits

El primer daño colateral de las incidencias ocurridas fue la cancelación del concierto de Morgen, que iban a ser los encargados de empezar a caldear el ambiente. No tuvo suerte la banda coruñesa de hardcore melódico, que no pudo obsequiar al público asistente con las canciones de su  disco ‘Restart’. Siempre mola ser parte de un cartel con bandas de peso internacional, y más tocando en tu ciudad. Otra vez tendrán más suerte.

Una vez que recorrimos la entrada en forma de laberinto (no se llama la sala túnel por nada) llegamos a un concurrido recinto. El respetable ya tenía ganas de decibelios después de la larga espera. Se notaba encima de las tablas que eran las prisas las que predominaban en el montaje del equipo y los adornos correspondientes, a sabiendas que había que ganar los más segundos posibles. Todo ese tiempo serían canciones que no habría que quitar del setlist de las bandas.

Get The Shot: breve pero intenso

La banda canadiense liderada por el incombustible frontman J-P iba a ser la primera en salir a escena. Con solo tres discos en su haber, gran parte de la gente congregada en el evento ya conocía al cuarteto, principalmente por su actuación en el Resurrection Fest el verano pasado. En aquella ocasión fueron de lo más destacado, sobre todo dentro de la remesa de grupos del género que pusieron patas arriba la carpa de Viveiro.

Get The Shot (Foto: Iria López)

Esta vez no iba a ser menos. Definitivamente se consolidaron como una de las grandes revelaciones de la última oleada del hardcore. Ese hardcore metalizado que bebe de grandes nombres como pueden ser Hatebreed, Terror o los últimos Sick Of It All. Canciones simples pero muy potentes, con unos riffs capaces de tirar abajo cualquier muro que le pongas por delante. Esto es Get The Shot. No inventan la rueda, pero tampoco hace falta.

Get The Shot (Foto: Iria López)

Los dos últimos álbumes fueron los que protagonizaron buena parte de su repertorio, donde temas como “Rotting Idols” y su celebérrimo estribillo gritando a los cuatro vientos “No Gods, No Masters”, homenajeando al eslogan anarquista británico, o la celebradísima “Blackened Sun”, se encargaron de darle material los fans para que exhibieran todas sus piruetas: mosh pits, circle pits, crowdsurfing y demás. Nada faltó en la media hora que tuvieron Get The Shot para demostrar  su valía. “Cold Hearted” se encargó de bajar el telón, una vez que tanto las primeras filas como la banda ya estaban empapadas en sudor. Un gran espectáculo.

Nasty: beatdown belga

Me sorprendió la gran cantidad de público con merchandising de Nasty (superando a los cabezas de cartel) mientras entraba al recinto. No esperaba semejante recibimiento a los belgas, aún sabiendo que eran un grupo con una legión de simpatizantes muy fiel. La banda conoce perfectamente la zona del noroeste peninsular, después de haber sido parte del Resu en más de una ocasión. Y para el que se quedará con más ganas, este año volverán.

Nasty (Foto: Iria López)

La formación liderada por el agitado Matthi a la voz salió a escena para presentar su último disco ‘Realigion’, publicado en 2017, y del que desgranaron una buena parte en el local coruñés. Mucha gente estaba allí para verlos a ellos, y eso se notó en los momentos de más ímpetu. “Liebe” y “Forgiveness” dieron paso a uno de sus grandes hits como fue la violenta “At War With Love”, muy recomendada para aquellos que tengan a Rise Of The Northstar como grupo de cabecera (más allá del parecido que tengan en el acento a la hora de cantar en inglés).

El beatdown de Nasty poco o nada tenía que ver con el estilo de las otras bandas, pese a que todo esté unido por la etiqueta hardcore. Aquí se juega mucho más con los cambios de velocidad, los breakdown o  las voces con escasa melodía pero rítmicamente muy potentes. Todo ello para provocar el pogo y el stage diving. Está claro que es un estilo mucho menos accesible que el de Stick To Your Guns, de ahí que los que venían a escuchar buenos coros en los estribillos aún tenían que esperar un poco más.

Nasty (Foto: Iria López)

Continuaron con la retahíla de temas de su (recortado) setlist, finalizando con la traca final, en forma de sus canciones más conocidas tales como “SHOKKA”, “Slaves To The Rich” y el himno antifascista “Zero Tolerance”. No hubo tiempo para más, para desgracia de los más fanáticos del lugar. Desde la banda me comentaron que tuvieron que reducir en tres canciones el setlist planeado inicialmente. Se despidieron rápidamente agradeciendo por doquier, sabiendo que menos de tres meses volverán a verse delante del mismo público.

Stick To Your Guns: melodía rabiosa

El gran estandarte del 981 United de este año eran los norteamericanos Stick To Your Guns, los cuales daban un salto de calidad y de poder mediático al festival gallego. El combo procedente de Orange County (California) ya se puede encuadrar dentro de aquellos conjuntos con bastante tirón, dentro y fuera del núcleo puramente hardcore y punk. Esta vez venían encabezando su propia gira por salas, lo que le daría más cancha para hacer un repertorio en condiciones.

Stick To Your Guns (Foto: Iria López)

Su último disco ‘True View’ está lejos de ser lo mejor de su discografía, y ha quedado relegado a un puesto menor en comparación con los dos titanes de su carrera: ‘Disobedient’ (2015) y ‘Diamond’ (2012). Pero los de Jesse Barnett tienen ya en su haber una colección de temazos tan grande que poco o nada se resiente su directo ante los posibles patinazos en el estudio. A las 23.20 horas empezaba el show. Y nada más y nada menos que con la colosal “What Choice Did You Give Us?”, que fue contestada por un grito de aprobación entre el público.

“We Still Believe” es de las melódicas y accesibles de su catálogo, pero también de las más exitosas. Se convirtió en banda sonora de un mar de cuerpos botando, cantando y corriendo. Soy de la creencia de que estos tipos sacan su mejor versión en este tipo de canciones, a diferencia de otros, a los cuales se les ve mucho más cómodos metiendo zapatilla sin contemplaciones. “The Such, The Moon, The Truth: Penance Of Self” fue de lo poquito que sonó de su nuevo disco y dio entrada a la parte más cañera y oscura del show.

En el público apenas se notaban los dos días de esfuerzo que ya llevaban sus piernas y sus gargantas, que no desfallecían en ningún momento. También decir que es muy difícil hacerlo cuando por los altavoces están sonando auténticos himnos de la talla de “Bringing You Down” y sobre todo “Against Them All”, que provocó un auténtico estallido de voces apoyando el coro principal. Hay que comentar en este punto que el sonido en la sala fue de notable, era la primera vez que asistía y me quedé muy satisfecho.

Stick To Your Guns (Foto: Iria López)

Para acabar dejó el quinteto un póker de ases de una calidad mayúscula. La cañera “Nothing You Can Do To Me”, los mejores estribillos de su carrera: “Married To The Noise” y “Amber” y para finalizar la celebérrima “Nobody”, canción emblema de Stick To Your Guns con el que cerraban un magnífico concierto y una nueva edición del festival 981 United. Esperemos que vuelvan pronto a visitarnos. Y en referencia al evento, ojalá tengan una gran trayectoria dentro del complicado y sobresaturado mundo festivalero actual.