Annihilator triunfa en Madrid
Se intuía una buena asistencia desde primera hora de la tarde, con un ambiente muy metalero por los alrededores de la sala. Mientras la cola se iba haciendo cada vez más larga, los bares se iban llenando de camisetas negras y chalecos, incluso después de la apertura de puertas. Con unos teloneros bastante desconocidos entre los presentes, la sala no se llenaría del todo hasta más tarde.